Cómo es la corona que usará Camila en la coronación y qué otra reina la usó en el pasado
A diferencia de lo que pasó con el anterior consorte, Felipe de Edimburgo, la reina Camila sí tendrá su propia coronación, en una ceremonia mucho más breve y sencilla que la de Carlos
Cuando quedan apenas unas horas para que dé comienzo la ceremonia de coronación de Carlos III, ya son pocos los detalles por conocer. Siguiendo la línea de exquisita puntualidad y milimétrica organización británica, todo está ya planificado para que no haya sorpresas. Así, aunque algunos datos se han conocido en los últimos días, otros se saben desde hace meses. Hay uno que quizá está entre los más importantes: la corona que llevará Camila en la ceremonia. La elección es, cuando menos, significativa, no solo por la reina que la lució en el pasado, sino porque se ha evitado una polémica.
Y es que la esposa del rey Carlos III, a la que desde ese día debemos quitar el 'consorte' tan habitual desde la muerte de Isabel ll, no lucirá una corona nueva y creada expresamente para ella, sino una ya existente, obedeciendo así a la sostenibilidad y eficiencia que tanto predican actualmente las casas reales europeas en general y el monarca británico en particular. Así, Camila rescatará la corona de María de Teck, bisabuela de su marido. Una creación que ella misma encargó para la coronación del nuevo rey Jorge V, en 1911.
Eso sí, el diseño no será igual que el que lució María de Teck hace más de un siglo, ya que ha sufrido varias modificaciones, no solo de cara a la coronación de este sábado, sino a lo largo de su historia. De momento, los ocho arcos del diseño original se reducirán a cuatro, y veremos algunas piedras preciosas que no estaban en la coronación de Jorge V, como los valiosos diamantes Cullinan III, IV y V, que se han incrustado recientemente. Uno de los motivos es, como declaró una fuente oficial de Buckingham al anunciar qué corona llevará Camila, es "rendir homenaje en particular a su majestad la reina Isabel II".
Será la primera vez en casi 300 años que se reutilice una corona, ya que lo habitual es que las reinas consortes se encarguen las suyas propias. No es el caso de los consortes, en masculino, que no son coronados, tal y como se viene dando en los más de 900 años que tiene de historia esta ceremonia: "Si la nueva soberana es una reina, su consorte no es coronado ni ungido en la ceremonia de coronación". De ahí que Felipe de Edimburgo no llevara corona -ni propia ni de la colección histórica- cuando se celebró la ceremonia de proclamación de su esposa.
Una polémica menos
Con esa elección, además de rendirse cierto tributo a la difunta reina Isabel, se evita la polémica protagonizada por una de las joyas más conocidas de la colección real. Hablamos del controvertido diamante Koh-i-Noor, de 105 quilates, que es la pieza central de la corona que la reina madre lució en la coronación de su marido, en 1937. Es una joya de incalculable valor que fue obsequiada a la reina Victoria por Duleep Singh, el último emperador de los sijs, que tan solo tenía 10 años en 1855. Actualmente, la reclaman varios países de la época colonialista, como la India, Pakistán o Afganistán.
El plan original era que la reina consorte fuera coronada con la pieza de la difunta reina madre cuando su marido accediera al trono. Pero los tiempos han cambiado y el rey Carlos es consciente de la sensibilidad que este tema puede causar en las antiguas colonias, especialmente en aquellas que reclaman la propiedad del diamante. Por eso, se ha preferido evitar cualquier polémica y optar por otra corona, quizá no tan emocionalmente importante como la de la reina madre, pero igual de espectacular, ya que la de María de Teck cuenta con numerosas piedras preciosas.
La corona de la reina madre se hizo en 1937 expresamente para ella con muchas piedras que formaban ya parte de las joyas de la Corona británica, pues muchos de los diamantes se retiraron del Regal Circlet de la reina Victoria. Pero el diamante Koh-i-Noor se montó primero para las coronas de la reina Alexandra y después de la reina María, para después añadirlo a la corona de la reina madre. Isabel Bowes-Lyon utilizó esta corona en la inauguración del Parlamento durante el reinado del rey Jorge VI y también en la coronación de su hija, la reina Isabel, en 1953.
Cuando quedan apenas unas horas para que dé comienzo la ceremonia de coronación de Carlos III, ya son pocos los detalles por conocer. Siguiendo la línea de exquisita puntualidad y milimétrica organización británica, todo está ya planificado para que no haya sorpresas. Así, aunque algunos datos se han conocido en los últimos días, otros se saben desde hace meses. Hay uno que quizá está entre los más importantes: la corona que llevará Camila en la ceremonia. La elección es, cuando menos, significativa, no solo por la reina que la lució en el pasado, sino porque se ha evitado una polémica.
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