Kaká y Caroline Celico anuncian su separación después de nueve años casados

“Informamos que, después de nueve años de matrimonio y de común acuerdo, decidimos separarnos. De nuestra unión tenemos dos hijos que amamos mucho. Es un reconocimiento de la importancia de la vida de cada uno en la vida del otro. El respeto, la gratitud y la admiración siguen recíprocos. Contamos con el cariño y la comprensión de todos para que la privacidad de la familia, en este momento de grandes cambios, sea respetada”.

Es el comunicado que Ricardo Kaká y Caroline Celico enviaban a los medios para confirmar su separación definitiva. Una separación con la que se venía especulando desde hacía tiempo, pero que hasta el momento no había tenido confirmación oficial por parte de ninguno de sus protagonistas.

Unas vacaciones de la pareja por separado el pasado mes de junio hicieron saltar todas las alarmas. Al futbolista se le había visto disfrutando de unos días de descanso en la paradisíaca isla de Fernando de Noronha, mientras que su mujer y sus dos hijos, Luca e Isabella, permanecían en Brasil con su madre. A ello se unían unos rumores de infidelidad sobre un presunto affaire entre Kaká y la Miss Brasil Jakelyne Oliviera que habían saltado ese mismo mes. Por entonces el matrimonio salió al paso de las informaciones y desmintieron cualquier posible crisis matrimonial.

Sin embargo, el verano continuó generando imágenes de una pareja que ya no parecía estar tan unida como antaño y fue en septiembre cuando a Caroline no le quedó más remedio que admitir que su idílico matrimonio atravesaba una crisis: “Estamos juntos desde hace 13 años. Yo tenía 18 años de edad cuando nos casamos. Cualquier relación tiene crisis”, dijo la brasileña.

Lo cierto es que a través de las redes sociales el matrimonio seguía mostrándose tan unido como siempre. De hecho, la última imagen de la pareja fue tomada hace solo unos días en una boda en la que acudieron con sus dos hijos. En las instantáneas, que la propia Caroline se ha encargado de hacer públicas en su perfil de Instagram, la familia posa relajada y aparentemente feliz.

Ricardo Kaká llegaba al Real Madrid en 2009. Fue entonces cuando en España la vida más personal de un jugador que se santiguaba en el campo empezó a generar interés. El cliché de que a la mayoría de los futbolistas les gustaba disfrutar del ambiente nocturno de la capital y rodearse de bellas mujeres nada tenía que ver con el brasileño. Kaká estaba felizmente casado desde hacía cuatro años con Caroline y ambos basaban en su profunda fe la esencia de su matrimonio.

Su profunda religiosidad ambos la defendían en cada una de las entrevistas que concedían. “Si no fuera futbolista, sería un pastor evangélico”, dijo Kaká en una ocasión. Y es que tanto él como su esposa formaron parte de una comunidad evangélica de Sao Paulo hasta 2013.