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Casa Real a subasta: las joyas más emblemáticas que han cambiado de manos este año, analizadas por un experto
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Casa Real a subasta: las joyas más emblemáticas que han cambiado de manos este año, analizadas por un experto

Victoria Eugenia, Lady Di o Nadezhda de Bulgaria son algunas de las dueñas de estas piezas icónicas que cuentan más por su historia que por las cantidades millonarias que cuestan

Foto: Alfonso XIII y Victoria Eugenia. (Gtres / SFGP)
Alfonso XIII y Victoria Eugenia. (Gtres / SFGP)

El 2024 ha sido un año destacado para los amantes de las subastas y la alta joyería. Desde broches y collares de reinas hasta anillos íntimamente ligados a princesas, varias piezas icónicas pertenecientes a diferentes casas reales europeas han salido a puja, atrayendo tanto a coleccionistas como a historiadores fascinados por su intrincada artesanía y su legado. Son joyas que demuestran el poder y la opulencia de los poderosos —y así lo demuestran las cifras millonarias que se han pagado por ellas— pero que además encierran historias fascinantes de quienes las poseyeron y que cuenta para Vanitatis el joyero Iñaki Torres.

Una de las reliquias que acaparó más titulares es el colgante de esmeraldas y diamantes de la reina Victoria Eugenia de España, vendido por más de 165.000 libras (200.000 euros) en una subasta organizada por Christie's Hong Kong. Esta joya, un broche compuesto por dos esmeraldas cabujón rodeadas de diamantes, formaba parte de un conjunto de gran valor que no llegó a manos de la familia real española actual. "Es una de las piezas más importantes que tenía, pero que no legó a la actual Casa Real", explica el experto.

placeholder El colgante de esmeralda de la reina Victoria Eugenia. (Web: Christie’s)
El colgante de esmeralda de la reina Victoria Eugenia. (Web: Christie’s)

La nieta de la reina Victoria y esposa de Alfonso XIII fue conocida por su refinado gusto en joyería. Tras su muerte, el broche y los pendientes a juego fueron heredados por la infanta Beatriz y, más tarde, la hija mayor de esta, la infanta Alessandra, más conocida como Sandra, condesa Lequio, madre del conde Lequio. La última vez que se lucieron públicamente fue en 2008, en la boda de su hijo con María Palacios, antes de ser finalmente subastados este año.

El broche habla por sí solo. "Incluso si no hubiera pertenecido a nadie relevante, habría sido digno de aparecer en subastas de renombre como Sotheby’s o Christie’s”, recalca Torres. Sin embargo, su vínculo con la realeza le confiere un valor histórico incalculable: “Victoria Eugenia siempre fue considerada uno de los personajes más importantes a nivel social en Europa, y, en aquel momento, Europa era el mundo”.

placeholder El collar Anglesey antes de la subasta. (Reuters / Denis Balibouse)
El collar Anglesey antes de la subasta. (Reuters / Denis Balibouse)

Otra de las piezas más extraordinarias del año fue el collar Anglesey, vendido por casi cinco millones de euros. "Puede ser la joya más famosa de la historia, ya que sembró la semilla de la Revolución Francesa", reflexiona el experto, que señala que podría estar relacionado con un mítico collar de María Antonieta, aunque aclaró que no es la pieza original.

El relato empieza cuatro años antes de la revuelta del pueblo, se acusó a la reina consorte de haber intentado estafar a los joyeros reales adquiriendo una gargantilla muy costosa que después no quiso pagar. Este escándalo avivó las críticas contra Luis XVI y su corte, terminó de socavar su prestigio y, un tiempo más tarde, les hizo pasar por la guillotina. Nadie sabe qué pasó exactamente con el accesorio, pero el político conservador Henry 'Chips' Channon asegura en su diario que las borlas de diamantes que poseía la casa Anglesey fueron parte de la icónica pieza.

placeholder La marquesa de Anglesey, con el mítico collar. (Getty)
La marquesa de Anglesey, con el mítico collar. (Getty)

“Se cree que, cuando fue robado durante la revolución, fue vendido por partes en diversos países del mundo. Así que todo apunta a que uno de estos trozos se utilizó para hacer este fabuloso collar”, explica Torres. La pista la tiene las piedras preciosas que lo componen. Procedente de las legendarias minas de Golconda en India, los diamantes tienen unas características muy concretas dependiendo del lugar donde se gesten y, según el joyero, por época y otros factores, la versión más consolidada es que su origen sea el mismo.

