Pablo Urdangarin ya no esconde a su novia: tenis, rosas y cariño público para Johanna

Pablo Urdangarin ya no se esconde ni esconde a su novia. El hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin pasea por Barcelona sin complejos de la mano o del brazo de la joven Johanna. Tanto es así, que la semana pasada lo vimos en público en varias ocasiones y en todas iba con su novia. El viernes pasado, día 21 de abril, el sobrino del rey Felipe VI estuvo en el Barcelona Open Banc de Sabadell Trofeo Conde de Godó y se sentó en uno de los sitios más privilegiados de las gradas. Junto a su novia.

Allí se mostraron acaramelados, cariñosos, se hicieron fotos y se rieron, como si no pasara nada. Aquellos primeros miedos de Pablo, que evitaba a la prensa y pedía clemencia para su novia, han dado paso ahora a la alegría y la euforia de poder disfrutar de su compañía sin problemas.

La madre de Pablo, la infanta Cristina, estuvo en el tenis el miércoles. Y dos días más tarde, él hacía lo propio. Cabe recordar que el Godó se celebra en el Real Club de Tenis de Barcelona, un lugar exclusivo del que sus padres fueron socios de honor (es decir, no pagaban) durante décadas. Así pues, Pablo se conoce el recinto como la palma de su mano.

Fan de Alcaraz

El joven estuvo en el torneo el viernes para ver a Carlos Alcaraz contra Davidovich Fokina. Pablo se sentó en las gradas, en primer fila, junto a su novia, con quien se abrazaba y se mostró muy cariñoso. Él llevaba una camisa de color verde aceituna y unos pantalones beige. Ella iba toda vestida de color beige también, con un bolsito Zadig&Voltaire de ante marrón.

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El domingo, día de Sant Jordi, el nieto de los reyes eméritos cumplió con la tradición y le regaló una rosa a su novia. Luciéndola con orgullo, se fueron de nuevo al Godó. Esta vez, además, con la familia de ella al completo. Ese día, cuando apretaba más el calor, vestían ambos de blanco, él sudadera y camiseta, y ella camiseta de tirantes. Cubrieron su cabeza con gorras, por lo que identificarlos era más difícil.

La semana pasada fue intensa para la pareja de Pablo. Johanna visitó la Bridal Week con unas amigas, se paseó por los stands y aprovechó para probarse un vestido de novia. Un gesto bromista que hizo reír a sus acompañantes y a ella misma, tal como nos cuentan algunos testigos.

Estudios y entrenamiento

El sobrino de Felipe VI llegó a Barcelona hace ya cuatro años y desde entonces se ha centrado en entrenar para dar su mejor versión. Y lo está consiguiendo. Su vida es tranquila, discurre entre su piso de solteros, en Sant Joan Despí, los entrenamientos en el Barça, los estudios en la European University y los paseos con Johanna. Urdangarin júnior, según cuentan a este medio quienes le conocen muy bien, está muy enamorado, algo que se nota en su actitud hacia ella. “Es una chica culta, elegante, deportista y muy simpática”, declaran las mismas fuentes a Vanitatis, y “él es feliz”.

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Los jóvenes novios hacen una vida íntima en la que intentan separarse lo menos posible. Ella juega a voleibol en un club del municipio en el que vive y él a balonmano, dos deportes que les apasionan y que hace que conecten de forma especial. Pablo ha sido visto varias veces en partidos de Johanna y viceversa. La relación de la joven con la familia de él es muy buena y es amiga incluso de Irene Urdangarin.

Familias amigas

Se conocen todos, ambas familias, de los felices tiempos del Liceo Francés, donde ambos estudiaban. Ella es de origen alemán, y con Pablo, tal y como publicábamos hace unos días, habla en inglés, idioma que los dos dominan a la perfección. El hijo de la Infanta pasa muchas horas en la casa familiar de su novia, que vive en una zona noble a las afueras de Barcelona, en un chalé con jardín y piscina.

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Johanna es un gran apoyo para Pablo, en especial estos días, en los que el joven ha estado negociando con el club Granollers, por el que ha fichado para jugar a partir de este verano. Para Urdangarin júnior, poderse quedar en Barcelona -Granollers está a unos 30 minutos en coche- es un alivio, puesto que mantiene su círculo y, sobre todo, su cercanía a Johanna.

Fichaje sorpresa

Formar parte del primer equipo de un club y poder jugar en la Asobal era uno de los principales objetivos de Pablo. Y en el Barça, por el momento, no lo tenía garantizado. El joven ha participado en muchos partidos y se había ganado un puesto en el club en el que siempre jugó su padre, pero el contrato, a estas alturas de temporada, seguía siendo para el segundo equipo, el llamado Barça Atlètic.

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Así que ha decidido dar el salto y, según nos cuentan quienes le conocen bien, "está encantado, muy feliz". Porque además, como decíamos, no tiene que mudarse de Barcelona, donde hace unos meses encontró el amor en una amiga de la infancia. Con su nueva pareja hace vida y comparte casi todo, así que poderse quedar en la Ciudad Condal supone una ventaja también personal.