Es noticia
Menú
Letizia, evolución de una 'beauty queen': de la piel inmaculada a la cara lavada
  1. Estilo
  2. Belleza
Retoques con mesura

Letizia, evolución de una 'beauty queen': de la piel inmaculada a la cara lavada

A sus 49 años, el rejuvenecido rostro de la reina Letizia, lleno de volumen, con un tono de piel impoluto y con una mirada radiante, es todo un ejemplo del 'beautification' de la medicina estética: ser la mejor versión de uno mismo

Foto: La reina Letizia, con un maquillaje ultrabronceado en el Premio Cerecedo. (Getty)
La reina Letizia, con un maquillaje ultrabronceado en el Premio Cerecedo. (Getty)

Las últimas apariciones de la reina Letizia han hecho saltar las alarmas de la rumorología estética que analizaba la piel de la soberana con lupa en busca de un cambio significativo. ¿Era su piel? ¿Era el maquillaje? ¿Acaso un nuevo retoque? Los largos meses con mascarilla podrían haber sido la excusa perfecta para haber recurrido de nuevo a la medicina estética. La sublimada y bronceada piel de la Reina podría explicarse fácilmente con el maquillaje bronceado, tanto en el cuerpo como en el rostro, ya que su envidiable tono de piel cambia de un día a otro.

placeholder La reina Letizia, presentando el telediario de TVE.
La reina Letizia, presentando el telediario de TVE.

En cuanto al resto de los cambios en su rostro, todo indica que pueden explicarse con pequeños retoques perfectamente orquestados, sutiles y espaciados en el tiempo que hayan tenido como resultado una sublimación de su belleza. “La reina Letizia representa lo que ahora en medicina estética llamamos ‘beautification’, o lo que es lo mismo: embellecimiento, que no es más que conseguir ser la mejor versión de uno mismo y que esa versión dure en el tiempo”, apunta a Vanitatis el doctor Leo Cerrud (www.doctorleocerrud.com), experto en medicina estética y uno de los profesionales que nos ha ayudado a analizar los posibles retoques de la Reina.

Letizia a través de los años

Uno de los cambios físicos más señalados de Letizia fue sin duda el de su nariz. En el verano de 2008, el inesperado accidente de Spanair obligaba a los por aquel entonces Príncipes de Asturias a aparecer en el funeral de Estado, haciendo un break en sus vacaciones. Sin embargo, el rostro de la experiodista estaba cambiado y su nariz era la responsable. Justificada por un problema respiratorio, a la septorrinoplastia para corregir la desviación del tabique se le sumó la rinoplastia que modificó el puente de la nariz, pero no sería el único retoque que la Reina se haría. “Posiblemente tiempo después se hizo un retoque de la misma cirugía porque de unas fotos a otras se aprecia un pequeño cambio en el tamaño”, puntualiza el doctor Megreli, experto en cirugía plástica de Inout (www.inoutbarcelona.com).

placeholder Perfil de la reina Letizia. De izquierda a derecha: 2003, 2008, 2008, 2010, 2019. (Getty)
Perfil de la reina Letizia. De izquierda a derecha: 2003, 2008, 2008, 2010, 2019. (Getty)

La siguiente cirugía, según Megreli, es la reducción de mentón. “Antes lo tenía muy prominente y alargado, algo que se veía sobre todo de perfil”, explica. Tras la rinoplastia, este retoque ha ayudado a crear un rostro más armónico. En esta evolución hacia un rostro embellecido, también se ha rumoreado sobre una posible bichectomía, algo poco probable para el doctor: “No lo creo porque ya tenía un rostro muy fino y es de constitución muy delgada”.

placeholder Detalle de la barbilla de Letizia en 2009. (Getty)
Detalle de la barbilla de Letizia en 2009. (Getty)

Inyectable’s lover

Además de modificar algunos de sus rasgos, el cambio en el volumen y la tersura de la piel de la Reina también es fácilmente identificable. El uso de inyectables como toxina botulínica para paralizar algunos músculos, ácido hialurónico para mejorar el volumen o las vitaminas para mantener la piel radiante se han convertido en los compañeros de viaje de la esposa de Felipe VI.

placeholder La reina Letizia, en los Premios Princesa de Asturias de 2019. (Getty)
La reina Letizia, en los Premios Princesa de Asturias de 2019. (Getty)

Su truco siempre ha sido, como apunta el doctor Cerrud, seguir la norma del ‘menos es más’. “Ha manejado los rellenos faciales (ácido hialurónico, hidroxiapatita cálcica, poliláctico, policaprolactona, etc) con maestría hasta más o menos 2019, donde observamos fotos un poco quizás demasiado artificiales, en las que se notaban los retoques y se empezaba a parecer demasiado a Rania de Jordania o incluso a Courteney Cox”, precisa el médico estético. En ese momento, Letizia empezó a utilizar los rellenos de otra manera, “optando por menos volumen, más proyección (mejillas y pómulos) y más ángulos (mandibular y mentón), mucho más en la línea de Demi Moore o Angelina Jolie. Caras delgadas pero muy angulosas”. El volumen se ha convertido en una de las cualidades más cuidadas por la Reina.

placeholder La reina Letizia, con el rostro algo más artificial de lo normal en 2019. (Getty)
La reina Letizia, con el rostro algo más artificial de lo normal en 2019. (Getty)

