El accidente doméstico de la infanta Cristina que hizo que llevara el brazo en cabestrillo

No ha sido nada grave pero le ha complicado la vida más de lo que pensaba durante un tiempo. La infanta Cristina sufrió un pequeño accidente hace unas semanas del que todavía arrastra las consecuencias.

La hemos visto estos días con su familia en Grecia en la boda de su primo Nicolás y estaba algo más parada de lo normal. Ni siquiera, por ejemplo, ha llevado la silla de ruedas de su tía Irene, a quien le gusta acompañar como muestra de respeto y de cariño, tanto a la princesa como su madre, la reina Sofía.

Cristina de Borbón no puede moverse con normalidad: hace unos 15 días la revista ‘Semana’ publicaba unas imágenes en la que se la veía con el brazo en cabestrillo y en Vanitatis hemos podido saber los motivos: un accidente doméstico.

Hombro izquierdo

La hermana de Felipe VI ha sufrido un golpe en el hombro izquierdo que le impide moverse con normalidad. Nada grave, pero sí incómodo. La vimos en las citadas fotografías y este fin de semana en Grecia, aunque no llevaba la ortopedia, no podía moverse con libertad.

Los motivos un accidente doméstico sufrido en Madrid, en concreto en el Palacio de la Zarzuela, hace unas semanas, no los hemos podido saber. Vanitatis ha preguntado a su entorno y ni ella misma ha dado información concreta a sus hijos, quienes no comentan con nadie lo sucedido. Porque no le gusta hablar de su intimidad (o de sus debilidades): la infanta Cristina, señalan desde su entorno, se pasa el tiempo trabajando, de aquí para allá, y no quiere que una torpeza se convierta en comidilla.

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Pero la prensa la ‘pilló’ en la consulta de un médico, tanto en Madrid como en Barcelona, y finalmente se han dado algunas explicaciones. Las justas, como hemos comprobado.

Viajar sin parar

Mientras tanto, sigue sin parar de viajar y cuando lo hace a Barcelona, suele visitar el piso que se compró el año pasado en la avenida Pedralbes, en el mismo edificio en el que vivió con su entonces marido, Iñaki Urdangarin, cuando era un matrimonio de recién casados.

El piso está en obras, según se puede comprobar ‘in situ’: entran y salen obreros que cuentan, a veces, lo que hacen en el piso. Han tirado paredes y le están lavando la cara. Además, su hijo Pablo lo frecuenta, no sabemos si para comprobar que todo anda bien.

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Porque la idea de la Infanta es tener un refugio en Barcelona donde reunir a la familia y no tener que estar en un hotel cada vez que visita la ciudad, que es al menos dos veces al mes. Y que Pablo Urdangarin pueda ser, si le apetece, su nuevo inquilino puesto que ahora mismo vive en el piso de unos amigos de sus padres y tiene menos libertad de la que tendría en un piso para él solo.

La hermana de Felipe VI pone apunto su nueva casa -que no su nuevo lugar de residencia, insisten-, mientras se pasa el día subida en un avión. Desde Ginebra al resto del planeta: viaja a Barcelona y a Madrid continuamente, además de otros puntos de Europa, África, Latinoamérica y Asia. Por trabajo visita India, Perú y Mozambique y otros muchos países.

Escapada a la nieve

No todo es trabajo: hay otros destinos más placenteros en su agenda, como el que hace poco visitó con unos amigos. La hija de los reyes eméritos estuvo de esquiada, o de escapada a la nieve, en Suiza, en los Alpes, un viaje del que las fechas son confusas por lo que puede que sucediera antes de que sufriera el accidente. Aunque, según señalan las citadas fuentes, se puede ir a la nieve de viaje y no esquiar.

Sin embargo, la falta de explicaciones de su vida por parte de la Infanta, una escapada de este tipo y verla con el brazo en cabestrillo ha provocado que algunas personas de su entorno saquen conclusiones erróneas: pensaron que fue precisamente en la montaña donde sufrió un accidente que le afectó al hombro. Nada más lejos de la realidad, aseguran a Vanitatis, el incidente fue un pequeño accidente doméstico. Sin más.