Amber Heard tira la toalla: pagará un millón a Depp y no seguirá con la batalla judicial

Uno de los conflictos más mediáticos de los últimos tiempos parece que llega a su fin y lo hace porque Amber Heard ha decidido abandonar la batalla. La actriz ha tomado una decisión y ha querido hacerla pública a través de sus redes sociales, medio que suele emplear para explicar sus decisiones, pues aunque hace pocos días se confirmaba la noticia de que Amber pediría otro juicio, finalmente no será así.

“Después de un tiempo de deliberación, he tomado la complicada decisión de resolver el caso judicial de difamación contra mi exmarido en Virginia”, escribía la actriz en un largo texto publicado en su cuenta de Instagram. Esta decisión no ha sido nada sencilla para ella, pues defender su postura le ha costado su imagen pública y un gran acoso en redes sociales, donde su versión era puesta en entredicho antes de contar con una sentencia en firme.

Ella misma ha querido hacer referencia a esta situación en este mismo texto: “Es importante para mí decir que nunca elegí esto. Defendí mi verdad sabiendo incluso que mi vida se estaba destruyendo. El vilipendio al que me he enfrentado en las redes sociales es una versión ampliada de las formas en que las mujeres son revictimizadas”. Además, reconoce que toma esta decisión tras “perder la fe en el sistema legal estadounidense”, que considera que no protegió su testimonio, pasando a ser considerado un entretenimiento público.

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Recuerda la actriz otro contencioso que mantuvo con su expareja en el pasado, en este caso en Reino Unido y donde sí que se consideró que había sido víctima de violencia doméstica. Aunque ha tomado la decisión de dejar de lado la batalla judicial, quiere aclarar que no es una derrota, que con este gesto no está aceptando el veredicto del jurado ni reconociendo el delito de difamación por el que fue demandada.

Con sus propias palabras explica su necesidad de poner punto y final a esta situación y de seguir adelante con su vida, pues asegura no sentirse capacitada para volver a pasar por lo mismo de nuevo, ni siquiera ante un nuevo jurado. “Al resolver este caso, también elijo la libertad de dedicar mi tiempo a actividades que me ayudan a sanar después de mi divorcio, las cuales están presentes en ámbitos donde me siento vista, escuchada y donde me creen, y en las que sé que puedo efectuar cambios”.

La cuestión económica también parece haber jugado un papel crucial en esta decisión, aunque no ha sido el factor más importante. “No me puedo permitir el riesgo de una factura imposible, y no solo financieramente, también psicológica, física y emocionalmente. Las mujeres no deberían tener que escoger entre abusos o bancarrota por contar su verdad, desafortunadamente no es raro”.

Tomar esta decisión no ha sido sencilla; de hecho, ha recorrido un largo camino hasta llegar a ella. Sigue sintiendo gran orgullo por haberlo andado, por alzar la voz y por defender su historia. “Mi voz siempre será mi mayor poder”, escribía al finalizar su declaración, en la que no ha querido olvidar a quienes siempre la han apoyado. “Todo superviviente sabe que la posibilidad de contar su historia es a menudo el único alivio”.

La actriz, que ya tuvo que vender algunas de sus propiedades para enfrentar la deuda, no parece estar dispuesta a arriesgarse a que esta sea mayor y ha llegado a un acuerdo por el que pagará 1 millón de dólares a quien fuera su pareja, tal y como aseguran en ‘Daily Mail’. Se compromete, eso sí, a abandonar este tema para siempre en los tribunales, pero no reconoce su culpabilidad y podrá hablar de ello con libertad.

Una vida que ha tenido que reconstruir, pues tras la sentencia su imagen estaba más dañada que nunca. Mientras Depp continuaba con sus compromisos profesionales, Amber escogía el pueblo mallorquín de Costitx para desconectar de todo y aprovechar su tiempo junto a su hija, Oonagh, y su pareja, Bianca Butti.