Otro de sus inyectables de cabecera es el bótox, algo que Cerrud aprecia en la ausencia total de arrugas en frente y entrecejo. "El hecho de que se deje una par de patitas de gallo le aporta un poco naturalidad al conjunto y demuestra el ‘expertise’ de Letizia en el manejo del ‘softox’ o bótox suave". Elisabeth Álvarez, directora de Inout y experta en estética, coincide en la presencia de toxina botulínica en el rostro de la Reina: “Se realiza bótox completo, es decir, en patas de gallo -ya que en algunas fotos sonriendo podíamos ver que tenía arrugas en esa zona y ahora no- y también en frente y entrecejo".

placeholder La reina Letizia, en el Museo del Prado. (Getty)
La reina Letizia, en el Museo del Prado. (Getty)

Los dos expertos en estética también coinciden en el comportamiento del surco nasogeniano, las arrugas que se localizan a los lados de la boca y que aparecen como resultado del descolgamiento de la piel con el paso de los años. En el caso de la experiodista, antes era muy marcado y ahora resulta casi imperceptible. “Al recuperar volumen facial, el surco nasogeniano y las arrugas peribucales han mejorado notablemente, lo cual es obvio en las fotos”, explica Leo Cerrud. Otra opción sería que se hubiera sometido al relleno del propio surco.

Mirada realzada

Letizia lleva años reduciendo su uso del maquillaje, una estrategia a favor de la naturalidad que se ha visto beneficiada por los sutiles cambios en su mirada. Sus cejas, más altas y reorientadas, son, según el doctor Cerrud, resultado de un rediseño con toxina botulínica. Otra opción planteada por Megreli es el lifting de cejas, para elevar y abrir la mirada o los hilos tensores que se utilizan en estética para levantar la mirada como en los foxy eyes.

placeholder Detalle de las cejas elevadas y más oscuras de Letizia. (Getty)
Detalle de las cejas elevadas y más oscuras de Letizia. (Getty)

“Otra de las intervenciones que podemos ver en su rostro es una blefaroplastia superior. En algunas imágenes podríamos ver cómo empezaba a tener exceso de piel en la zona del párpado superior y tiempo después sus ojos se veían mucho más despejados”, señala el experto en cirugía plástica de Inout.

El progresivo cambio en su boca

Ante otros retoques estéticos, puede que la boca de la Reina haya logrado pasar más desapercibida, pero el entrenado ojo de los expertos también encuentra ligeras mejoras como una dentadura más alineada y blanca, resultado puede que de ortodoncia o Invisalign, como Mariló Montero, incluso cabe la posibilidad de que haya colocado carillas en algunos de sus dientes. Los labios, por supuesto, también han recibido una efectiva dosis de ácido hialurónico, según Leo Cerrud: “De manera sutil y en su justa medida, Letizia ha retocado el perfil y la mucosa de los labios”. “Lleva un ligero aumento de labios, muy poco, pero sí podemos notar cómo sus labios lucen más jugosos y con un poco más de volumen (algo muy sutil y natural)”, observa Elisabeth Álvarez.

placeholder Además de más hidratados, los labios de Letizia han ganado un poco de volumen muy natural. (Getty)
Además de más hidratados, los labios de Letizia han ganado un poco de volumen muy natural. (Getty)

Considerable mejora de la piel

Explicados el volumen y la tersura de la piel, otra indudable cualidad del rostro de la reina Letizia es la calidad de su piel, absolutamente luminosa y con un tomo homogéneo en el que jamás se ha visto una mancha. Algo que para los expertos no es una mera cuestión de genética, sino del meticuloso cuidado de la piel que lleva a cabo: “Tiene la piel mucho más cuidada, es una persona de constitución muy delgada, piel fina y en algunas imágenes podríamos ver que le faltaba elasticidad, en cambio actualmente luce mucho más tersa y una piel muy jugosa”, aclara la directoria de Inout, que encuentra una posible explicación de nuevo en hilos tensores o hidrataciones con ácido hialurónico combinados con tratamientos con aparatología como radiofrecuencia y láser para mejorar textura y calidad de la piel.

placeholder Detalle lateral de la piel de la reina Letizia en su visita a ARCO en 2020. (Limited Pictures)
Detalle lateral de la piel de la reina Letizia en su visita a ARCO en 2020. (Limited Pictures)

“Aparte, por supuesto, de todo el arsenal de tratamientos para mejorar y mantener la calidad de la piel en óptimas condiciones, los cuales la Reina parece dominar a sus anchas, como así demuestran las fotos con el falso ‘sin maquillaje’ donde suele lucir una ‘cara lavada’ espléndida”, subraya Cerrud, que alaba la evolución estética de Letizia. “Es como hacer un compendio de medicina estética y cirugía plástica facial pero de la buena, de la que no se nota. De la que te dicen ‘qué buena cara' y no ‘qué te has hecho”, bromeaba el médico.

“La Reina ha sabido alternar tratamientos y cirugías a lo largo de los años consiguiendo lo que observamos hoy: una hermosa mujer de edad indefinida y facciones prácticamente esculpidas con cincel sin un ápice de cansancio, nada de signos de vejez, y expresión, la justa y necesaria”, concluye.

Las últimas apariciones de la reina Letizia han hecho saltar las alarmas de la rumorología estética que analizaba la piel de la soberana con lupa en busca de un cambio significativo. ¿Era su piel? ¿Era el maquillaje? ¿Acaso un nuevo retoque? Los largos meses con mascarilla podrían haber sido la excusa perfecta para haber recurrido de nuevo a la medicina estética. La sublimada y bronceada piel de la Reina podría explicarse fácilmente con el maquillaje bronceado, tanto en el cuerpo como en el rostro, ya que su envidiable tono de piel cambia de un día a otro.

El redactor recomienda