Este ejemplar, compuesto por 500 diamantes que suman 300 quilates, fue fabricado en el siglo XVIII y conserva su diseño original abierto por abajo. El collar ha sido lucido en las coronaciones de Jorge VI y la reina Isabel II, y aunque destaca por su calidad, hay otro factor que aumenta su valor económico: "Es como tener un pedazo de la historia mundial sobre el cuello", completa el técnico. Subastado en Ginebra, esta pieza histórica alcanzó los 4,5 millones de euros, consolidándose como una de las joyas más valiosas jamás vendidas.

placeholder La tiara de diamantes de la princesa Nadezhda de Bulgaria. (Web: Sotheby’s)
La tiara de diamantes de la princesa Nadezhda de Bulgaria. (Web: Sotheby’s)

La historia más increíble, sin embargo, la protagoniza la tiara de diamantes de la princesa Nadezhda de Bulgaria. Esta joya estilo bandeau, lucida en su boda en 1924, sobrevivió a los tumultos de la Segunda Guerra Mundial gracias a la valentía de la princesa Eudoxia, hermana de la royal. En 1944, escondió las joyas reales búlgaras en una caja de hierro enterrada en su jardín, salvándolas de ser confiscadas por el régimen comunista. Décadas más tarde, la tiara resurgió y fue subastada por Sotheby’s en noviembre de este año, alcanzando una cifra impresionante gracias a su excepcional historia y diseño, con diamantes de talla cojín y rosa formando patrones geométricos.

placeholder El anillo de zafiros y esmeralda de la princesa Margarita. (Web: Fellow’s)
El anillo de zafiros y esmeralda de la princesa Margarita. (Web: Fellow’s)

Entre los tesoros subastados destaca el anillo de zafiro y esmeralda de la princesa Margarita de Reino Unido, una joya con gran valor sentimental. Diseñado exclusivamente para la hermana de la reina Isabel II, esta pieza fue un regalo de Lord Glenconner, luciendo un grabado con la cifra real de la princesa: la inicial "M" coronada. Este anillo, vendido anteriormente por los hijos de Margarita tras su fallecimiento en 2002, volvió a salir al mercado en noviembre de 2024, en una subasta organizada por Fellows Auctions. Su diseño en forma de flor, con piedras preciosas vibrantes, captura el espíritu único y personal de la princesa, un icono de estilo en su época.

placeholder El vestido de la princesa Diana. (Reuters)
El vestido de la princesa Diana. (Reuters)

Además de estas icónicas piezas de joyería, otros objetos ligados a la realeza también encontraron nuevos dueños. Julien’s Auctions presentó el espectacular vestido de sirena de tul azul medianoche de la princesa Diana, diseñado por Murray Arbeid, que alcanzó un precio récord de más de 600.000 libras. Por otro lado, Christie's vendió el vestido de dama de honor de la boda real de 1947, perteneciente a Lady Elizabeth Lambert, por 37.800 libras.

Estas subastas reflejan el interés por la opulencia de la realeza, pero lo más valioso que poseen estas joyas y objetos son los recuerdos que esconden historias de amor, poder y resistencia y que gracias a estar tallados en una pieza trascienden el tiempo.

El 2024 ha sido un año destacado para los amantes de las subastas y la alta joyería. Desde broches y collares de reinas hasta anillos íntimamente ligados a princesas, varias piezas icónicas pertenecientes a diferentes casas reales europeas han salido a puja, atrayendo tanto a coleccionistas como a historiadores fascinados por su intrincada artesanía y su legado. Son joyas que demuestran el poder y la opulencia de los poderosos —y así lo demuestran las cifras millonarias que se han pagado por ellas— pero que además encierran historias fascinantes de quienes las poseyeron y que cuenta para Vanitatis el joyero Iñaki Torres.

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