El último capricho de la jequesa de Catar: el original reloj de Cartier de 42.000 euros que ha sumado a su joyero

Aunque en su joyero hay piezas de todas las grandes firmas internacionales, la jequesa de Catar siente especial debilidad por Cartier. La joyería francesa, creada en París en 1847 por Louis-François Cartier, cuando tomó el control del negocio de su maestro, Adolphe Picard, es en la que más confía la esposa del emir padre. Así lo demostró esta semana, durante un acto oficial. Y es que Moza bint Nasser apareció luciendo un nuevo reloj de la casa, valorado en 42.000 euros.

Para entregar el Premio a la Excelencia de la Fundación Qatar junto a su hija Hind, la jequesa de Catar eligió una túnica negra con aberturas redondas que combinó con un vestido blanco debajo. Llevaba, además, unos salones Manolo Blahnik, el modelo BB 70, y el reloj del que hablábamos antes, que a primera vista parece una pulsera tipo esclava.

El reloj en cuestión es el modelo Reflection, un nombre que hace alusión a su diseño geométrico y a los juegos de luces y reflejos que produce. La caja está camuflada, insertada en el lateral de un brazalete de oro rosado. Presenta agujas de acero con acabado en oro rosa en forma de espada y cristal de zafiro.

Aunque la firma ha lanzado otros relojes con nombres parecidos o conceptos similares en años anteriores, el Reflection de Cartier como tal es un modelo de 2020. Se encuentra disponible en la web de la firma por 42.400 euros, también en oro amarillo. Hay otras dos versiones, con piedras preciosas y semipreciosas como esmeraldas, amatistas o turmalinas, cuyo precio ya asciende a 182.000 euros.

De momento, la jequesa solo ha lucido el modelo de oro rosado, aunque no descartamos verla en un futuro con el de piedras preciosas, pues es una amante del lujo y de Cartier. De hecho, hace unas semanas la veíamos con un gran colgante de la firma valorado en 256.000 euros. Se trata de una exclusivísima pieza realizada por Cartier en 2006 de la que solo se crearon diez unidades. Y ya sabemos que la jequesa de Catar es una de las pocas afortunadas que cuenta con una de ellas.

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Núria Tiburcio

El colgante realizado con diamantes de distintos tonos en blanco, marrón, champán y amarillo, que consiguen crear la imagen de la pantera, el símbolo de Cartier desde sus inicios. Cada diamante ha sido meticulosamente seleccionado y engastado con precisión, garantizando una fluidez de color y brillo en la forma de la pantera.

Asimismo, no debemos olvidarnos de una de las joyas más caras que posee la jequesa: un impresionante collar de Cartier, el modelo Le Tavernier, dedicado a Jean Baptiste Tavernier, quien fue el explorador francés pionero de los negocios en la India durante el siglo XVII. Los dos diamantes gigantes ultrapuros pertenecen a las minas indias de la ciudad de Golconda.

Cuenta con 56.07 quilates de diamantes y perlas multicolores. Cuando salió a la venta en 2001, su precio era de 4 millones de euros. Actualmente, se estima que su precio ronda los 10 millones de euros, "porque los diamantes de Golconda ya no circulan en el mercado, por lo que son extremadamente raros e históricos", explica la cuenta dedicada a Mozah Bint Nasser en Instagram.

Con cada aparición, la jequesa de Catar se reafirma como una verdadera coleccionista de alta joyería, sobre todo de Cartier. Sus elecciones, lejos de ser fruto del azar, son una declaración de intenciones: sofisticación, poder y exclusividad en estado puro.