Mary de Dinamarca, de gala estrenando la tiara de diamantes que era un antiguo collar

Lo intuíamos cuando ella misma protagonizó un vídeo en el que se probaba la nueva joya de su colección, una adaptación de una antigua pieza con la que estaba encantada. Y este viernes, durante la visita de Estado del pesidente egipcio a Copenhague, se han confirmado nuestras sospechas al ver a Mary de Dinamarca de gala y estrenando la tiara de diamantes que era un antiguo collar.

No se puede negar que la reina estaba imponente del brazo de su marido, el rey Federico, al entrar en el salón de Christianborg, el castillo donde tenía lugar la velada. Horas antes, la pareja había recibido al mandatario en Amalienborg, también guiados por la etiqueta, pero sin las espectaculares joyas que hemos visto este viernes en la cena de gala.

Mary ha brillado con luz propia y no solo por esa diadema, sino también por su vestido, un diseño en color negro, con cuello alto y manga larga y con toda la parte superior salpicada de piedras y apliques metálicos. El detalle menos royal, por decirlo así, una larga abertura trasera, que iba hasta la parte media del muslo y que permitía ver las medias y el calzado.

Pero lógicamente, es en las joyas donde tenemos que detenernos más tiempo. No pasamos por alto que también era la intención de su propia portadora, ya que ha querido lucir el cabello recogido para que los diamantres brillaran por sí solos. Tampoco los pendientes, dos grandes chatones, han pasado precisamente desapercibidos, y eso que el look de Mary estaba plagadito de brillos y piedras preciosas, debido al broche y las órdenes que ha lucido sobre su vestido negro.

"Su Majestad la reina está reviviendo una tradición centenaria de remodelar las joyas de la Corona danesa de acuerdo con las necesidades cambiantes de los tiempos. Todo ello respetando el patrimonio y la tradición que las joyas de la corona danesa representan de forma única como patrimonio cultural vivo". Así comenzaba el vídeo en el que se explicaba la transformación del antiguo collar tipo Rivière de diamantes rosados creado en en 1840.

El resultado, una tiara de diamantes montados sobre un marco creado por el orfebre Matías Hasbo Dinesen en colaboración con la Colección Real. El collar original fue creado como una cadena que se ajusta alrededor de una cintura y tiene a juego un gran broche de estilo ramillete que iba en el centro. Pero, si bien el broche sí fue lucido en algunas ocasiones por la reina Margarita, el collar estaba guardado en el fondo del joyero, por lo que su nueva propietaria no ha dudado en darle una nueva vida.

Eso sí, aunque ha sido la tiara en la que más nos hemos fijado en esta cena de gala, no ha sido la única, porque también la princesa Benedicta y la princesa Marie han ejercido como anfitrionas para el mandatario egipcio. Y el equipo ha resultado toda una novedad, ya que no es habitual que la cuñada de Federico y Mary asista a una cena de gala ella sola, sin la compañía de su marido, el príncipe Joaquín.

Pero hay una explicación y es que, aunque vive en Estados Unidos, la francesa se encontraba estos días en Dinamarca para afrontar un compromiso de su agenda oficial, por lo que ha hecho una especie de doblete, asistiendo también a esta cena en Christiansborg.

Marie estaba también espectacular con un vestido de lentejuelas en color verde de Jenny Packham, que ha querido coronar con su tiara floral. Mientras, la princesa Benedicta ha querido lucir la tiara Fringe zu Sayn-Wittgenstein-Berleburg, la misma que eligió para la cena de gala con los reyes Felipe y Letizia, en noviembre del año pasado.