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Jean-Paul Belmondo: una gran herencia en juego y un polémico libro de su última pareja
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INCÓGNITA

Jean-Paul Belmondo: una gran herencia en juego y un polémico libro de su última pareja

El pasado 6 de septiembre fallecía el mítico protagonista de 'Al final de la escapada', tras unos años en los que su salud estuvo muy delicada

Foto: Jean-Paul Belmondo, en los Cesar de 2017. (EFE)
Jean-Paul Belmondo, en los Cesar de 2017. (EFE)

La muerte de Jean-Paul Belmondo ha dejado huérfano al cine internacional, aunque ya hacía tiempo que su presencia laboral era prácticamente testimonial, a consecuencia de los problemas de salud que arrastraba. Esta bajada de su ritmo de trabajo estuvo motivada primero por un derrame cerebral que sufrió el 8 de agosto de 2001, de cuyas secuelas estuvo años recuperándose, aunque no del todo, especialmente en términos de movilidad.

No todo acabó ahí, en 2019 sufrió también una fuerte caída, que le dejó con fuertes dolores en los hombros, las costillas y las piernas. Muy mermado en sus facultades físicas, requirió atención y cuidados hasta el final y, según parece, en ningún momento estuvo carente de ellos.

La mansión más codiciada

Hablamos de un declive de un gran actor y que, por lo tanto, ha dejado un más que notable patrimonio que ahora los franceses temen que pueda acabar en una disputa entre sus herederos, a ser posible no de la ferocidad que desató el legado del mítico Johnny Hallyday, entre su viuda, Laetitia, y sus hijos mayores, David y Laura. Son diversas las propiedades inmobiliarias que ha dejado ("No precisamente estudios", recalca la prensa francesa) y que ahora habrá que dividir entre sus hijos. Entre estos bienes raíces destaca la joya de la corona, una mansión en Saint-Germain-des-Prés, donde el metro cuadrado oscila entre los 10.000 y los 26.000 euros. Una fortuna que se repartirán sus hijos, en principio a partes iguales, aunque hay algunos medios franceses que auguran ciertas tensiones a la hora de hacer el reparto.

placeholder Imagen del funeral de Jean-Paul Belmondo, que falleció a los 88 años. (EFE)
Imagen del funeral de Jean-Paul Belmondo, que falleció a los 88 años. (EFE)

Recordemos que Belmondo había sido un conquistador y que se casó por primera vez en 1954 con Elodie Constantin, con quien tuvo tres hijos: Patricia, que falleció a los 40 años en 1994, Florence y Paul Belmondo, quien ha sido el más mediático de los tres, no solo por su relación de juventud con Estefanía de Mónaco sino por su pasión por la velocidad y por una modesta carrera como actor que no alcanza la veintena de títulos.

Como decimos, por la vida de Belmondo, al igual que por la de su gran amigo Alain Delon, pasaron algunas de las mujeres más bellas del mundo, entre otras la 'chica Bond' Ursula Andress; la sensual Laura Antonelli, recordada por sus películas de marcado contenido erótico y desgraciadamente por su terrible decadencia, y su segunda mujer, Natty Tardivel, madre de su hija Stella, que vino al mundo en 2003. Cinco años más tarde, se divorciaron y mantuvo una tumultuosa relación sentimental junto a Barbara Gandolfi, que acabaría en los tribunales. Posteriormente vino un affaire con la cantante de origen brasileño Carlos Sotto Mayor, con quien ya había tenido una relación décadas antes (él contaba entonces 47 años y ella 19) y que retomaron en los años finales de su vida.

Un libro no muy oportuno

Y ese esta mujer, Carlos Sotto Mayor, quien está ahora en el punto de mira, porque ella atesora muchos de los secretos de su vida, muchos de los cuales han quedado desvelados en el libro 'Jean Paul, mon homme de Rio' ('Jean Paul, mi hombre de Río'), que hace un juego de palabras con la película 'El hombre de Río', de Philippe de Broca, y que acaba de ver la luz nada más fallecer el emblemático actor (el 22 de septiembre, dieciséis días después del deceso), algo que ha indignado a la famila del actor, que considera inaudito que ahora saquen a la luz todos los detalles de su historia de amor. Sobre todo en tan poco tiempo, lo que parece a todas luces una oportunista estrategia de marketing, aunque ella y su editor se han defendido de estas acusaciones.

placeholder La portada del controvertido libro.
La portada del controvertido libro.

