Así están siendo las primeras vacaciones en solitario de Brigitte Macron en la costa francesa
La primera dama francesa se ha visto obligada a desplazarse hasta el sur del país en soledad con motivo de la supresión del periodo vacacional de su esposo, Emmanuel Macron
Bormes-les-Mimosas, un pequeño enclave medieval del siglo XII ubicado en la Provenza francesa y con una población de apenas 7.000 habitantes, se ha convertido en el refugio vacacional de Brigitte Macron. Tal y como prueban unas instantáneas conseguidas por los paparazzi, la primera dama francesa se ha trasladado al que es considerado uno de los puntos más bellos de la nación para disfrutar de sus días libres, propios de la temporada estival.
Aunque cerca del mítico y estiloso Saint-Tropez, otro de los destinos más ansiados por los vips internacionales, la esposa del presidente de la República francesa ha optado, como es costumbre, por una discreción absoluta. Por ello, hemos podido ver a la exprofesora de secundaria enfundada en un conjunto deportivo protagonizado por un catsuit bicolor blanco y azul navy, completado por unas gafas de sol en pro de la privacidad, unas zapatillas Nike con cámara de aire y su reconocible y voluminosa melena platino. No obstante, el detalle más destacado es la ausencia de su marido, Emmanuel Macron.
Las fotografías revelan que Brigitte se ha tenido que desplazar hasta la región del sur de Francia, destacable por sus playas de aguas turquesas cristalinas y su envidiable clima, en solitario. La mujer de 70 años se encuentra únicamente acompañada por un equipo de seguridad, conformado por tres personas, y su inseparable perro. Junto a ellos ha podido disfrutar de planes tan variados como un día de mar a bordo de una lancha o un paseo matutino a la orilla del mar.
Dicha estampa difiere mucho de lo apreciado en años anteriores, cuando el matrimonio se trasladaba en estas mismas fechas a tal ubicación. Precisamente, sus vacaciones en la Costa Azul siempre fueron un motivo de enfrentamiento con los fotógrafos. Los Macron protagonizaban verano tras verano las principales portadas de las revistas francesas, como 'Paris Match', publicación que llegó a conseguir unas imágenes de ambos sobre una moto de agua. No obstante, estos gestos eran considerados por los líderes franceses como una invasión a su intimidad y llegaron a elevar el caso a los tribunales.
El motivo de la ausencia de Macron
A pesar de que en un primer momento las imágenes de la primera dama en solitario puedan resultar impactantes, el motivo de la ausencia de Emmanuel Macron está más que claro. La nación se encuentra atravesando uno de sus momentos más difíciles de los últimos tiempos. Una ola de disturbios sacude el país debido a la muerte de Nahel, un joven de 17 años, fallecido a causa de un disparo policial en un control en Nanterre. Un hecho considerado crimen racista que ha generado en Francia su propio movimiento Black Lives Matter.
El país vive día tras día momentos de tensión e incluso se ha planteado el establecimiento del estado de emergencia para intentar disolver los disturbios y altercados. Es más, ciudades como París o Burdeos cuentan con toques de queda y parón de los transportes públicos a partir de determinadas horas de la noche. Precisamente, en la capital del país es donde se encuentra el presidente, quien, al igual que canceló su visita de Estado a Alemania, ha decidido renunciar a sus vacaciones en pro de su labor política.
La agenda de Brigitte
Por otro lado, su esposa solventaba los últimos asuntos pendientes en su agenda tan solo una semana atrás. En primer lugar, la primera dama asistía al funeral de Estado de Jane Birkin en París y, posteriormente, se encargó de ejercer de anfitriona de Jill y Ashley Biden en la capital con motivo de su visita por el regreso de EEUU a la Unesco tras cinco años de ausencia.
Además, Brigitte Macron también quiso realizar un poco de turismo con madre e hija y se dejó fotografiar junto a ellas en el cementerio americano de Saint-James, dedicado a los soldados caídos durante la Segunda Guerra Mundial, y el islote rocoso de Mont Saint-Michel, puntos convertidos en un despliegue absoluto de tendencias.
Bormes-les-Mimosas, un pequeño enclave medieval del siglo XII ubicado en la Provenza francesa y con una población de apenas 7.000 habitantes, se ha convertido en el refugio vacacional de Brigitte Macron. Tal y como prueban unas instantáneas conseguidas por los paparazzi, la primera dama francesa se ha trasladado al que es considerado uno de los puntos más bellos de la nación para disfrutar de sus días libres, propios de la temporada estival.
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