La princesa Ana, la otra mujer que lleva las riendas de la Corona en estos tiempos difíciles

No le gusta que se hable de ella. De hecho, detesta que los periodistas cubran sus actos oficiales y la gran mayoría de veces no lo hacen. Sin embargo, la princesa Ana es consciente de que en estos momentos debe dar la cara por la monarquía. Así que aguanta estoica y con una sonrisa a las fotógrafos, y después sigue con su agenda oficial, que dadas las circunstancias va a aumentar aún más tras el diagnóstico de cáncer de su hermano mayor, Carlos III, al que está sumamente unida.

"Old bean" ("vieja haba"), le llamó el día de la coronación, el pasado 6 de mayo, cuando lo vio vestido con toda su regalía. Apenas se llevan unos meses, de ahí que su relación sea de lo más estrecha. Crecieron juntos, cuando su madre Isabel todavía no era reina, y ya después, cuando eran mayorcitos, llegaron los dos pequeños de la familia, Andrés y Eduardo, por lo que ellos siempre han sido un binomio aparte.

Carlos III sabe que tiene un apoyo total en la princesa real, título que le corresponde como hija de la soberana y que en un futuro, si llegado el momento en el que reine Guillermo ella ya ha fallecido, herederá la princesa Charlotte. Serán la reina Camila y Ana las que se encargarán de llevar a cabo las labores de representación mientras el monarca sigue su tratamiento y se centra, sobre todo, en los asuntos de Estado.

Las dos cuñadas mantienen una buena relación, como confesaba la propia princesa en un documental. "La conozco desde hace mucho tiempo. La comprensión de su papel y el apoyo que supone para el rey ha sido absolutamente excepcional. Este papel no es algo que le resulte natural, pero lo hace muy bien", aseguraba Ana sobre Camila.

Para la princesa, la Corona lo es todo: "La monarquía es una ocupación los 365 días del año, no se detiene porque cambies de monarca ni por cualquier otro motivo". Eso es algo que le enseñaron sus padres, la reina Isabel y el príncipe Felipe, de ahí que dedique todas sus fuerzas a la institución. No resulta extraño que cada año Ana figure en la lista de los miembros de la familia Windsor más trabajadores. El año pasado, sin ir más lejos, llevó a cabo 457 actos oficiales. Siempre con la profesionalidad y la discreción que la caracterizan.

Un dia en la vida de Ana

Para hacernos una idea de cómo es el día a día de la princesa, de 73 años, el 'Daily Mail' hizo un seguimiento de su labor del pasado martes, siendo la primera royal que trabajó tras conocerse la enfermedad de Carlos. Bien pronto por la mañana, un helicóptero la pasó a buscar por su casa, en Gloucestershire, para poner rumbo al castillo de Windsor. Allí se puso su uniforme naval y presidió una ceremonia de investidura, que la tuvo dos horas de pie.

A mediodía viajó en helicóptero hasta el condado de Notthinghamshire, situado a 204 kilómetros de la capital británica para la visita a una escuela, así como una fábrica de productos de lujo de lana, y a las 17:30 voló de nuevo en helicóptero, esta vez hasta Londres, para un acto en el Museo de la Ciencia. En total, 11 horas de trabajo, 655 kilómetros y tres outfits diferentes en un mismo día.

Esto no es una excepción, cada uno de los días de la princesa son así. Llenos de actividades. Un no parar que ella disfruta y del que parece que no quiere alejarse.

La vida familiar de Ana

Con esta agenda, Ana tiene poco tiempo para dedicar a la familia. Aunque en algunas ocasiones la acompaña su marido, Sir Tim Laurence, con el que se casó en segundas nupcias, la mayoría de actos oficiales los realiza en solitario. Es durante algunos fines de semana cuando puede estar junto a los suyos, sobre todo con sus nietos, a los que adora.

Ana es madre de dos hijos con Mark Phillips, su primer marido, del que se divorció en 1992. El mayor es Peter Phillips, quien tiene dos hijas, Savannah e Isla, fruto de su matrimonio ya roto con la canadiense Autumn Kelly. Ahora sale desde hace años con la millonaria Lindsay Wallace. Por su parte, Zara está casada con el jugador de rugby Mike Phillips y son padres de tres vástagos: Mia, Lena y el pequeño Lucas.