Carlos Sotto Mayor llevaba un tiempo instalada en Portugal, pero veía al actor con relativamente frecuencia. Sin embargo, no estuvo presente ni en el funeral celebrado en la iglesia de Saint Germain-des-Prés de París ni en el homenaje casi de Estado que se le rindió en Los Inválidos. Asegura que no hubiera podido ir y, respecto a la salud del actor, a quien recordamos también por títulos como 'La sirena del Mississippi' y '¿Arde París?', subraya que "desde finales del año pasado no hablaba nada, estaba peor, pero cuando nos reencontramos el verano pasado, pensé que aún tendríamos muchos años para reírnos y divertinos. Estaba equivocada", mantiene al tiempo que manifiesta sentirse afortunada por lo que ella considera "la última cita".

Un caché muy elevado

¿Cómo amasó la fortuna que ahora podría enfrentar a sus herederos, según algunos medios franceses? Pues no hay más que echar un vistazo a su brillante carrera, que comenzó a finales de los años cincuenta con la película 'Sois belle et tais-toi', donde coincidió con el debutante Alain Delon, a quien tan abatido y mermado de salud vimos en el homenaje de Los Inválidos. Después llegaría otro de los grandes de la Nouvelle Vague, Claude Chabrol, quien le dio una gran oportunidad en 'Una doble vida', pero sería 'Al final de la escapada', de Jean-Luc Godard, en 1960, la que le convertiría en una estrella internacional junto a la malograda Jean Seberg. A partir de entonces, los mejores directores franceses se le rifaron...

placeholder Cartel promocional de 'Un hombre solitario y su perro'.
Cartel promocional de 'Un hombre solitario y su perro'.

Y pasó por las manos de Claude Sautet, François Truffaut, Jean-Pierre Melville, Philippe de Broca o Henri Verneuil. Y no nos olvidemos de 'Dos mujeres', de Vittorio De Sica, que le valdría el Oscar a la mejor actriz a Sophia Loren. Aupado por su propio éxito, Belmondo creó su productora, Cerito Films, con la que saca adelante proyectos como 'La Scoumoune', al lado de Claudia Cardinale, otro de los grandes mitos del cine italiano, o 'Le Magnifique', junto a Jacqueline Bisset.

Jean Paul Belmondo tenía fama de saber negociar muy bien su caché y baste como ejemplo una de sus últimas y no mejores películas, 'Un hombre solitario y su perro' (2008), por la que se habría embolsado 450.000 euros más un porcentaje del 9% de la taquilla, lo que supondrían otros 140.000 más. Unas cifras que podemos hacer extrapolables a su extensa filmografía en la que fue una de las estrellas más rutilantes de Europa.

Relojes de lujo, joyas y trajes a medida

Aun así tampoco podemos perder de vista que era lo que se dice un 'bon vivant' y a lo largo de su carrera acumuló numerosos relojes de lujo, joyas y trajes de los mejores diseñadores del mundo hechos a medida. Baste como ejemplo que en 2013 se subastó uno de sus Rolex y se cree que se alcanzó la cifra de 163.000 euros, según informa 'Oh! My Mag'.

Belmondo fue icónico, pero le costó en términos de reconocimientos ser profeta en su tierra. Sus éxitos de taquilla eran descomunales, su presencia en los medios de comunicación permanente, el público nunca le retiró su favor, pero... tendríamos que esperar a 1989 para que ganara el César, el equivalente al Oscar en Francia, por 'El imperio del león', de Claude Lelouch. Y a 2011 para que le dieran la Palma de Oro por toda su carrera en el Festival de Cannes. El ritmo de trabajo del actor bajaría considerablemente en la década de los 90 y en el nuevo milenio, y así en 2009 participa en la mencionada película 'Un hombre solitario y su perro', de Francis Huster, y dos años más tarde en el documental 'D'un film à l'autre', también de Lelouch.

La muerte de Jean-Paul Belmondo ha dejado huérfano al cine internacional, aunque ya hacía tiempo que su presencia laboral era prácticamente testimonial, a consecuencia de los problemas de salud que arrastraba. Esta bajada de su ritmo de trabajo estuvo motivada primero por un derrame cerebral que sufrió el 8 de agosto de 2001, de cuyas secuelas estuvo años recuperándose, aunque no del todo, especialmente en términos de movilidad.

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