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Los beneficios del frío: ¿te atreves a meterte en una criosauna?
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TERAPIAS CURIOSAS

Los beneficios del frío: ¿te atreves a meterte en una criosauna?

Si tienes reparos para sumergirte en una cámara con nitrógeno, te contamos por qué tienes que hacerlo

Foto: Dylan Sauerwein para Unsplash.
Dylan Sauerwein para Unsplash.

Todo lo que lleve el 'sufijo' sauna suena a música celestial, verdad. ¿Todo? Quizá no. C-R-I-O-S-A-U-N-A. ¿Te imaginas metido en una de esas cubetas donde conservan las probetas con óvulos congelados, pero de tamaño gigante? Pues olvídate de esa imagen de pesadilla.

Para empezar, hablemos con propiedad, no es una cubeta, sino una criocámara vertical. Y para que dejes de hiperventilar, según nos confirma el doctor Ivan Mañero, de IM Clinic, es imposible congelarse en ella. “Se excluye totalmente la posibilidad de hipotermia. El hecho de que el procedimiento solo afecte a la superficie del cuerpo y la corta duración del mismo hacen que el núcleo del cuerpo mantenga su temperatura. Por otra parte, dispone de un triple sistema de seguridad. Por un lado, se para automáticamente cuando lleva tres minutos funcionando, el paciente está monitorizado por una terapeuta que le controla en todo momento tanto de manera visual (no deja de mirarle durante todo el tratamiento y de hablar con él) como a través de un monitor que controla la temperatura, el tiempo y el programa que se está llevando a cabo y que le permite detener el proceso. Además, si el paciente se siente incómodo en cualquier etapa de la sesión, con solo empujar levemente la puerta de la criocámara, todo el sistema se para de manera automática”, apunta.

placeholder Dylan Sauerwein para Unsplash.
Dylan Sauerwein para Unsplash.

¿En qué consiste?

Ahuyentados los temores más racionales, podemos entrar ya en detalle y explicar lo que pocos conocen y que, justamente por eso, es lo que infunde este miedo a lo desconocido: ¿en qué consiste exactamente esta tecnología? Ivan Mañero lo explica alto y claro: “Este es un tratamiento que usa temperaturas que llegan a los -200ºC para reactivar nuestro organismo, la circulación sanguínea, el sistema inmunológico y el sistema nervioso central. El brusco cambio de temperatura que experimentamos al entrar en la criosauna estimula los receptores de calor y el cerebro envía señales para que se activen nuestros mecanismos de defensa y se bombee sangre de forma vigorosa por todo el cuerpo, oxigenándolo y eliminando toxinas. El frío, además, activa el sistema nervioso, que libera endorfinas (que tienen un efecto analgésico y otorgan una sensación de bienestar) y los propios sistemas antiinflamatorios del cuerpo, lo que alivia el dolor”.  

Ahora sí suena bien C-R-I-O-S-A-U-N-A. Y más sabiendo que solo se necesitan tres minutos de sesión y que el frío no es tan insoportable pues, a pesar de la baja temperatura, es un frío seco y la recuperación posterior muy rápida y sin molestias.

¿El bálsamo de Fierabrás?

El número de sesiones dependerá de cada paciente, al igual que la periodicidad del tratamiento. “Por ejemplo, una persona con migrañas puede decidir venir solo cuando tiene una para aliviar el dolor, mientras que un paciente con fibromialgia puede realizar dos o tres sesiones a la semana”, puntualiza el especialista. Y es que lo mejor de este tratamiento es que sirve tanto para tratar problemas de salud como para ayudar a los deportistas o, en su parte más frívola, sacarle partido a tu belleza. Como lo lees, todo un filón que vale para tratar artritis reumatoide, alergias, psoriasis, depresión; para eliminar celulitis, para mejorar el estado de la piel y el pelo, reducir el estrés; para soportar más carga de entrenamiento; tratar contusiones musculares y un largo etcétera.

“Por ejemplo, la criosauna es uno de los tratamientos más utilizados en deportistas de élite para reducir el dolor muscular y conseguir una recuperación más rápida en lesiones deportivas inflamatorias y contusiones musculares. Como tratamiento preventivo, consigue una menor incidencia de lesiones, aumenta el rendimiento deportivo (incremento de la masa muscular, EPO y el hematocrito) y la resistencia aeróbica, además de disminuir la fatiga y el dolor muscular. También se consigue una recuperación más rápida tras los esfuerzos”, remarca Mañero.

Y es que todo son beneficios, gracias a las propiedades vasoconstrictoras, analgésicas, anestésicas y antiinflamatorias de esta técnica. Aquí va uno nada despreciable: “Las endorfinas liberadas durante la sesión producen una sensación de euforia que mejora los estados de tristeza. Además de tener un efecto euforizante, consigue un aumento de la libido y una mayor energía sexual”. ¡Casi nada!

Antes de entrar...

¿Precauciones? Las lógicas… y también las menos lógicas. Resumamos las primeras en lo siguiente: está desaconsejado en mujeres embarazadas, en menores de 10 años y en personas con intolerancia al frío o que sufren ciertos problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares crónicas, tumores malignos, anemia severa, tuberculosis pulmonar, derrame cerebral... Y, en todo caso, antes de iniciar el tratamiento, conviene consultar con un doctor y que este haga una revisión del historial médico.

En el grupo de las precauciones menos obvias, damos la palabra al doctor: “Como en la criosauna hay que entrar en ropa interior, es aconsejable proteger del frío las manos y los pies (con unos calcetines y guantes es suficiente) y no llevar nada metálico que pueda enfriarse en exceso (pulseras, anillos, colgantes, etc.). Es importante también que el paciente no haya comido abundantemente y medie entre una o dos horas desde el almuerzo. Tampoco debe haberse duchado o utilizado lociones corporales en los minutos previos, pues la piel ha de estar completamente seca”.

Todo lo que lleve el 'sufijo' sauna suena a música celestial, verdad. ¿Todo? Quizá no. C-R-I-O-S-A-U-N-A. ¿Te imaginas metido en una de esas cubetas donde conservan las probetas con óvulos congelados, pero de tamaño gigante? Pues olvídate de esa imagen de pesadilla.

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