Novedades sobre la princesa Ana después de su ingreso en el hospital el pasado lunes

Este lunes sonaba la alarma en el Palacio de Buckingham después de que saliera a luz la noticia de que la princesa Ana había sufrido un golpe en la cabeza debido a un un accidente mientras daba un paseo a lomos de su caballo en la finca de Gatcombe Park.

Con 73 años, la preocupación entre la realeza británica era más que notable. “Ha sufrido heridas leves y conmoción cerebral”, comunicaba así el departamento de prensa los daños que había recibido.

La hija de Felipe de Edimburgo es conocida por ser uno de los miembros más activos de la casa real, ya que asiste a centenares de actos a lo largo de todo el año. Además, es una experimentada amazona, habiéndose convertido en uno de los jinetes más hábiles de Inglaterra.

La hermana de Carlos III participó en los Juegos Olímpicos de Montreal en 1976 formando parte del equipo británico y la última vez que apareció públicamente montando a un caballo fue el pasado sábado 15 de junio, cuando tuvo lugar el desfile ‘Trooping the colour’. Una pasarela militar que obtuvo toda la atención mediática debido a la presencia de Kate Middleton. La princesa de Gales salía ante las cámaras por primera vez tras comunicar que tenía cáncer.

Tras cuatro días en observación, la princesa ha sido dada de alta esta mañana. Según la revista ‘Hello!’, el exoficial de la Marina Real y marido actual de Ana, Sir Timothy Laurence, ha querido dedicar unas palabras al centro de salud que ha atendido a su mujer estos días. “Quiero expresar mi más cálido agradecimiento a todo el equipo del Hospital Southmead por su atención, profesionalidad y amabilidad durante la corta estancia de mi esposa”, ha declarado a su salida.

No es la primera vez que la amazona sufre lesiones y caídas mientras compite. Con 14 años, se rompió un hueso del meñique de su mano derecha después de que se lo pillara con las riendas de un pony mientras cabalgaba en Kent. Más tarde, en 1976, también quedó inconsciente cuando un caballo le cayó encima. Afortunadamente, las heridas no le impidieron participar en los Juegos Olímpicos que se celebraron ese mismo año.