¿Se puede estar morena en invierno? Guía práctica del bronceado exprés
Lo que nos gusta llevar una falda con abertura lateral y que la pierna que se asome esté bronceada como si acabáramos de deshacer las maletas
Lo que nos gusta llevar una falda con abertura lateral y que la pierna que se asome esté bronceada como si acabáramos de deshacer las maletas. El moreno favorece a todo el mundo pero por desgracia estar bronceado los 365 días del año, a no ser que vivas en Canarias o un paraíso playero similar, a lo mejor es un poco imposible, teniendo en cuenta las bajas temperaturas y la falta de sol del otoño y el invierno.
En plenas Navidades los eventos en los que lucir palmito se multiplican y además de convertirse en una diosa del dominio de los polvos bronceadores, hay que ponerse al día con prácticas de bronceado. Dejando el uso de las cabinas autobronceadoras aparte, nos centraremos en cosméticos que se pueden aplicar en casa, son fáciles de usar y dejan la piel bronceada e iluminada sin acabados artificiales.
Cómo conseguir resultados duraderos
Existen diferentes tipos de autobronceadores con los que se puede lograr un acabado muy natural. Para conseguir un mejor resultado, antes de aplicarlo es preferible preparar la piel. El momento idóneo para hacerlo es después de la ducha, ya que la piel limpia y previamente exfoliada mejora la absorción de los cosméticos que se apliquen. Los autobronceadores funcionan como un 'tinte' que se adhiere en la capa más superficial de la piel, así que si quedan pieles muertas en la epidermis, también absorberán estos pigmentos y se verán más oscuras que el resto de la piel.
En zonas como las rodillas o los codos, siempre más secas y en las que hay pliegues, se suele acumular el producto, quedando aún más oscurecidas. Para evitarlo, antes de aplicar el autobronceador hidrátalas bien con una crema corporal rica o con vaselina.
Uno de los errores más comunes es dejar rastros de la pasada del autobronceador, los 'restregones' que diría una madre. Aplicándolo con movimientos circulares, si hay alguna zona por la que no pasemos el autobronceador, quedará más uniforme y no se notará tanto. Comienza aplicando el producto en zonas más amplias y ve extendiéndolo poco a poco hacia los extremos. De esta forma, las zonas con pliegues o las internas, siempre más blancas, recibirán menos producto y el bronceado será más natural.
Aunque todos los autobronceadores aseguran no manchar la ropa, es mejor no correr riesgos porque algo tan habitual como sudar puede hacer que la piel transpire y el pigmento manche la ropa. Para mejorar la absorción y evitar riesgos, aplica el autobronceador por la noche, antes de dormir y, a poder ser, ponte un pijama ligero y oscuro para minimizar los daños.
Los autobronceadores aumentan su efectividad con el paso de las horas, así que pasar varias horas sin apenas movernos y a una temperatura regular es un valor seguro. En algunas ocasiones, al levantarte verás que tú piel no tiene el tono dorado que deseabas sino más bien cetrino. La solución es muy sencilla: una duchita. Tranquila, se irá solo el excedente de producto, no tu recién estrenado moreno.
Dar con el cosmético idóneo
Puede que hasta que encuentres el producto que te dé todo lo que quieres, color, textura, olor o facilidad de la extensión, tengas que probar bastantes autobronceadores. Los mejores resultados siempre vienen de los productos que crean un bronceado progresivo. Si quieres estar morena de la noche a la mañana, tu bonito bronceado tornará en un color artificial y desaparecerá en un abrir y cerrar de ojos. Igual que vino se irá.
Los aceites bronceadores se han convertido en una de las soluciones más cómodas y efectivas al ser casi un cosmético multifunción. Broncean poco a poco, no manchan, dejan un acabado más natural e hidratan la piel sin dejarla grasa.
Los potenciadores del bronceado actúan sobre tu base de color y la 'embellecen' añadiendo matices.
