Naranja, con efecto moirée y misterioso: el vestido de Máxima de Holanda que combina con joyas de diamantes y corales
En su último día en Filipinas, la reina Máxima ha tirado de fondo de armario, recuperando un vestido que estrenó en 2015, consiguiendo un look muy favorecedor
Máxima de Holanda ha puesto fin a su viaje a Filipinas. La reina de los Países Bajos ha pasado tres días en el país asiático actuando como defensora especial del secretario general de las Naciones Unidas para las finanzas inclusivas para el desarrollo. En su última jornada, la argentina ha visitado la Universidad Ateneo de Manila, cuyos alumnos están lanzando un laboratorio de recursos técnicos para promover la inclusión financiera, entre otras cosas. Un acto para el que Máxima ha recuperado un misterioso vestido naranja, el color emblema de la familia Orange.
Fue en 2015 cuando la reina holandesa estrenó este diseño con estampado moirée, de manga corta, largo midi y detalles beis lisos en la zona del escote y en el bajo. Tal como cuenta la web especializada en los estilismos de la argentina, 'Mode Koningin Maxima', este vestido lo lució una única vez hace ya nueve años, en un acto en el que, además, apenas había casi fotógrafos, por lo que no se pudo ver con detalle el modelo, que ahora la esposa de Guillermo Alejandro ha recuperado para este nuevo viaje a Filipinas.
La reina lo ha combinado de una forma muy sencilla, sobre todo teniendo en cuenta los complementos extravagantes que le encanta lucir habitualmente. En esta ocasión, ha optado por una maxi cartera de mano en tejido trenzado que combina también el naranja y el beis, y que representa unas ondas. A sus pies llevaba unos salones nude de Gianvito Rossi, el zapatero favorito de las royals europeas, desde Kate Middleton a Victoria de Suecia o Mary de Dinamarca.
Toca ahora hablar de las joyas elegidas por Máxima, quien siempre nos da alegrías en este aspecto. La reina ha completado su look con unos vistosos pendientes de diamantes y coral que tiene desde hace años. La argentina lucía también un anillo de oro blanco con diamantes talla brillante y coral rojo en talla cabujón. Asimismo, llevaba una pulsera tipo esclava en color coral, con incrustaciones florales.
Las mencionadas son solo algunas de las alhajas que lucía la reina, pues también llevaba una pulsera de perlas, otra de oro amarillo con piedras de distintos colores, otra de diamantes, así como una de hilo en blanco y rojo. No faltaba un complemento al que nunca renuncia: un reloj, este con correa de acero.
Tras este acto, Máxima ha puesto ya fin a su viaje a Filipinas para regresar a los Países Bajos. En breve, la reina podrá tener ya a su hija pequeña, la princesa Ariane, en casa, el palacio de Huis ten Bosch, pues a principios de junio terminará las clases en el UWC Adriatic College, la versión italiana del internado galés al que iba la princesa Leonor y en el que actualmente estudia la infanta Sofía.
En cuanto a las dos hijas mayores de Guillermo Alejandro y Máxima, Amalia sigue con sus estudios en la universidad de Ámsterdam tras el año que vivió en Madrid debido a las amenazas de la mafia. Por su parte, Alexia, la mediana, está disfrutando de un año sabático, y será este verano cuándo decida qué rumbo quiere tomar en su vida.
Máxima de Holanda ha puesto fin a su viaje a Filipinas. La reina de los Países Bajos ha pasado tres días en el país asiático actuando como defensora especial del secretario general de las Naciones Unidas para las finanzas inclusivas para el desarrollo. En su última jornada, la argentina ha visitado la Universidad Ateneo de Manila, cuyos alumnos están lanzando un laboratorio de recursos técnicos para promover la inclusión financiera, entre otras cosas. Un acto para el que Máxima ha recuperado un misterioso vestido naranja, el color emblema de la familia Orange.
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