Manual de uso sobre el desmaquillante de ojos
Recuerda la importancia de retirar la suciedad de esta parte de tu rostro. ¿Preparada para poner ojitos a otro nivel?
Ya sabes que tu mirada es el espejo del alma. Y ya habrás adivinado que las ojeras se postulan como el mejor chivato de tu nivel de cansancio… Quizá eres de las beauty-responsables que se saben bien la lección y entienden que invertir en un buen tratamiento para el contorno de los ojos es esencial. Pero ¿qué sucede con la limpieza de la zona? Hoy te desvelamos las 5 respuestas imprescindibles.
1. ¿Por qué debemos desmaquillar esta zona con más cuidado?
El principal motivo es porque la piel del contorno de ojos es más fina que la del resto del rostro. Inés Taus, del Departamento de Formación de Lierac-Jowaé-Phyto, nos hace un breve resumen de las razones complementarias: presenta menos cantidad de fibras de colágeno y elastina, lo que la hace más susceptible a las agresiones externas y a relajarse más rápido, haciendo que las arrugas aparezcan con facilidad. Es una zona que está en un ejercicio constante con 22 músculos que no paran de moverse al parpadear e incluso al enfocar. Además, la zona del contorno tiene menos cantidad de glándulas sebáceas, por lo que tiende a la sequedad y genera una menor protección natural. “Al limpiar bien esta zona, colaboras en que no aparezcan arrugas prematuras mientras se evita que aparezcan posibles infecciones y alteraciones como alergias o dermatitis”, explica.
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2. ¿Debemos realizar una limpieza específica del contorno de ojos aunque no lo hayamos maquillado?
Por supuesto. Sandra Burgos, directora del Departamento de Formación de Clinique, admite que siempre estamos expuestos a la polución, lo que trae como consecuencia que se acumulen impurezas y partículas sobre el rostro. Ella reconoce que en “el hábito diario de limpiar el rostro, debemos incluir la eliminación de suciedad del contorno de los ojos”. ¿El plus? Con este gesto ayudas a que los ingredientes de las fórmulas específicas de tratamiento penetren mejor y actúen de forma óptima.
3. ¿Cómo debemos elegir nuestro desmaquillante?
“La piel del contorno presenta un pH mayor que el resto del rostro (es de 6-5-7,5 frente al 4,7-5,7 del cutis), por lo que las fórmulas deben adaptarse a este pH más alcalino”, reconoce Inés Taus. El consejo es elegir cosméticos hipoalergénicos, suaves, sin perfumes ni alcoholes. Sostiene que es imprescindible que respeten tu fisiología: “El pH lagrimal, el microbioma, la barrera de hidratación y las características de cada tipo de piel”. ¿Un truco? Sandra Burgos aconseja que “si la piel es seca, lo más recomendado es elegir texturas más oleosas, que además no dejan sensación de tirantez sobre el delicado contorno. Mientras que si la dermis tiene tendencia a la sensibilidad, adorarás los desmaquillantes con tecnología micelar e ingredientes calmantes que no dejen residuos”. Ella sostiene que también es muy importante pensar en el tipo de cosméticos de color que solemos utilizar en la mirada. Cuando tiendes a looks naturales puedes optar por soluciones más suaves, pero si por el contrario lo tuyo son las sombras pigmentadas o las máscaras de pestañas waterproof, deberás optar por desmaquillantes específicos. Hay varias opciones que acaban con el make up resistente como las opciones bifásicas (compuestos de una parte en agua y otra en aceite que se deben mezclar antes de utilizarlos para retirar maquillaje intenso y sin dejar residuos grasos) o los bálsamos que sirven para todo el rostro.
4. Manual de uso PRO del desmaquillante de ojos
Con la premisa de eliminar toda la suciedad en esta zona tan sensible para evitar posibles infecciones, lo más recomendado es hacerlo sin frotar la piel (mejor presionando suavemente), impregnando un disco de algodón con la fórmula específica y utilizándolo sobre un solo ojo con gestos descendentes. La norma básica es primero limpiar los párpados, desde la zona del lagrimal hacia fuera, y después las pestañas, desde la raíz hasta las puntas (puedes ayudarte con un bastoncillo), con el fin de evitar que entren restos de la fórmula en el ojo.
Después repite el proceso con el otro ojo y recuerda que quizá debes utilizar varios discos hasta que salgan totalmente limpios. El hecho de trabajar primero un ojo y después el otro evitará posibles contaminaciones entre ambos. Nota: lo más adecuado es desmaquillar primero el contorno de ojos con el fin de que, si queda algún resto, acabes con él cuando limpies el resto del rostro.
5. Tips (expertos) extra
Las toallitas no son la mejor solución para retirar la suciedad de esta parte del rostro. Mejor déjalas para momentos puntuales. Además, Inés Taus advierte que es mejor dejar los trucos caseros para desmaquillar la zona a un lado. Si has leído que el aceite de oliva o los complejos como la vaselina pueden ser tus aliados, olvídalo pues “pueden ser comedogénicos, es decir, obstruir el poro, dañar el contorno o irritarlo y crear imperfecciones”, sostiene. Por su parte, Sandra Burgos recomienda que, después de desmaquillar la zona, lo ideal es pulverizarla con una bruma hidratante y refrescante que te añadirá una sensación relajante extra.
Ya sabes que tu mirada es el espejo del alma. Y ya habrás adivinado que las ojeras se postulan como el mejor chivato de tu nivel de cansancio… Quizá eres de las beauty-responsables que se saben bien la lección y entienden que invertir en un buen tratamiento para el contorno de los ojos es esencial. Pero ¿qué sucede con la limpieza de la zona? Hoy te desvelamos las 5 respuestas imprescindibles.