Las muses se han convertido en una revolucionaria forma de conseguir broncear la piel sin correr riesgos. En este caso el resultado depende del tiempo que se deje el producto sobre la piel. Con un par de horas será sutil e irá en aumento hasta las 6 horas cuando alcance el tono más alto. Por supuesto, el uso continuado aumenta también el tono. Sus puntos a favor son su facilidad de uso. Se aplican con ayuda de una manopla y su textura minimiza las probabilidades de dejar huellas.
Autobronceador Express Bronzing Mousse de St Tropez (29,95€). Es un arma secreta que guardar siempre en casa. Aplícalo la noche antes de un evento especial y te despertarás con un tono bronceado natural y dorado. Otras muses dejan la piel con un color oliváceo pero esta mus tiene el tono perfecto. Puedes elegir la intensidad de la mus según tu tono de piel.
[LEER MÁS: Todas las claves para un bronceado exprés (lo más natural posible)]
Las viejas conocidas toallitas autobronceadoras siguen existiendo y quizás son las que ofrecen resultados más rápidos pero al no controlar la cantidad de producto de cada una -suelen venir muy empapadas-, puedes terminar con un color demasiado intenso o con ronchas. No te la juegues y acude siempre a marcas de confianza como las míticas toallitas autobronceadoras de Comodynes (c.p.v.).
Resultados inmediatos
Además de conseguir un bronceado ‘long tail’, el maquillaje es el gran aliado los looks de última hora en los que queremos subir un par de tonos el color de nuestra piel. Desde cremas corporales con color y micropartículas brillantes con las que dejar la piel iluminada hasta bronceadores fluidos de larga duración. Color Cream Face & Body Cream Gel Color en tono ME710 Copper de Make Up Forever (c.p.v.) es un ejemplo de salvavidas corporal. A través de una ligera capa de color, aporta un inmediato aspecto de piel saludable y besada por el sol, luminosa y jugosa. No mancha la ropa y se va perfectamente con una ducha.
Para recrear el mismo efecto en el rostro, Dew the Hoola Liquid Bronzer de Benefit (c.p.v.). Más fluido que una base de maquillaje habitual, se aplica con facilidad gracias a su textura casi acuosa. Se funde sin dejar ronchas y la piel queda jugosa. Aplicando una gota sobre las mejillas es suficiente para dar color a las manzanas y extender con delicadez el producto restante sobre el tabique y la punta de la nariz. La frente y la brabilla también agradecerán ese toquecito de sol.
Continuando con las fórmulas fluidas, los bronceadores en gotero también existen y ayudan a que el tono sea más homogéneo y natural. Para conseguir una piel ultraluminosa Custom Glow Drops de Lancôme (32,50€) es un gran aliado, el secreto es aplicarlo en la justa medida, primero con poco producto e ir añadiendo producto en función de la intensidad que desees. De nuevo, las mejillas y la frente son las zonas estrella, pero en esta ocasión, hay que controlar el plus de iluminador y aplicarlo no a modo de contouring, sino como un iluminador.
Los bronceadores tradicionales, en polvo, nos ayudan con el maquillaje diario, pero pueden convertirse en excelentes autobronceadores con cambiar la forma de aplicarlo y las capas de producto. Prepara bien la piel, que esté hidratada y con una base de cobertura media y de acabado ligeramente mate, ayudará a que el color se asiente mejor. Utiliza una brocha grande y, como siempre, toma poco producto, retira el excedente y aplícalo con movimientos circulares, amplios y cubriendo mejillas, nariz, frente, barbilla, cuello y escote.
Para lograr un look ‘flawless’, un bronceador mate como el
Lo que nos gusta llevar una falda con abertura lateral y que la pierna que se asome esté bronceada como si acabáramos de deshacer las maletas. El moreno favorece a todo el mundo pero por desgracia estar bronceado los 365 días del año, a no ser que vivas en Canarias o un paraíso playero similar, a lo mejor es un poco imposible, teniendo en cuenta las bajas temperaturas y la falta de sol del otoño y el invierno.