Boda real de cuento en Alemania: Pedro Sayn-Wittgenstein-Sayn, excuñado de Corinna Larsen, se casa con una japonesa
El príncipe Pedro de Sayn-Wittgenstein-Sayn, el menor de los hijos del príncipe Alexander y la condesa Gabriella, ha dado el “sí, quiero” a Yurina Hattori-Roche, su novia de toda la vida
La boda de Pedro Sayn-Wittgenstein-Sayn y Yurina Hattori-Roche. (Redes)
Nueva boda real. Este fin de semana, el príncipe Pedro de Sayn-Wittgenstein-Sayn, el menor de los siete hijos del príncipe Alexander y la condesa Gabriella de Schönborn-Wiesentheid, ha pasado por el altar para darle el 'sí, quiero' a Yurina Hattori-Roche, su novia de toda la vida. El enlace, de carácter íntimo pero lleno de elegancia, ha reunido en Alemania a buena parte de la alta sociedad europea coincidiendo, además, con el Oktoberfest.
La novia, una joven de origen japonés, ha conquistado a todos con su estilo sofisticado y su naturalidad. Yurina eligió para su gran día un vestido de línea clásica confeccionado en un tejido satinado de tono marfil, con un acabado ligeramente brillante. El diseño destaca por su sencillez y sofisticación, con un cuerpo de escote barco que realza el cuello y los hombros, unas mangas largas ligeramente abullonadas que aportan un toque de romanticismo y falda de corte recto y caída natural.
Pedro Sayn-Wittgenstein-Sayn y Yurina Hattori-Roche. (Redes)
La nueva princesa de Sayn-Wittgenstein-Sayn completó su look nupcial con un velo de encaje sujeto por una tiara clásica propiedad de la familia de su marido. Antes que ella ya la lució en 2019 Alana Bunte, quien se casó con Casimir Sayn-Wittgenstein-Sayn, el que fuera marido de Corina Larsen y padre de su hijo pequeño, el príncipe Alexander. Es precisamente por esa conexión con Corina Larsen, la conocida como "amiga entrañable" del rey Juan Carlos, que esta familia alemana es especialmente conocida en España.
Siguiendo con la elección de Yurina, se decantó por un ramo de flores blancas de aire silvestre, en perfecta sintonía con la decoración floral del templo. El resultado fue un estilismo atemporal y refinado, fiel al gusto por la discreción y la elegancia que caracteriza a las bodas reales europeas.
La boda. (Redes)
Mientras que el príncipe Pedro, el menor de los hermanos Sayn-Wittgenstein- Sayn, es el fundador de TeamFirst, una consultora para emprendedores con sede en Japón, y participa además en la cadena de restaurantes Schmatz, dedicada a la gastronomía alemana en Tokio, la novia es asesora artística. Vive entre Tokio y Los Ángeles, y cuenta con una sólida trayectoria en el mundo del arte contemporáneo. Graduada en el Instituto de Arte Sotheby’s de Nueva York, ha trabajado en importantes galerías tanto en Asia como en Estados Unidos.
La pareja, que lleva años de discreta relación, hizo pública su pedida de mano a principios de año. Yurina compartió entonces en Instagram las imágenes del compromiso, en las que mostraba el espectacular anillo que le regaló el príncipe: una joya de estética vintage, en oro amarillo con rubíes y un topacio azul en forma de lágrima. El post se llenó de felicitaciones de amigos y miembros de la realeza europea.
Con este enlace, solo queda una soltera en la familia Sayn: la princesa María Sofía. El resto de los hijos de Alexander y Gabriella —Heinrich, Alexandra, Casimir y Ludwig— ya están felizmente casados. Durante la boda, y como se muestra en las imágenes, se hizo un especial homenaje a Filippa, hermana del novio, quien falleció trágicamente en 2001 con solo 21 años.
La imagen de recuerdo de Filippa en la boda. (Redes)
La princesa era la cuarta de los siete hijos de Alexander y Gabriella. Estudiante de comunicación y fotografía, Filippa estaba atravesando un momento feliz de su vida cuando en septiembre de 2001, tres meses después de su boda con el conde italiano Vittorio Mazzetti d’Albertis, el destino se le truncó en una carretera de Bristol (Reino Unido). El coche en el que viajaba con el fotógrafo Roberto Sisini, para el que acababa de comenzar a trabajar, colisionó provocando la muerte de ambos.
Con esta unión, la familia Sayn-Wittgenstein-Sayn celebra un nuevo capítulo lleno de elegancia y discreción, donde el amor y la tradición se dan la mano.
Nueva boda real. Este fin de semana, el príncipe Pedro de Sayn-Wittgenstein-Sayn, el menor de los siete hijos del príncipe Alexander y la condesa Gabriella de Schönborn-Wiesentheid, ha pasado por el altar para darle el 'sí, quiero' a Yurina Hattori-Roche, su novia de toda la vida. El enlace, de carácter íntimo pero lleno de elegancia, ha reunido en Alemania a buena parte de la alta sociedad europea coincidiendo, además, con el Oktoberfest.