Tú también puedes vivir como Guillermo y Kate Middleton por menos dinero del que crees

La familia real británica posee innumerables propiedades en el Reino Unido, pero tan solo una en Gales, situada en el pueblo de Myddfai, al sur de la región, cerca de Brecon Beacons, una cadena montañosa que fue uno de los lugares donde la princesa Leonor fue con sus compañeros de internado recientemente. Pero fue en el norte de Gales donde el príncipe Guillermo y Kate Middleton vivieron durante tres años, en una granja alquilada en Bodorgan Estate, que resultó ser mucho más asequible de lo que cabría esperar.

Esta pintoresca residencia estaba situada en la isla de Anglesey y los royals residieron en ella entre 2010 y 2013, debido a que el hijo de Carlos III trabajaba entonces como piloto de búsqueda y rescate en la Real Fuerza Aérea (RAF), cuya base del norte de Gales se encuentra en la costa oeste de la isla. La pareja vivía a pocos minutos en coche de la base militar, en una casa que fue brevemente el primer hogar del príncipe George.

La pareja aún no estaba comprometida cuando Guillermo estuvo destinado en Gales, pero ambos decidieron vivir juntos en una preciosa granja de piedra blanca a las afueras del pueblo de Bodorgan. En aquel entorno rural, Kate pudo dedicarse a una tranquila diaria sin recibir excesiva atención mediática. Por aquel entonces se la vio en el pueblo de Llangefni, comprando comida para perros en la tienda de animales local y haciendo la compra en el supermercado.

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La propiedad, que contaba con cuatro dormitorios, su propio acceso privado a la playa y hermosas vistas del bosque de Newborough, costaba a la pareja tan solo 750 libras al mes (unos 860 euros) cuando se la alquilaron a lord y lady Meyrick. El futuro rey de Inglaterra pasó allí los primeros meses de su vida antes de que los príncipes de Gales se mudaran al palacio de Kensington a finales de 2013.

La inflación ha hecho que actualmente los alquileres para una propiedad de características similares en la zona hayan subido hasta las 1.150 libras al mes (1.325 euros), lo que todavía sigue siendo un precio relativamente bajo para vivir, literalmente, como un rey.

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Al hablar de su experiencia en Anglesey junto a Kate, el príncipe Guillermo dijo hace unos años que "esta isla ha sido nuestro primer hogar juntos y siempre será un lugar inmensamente especial para los dos. Kate y yo estamos deseando volver una y otra vez en los próximos tiempos con nuestra familia. Sé que hablo en nombre de mi esposa cuando digo que nunca en mi vida he conocido un lugar tan hermoso y acogedor como Anglesey". Sin embargo, casi una década después, mientras visitaba un centro infantil en Cardiff en 2020, Kate confesó que se había sentido "sola" mientras vivía en Bodorgan.

Aunque el pequeño George no heredará esa casa en Gales, esta semana se ha vuelto a poner de actualidad una de sus exóticas propiedades, con motivo del próximo viaje de su abuelo Carlos a Rumanía, donde suele pasar un par de días cada año haciendo caminatas por las montañas.

El príncipe Jorge recibía como regalo de bautizo nada menos que un prado de flores silvestres, cortesía del conde Tibor Kalnoky, íntimo amigo del monarca inglés. En aquel momento, el aristócrata explicó que "si enviáramos flores se marchitarían, así que este es un regalo simbólico. Las flores silvestres son frágiles como los recién nacidos. Este regalo protegerá esta zona y contribuirá a sensibilizar a la opinión pública para que se protejan las especies raras".