Fallos de protocolo, una reaparición y Queen: los detalles de la cena de gala de Christian de Dinamarca

Ha sido un día largo y de muchas emociones para el futuro heredero danés. Este domingo alcanzaba los 18 años y el país y la Casa Real lo han celebrado a lo grande. Primero, con esa tradicional foto familiar en el balcón de palacio. Unas horas más tarde, con una velada histórica que ha reunido a un buen número de royals europeos. Y como es normal en estas ocasiones, nos ha dejado un buen número de curiosidades, desde fallos de protocolo hasta una gran reaparición. Estos son los detalles de la cena de gala de Christian de Dinamarca que han pasado más desapercibidos.

Dos tiaras 'desaparecidas'

Tanto Ingrid Alexandra de Noruega como Marie-Chantal de Grecia han elegido dos tiaras que, en algún momento, se habían considerado perdidas. La princesa noruega lucía la tiara de perlas de la princesa Ingeborg, su bisabuela. Perteneció a Ragnhild, una de las hermanas del actual rey Harald, y tras su muerte se daba por hecho que había pasado a sus hijos, por lo que no se contaba mucho con volver a verla en público. Pero sí. La tiara volvió a aparecer con ocasión de las fotografías oficiales del 18º cumpleaños de Ingrid, ya que fue la pieza elegida para debutar con tiara.

Y algo muy parecido pasó con la pieza elegida por Marie-Chantal. Creada con diamantes para la reina Sofía de Prusia -abuela de la actual reina Sofía-, se creyó perdida durante mucho tiempo, ya que no se vio en público desde la boda de Constantino y Ana María, coronando la cabeza de la entonces reina Federica. Fue la propia Marie-Chantal quien la luciría de nuevo décadas después, también en Dinamarca, para la celebración de los 40 años en el trono de la reina Margarita.

Joyas prestadas

En ese desfile de tiaras, vestidos y joyas, hemos visto algunas muy conocidas. Por ejemplo, Amalia tiraba de joyero familiar para lucir un collar de zafiros a modo de tiara que forma parte de un majestuoso conjunto. Elisabeth de Bélgica ha tomado prestados los pendientes del joyero de la reina Matilde, así como la tiara, que perteneció a la reina Fabiola. Isabella tampoco era una excepción y recogía parte de su cabello con un prendedor que es propiedad de Mary de Dinamarca.

Música moderna

Aunque había un grupo de cuerda amenizando la llegada de los invitados anónimos que, uno a uno, saludaban al cumpleañero junto a sus padres y su abuela, no se ha escuchado música clásica. Al contrario, parecían piezas elegidas por el propio Christian, ya que se han escuchado versionadas algunas canciones tan conocidas como 'Don´t stop me now', de Queen -muy propio para una ocasión tan regia-, o 'Viva la vida', de Coldplay.

Una reaparición inesperada en la cena de gala de Christian

No contábamos con la asistencia de la princesa Mette-Marit de Noruega, ya que llevaba varias semanas de baja médica por problemas de salud y alejada de actos oficiales. De ahí que solo estuviera confirmada la presencia de Haakon e Ingrid Alexandra. Pero finalmente, sí ha acudido a la fiesta de su ahijado. No podía faltar en una ocasión tan especial, tratándose de una de sus madrinas de bautismo.

Fallos de protocolo

La reina Margarita posaba ante las cámaras cerrando la entrada de invitados reales y se quedaba unos minutos esperando al cumpleañero, que llegaba junto a sus padres y sus tres hermanos. La monarca se acercaba entonces para saludarlos, recibiendo la protocolaria reverencia de su nuera, aunque no de ninguno de sus nietos. Eso sí, el momento quedaba eclipsado por los piropos de la monarca al futuro heredero, especialmente por un importante detalle de su atuendo.

Horas antes, y en un acto privado, la reina Margarita hacía entrega a su nieto de la Orden del Elefante, la más alta distinción de Dinamarca. Es una banda azul con un elefante de unos cinco centímetros, hecho de oro y esmaltado en blanco con carcasas azules. Pero la pieza no era cualquiera, ni una creada especialmente para él, sino que la monarca elegía para Christian la que en su momento fue propiedad del príncipe Henrik, su difunto marido. Un detalle muy emotivo y que la reina no ha pasado por alto cuando se encontraba con su nieto, vestido de gala.

Nervios y lenguaje corporal

Una de las asistencias más esperadas y de las que hubo muchas dudas era la de Joaquín y Marie con sus hijos. Las desavenencias entre los dos hijos de Margarita de Dinamarca son notorias y públicas, pero finalmente acudía al cumpleaños de su sobrino para una cita que suponía una tregua en la guerra familiar. Pero los nervios estaban a flor de piel y eso se notó en la actitud de la princesa Marie. De ahí que justo antes de entrar, su marido le cogiera firmemente la mano para así intentar templar sus nervios y transmitirle seguridad.