El beehive y otros peinados que convierten a Lily Collins en dictadora de tendencias capilares
Autoconvertida en la 'it girl' de una generación, Lily Collins no se conforma con poner de moda estampados y colores ácidos, ahora también domina las tendencias del cabello
En una clara referencia que solo un milenial comprendería, parafraseando a Dan Humphrey en ‘Gossip Girl’, si quieres formar parte de una historia, escríbete dentro de ella. Una lección que Lily Collins parece haber llevado a cabo con excelentes resultados.
La hija de Phil Collins ha ido trenzando su carrera a base de superproducciones, comedias románticas y cine independiente, haciéndose poco a poco un hueco en el star system. Sin embargo, no ha sido hasta que se ha convertido en productora de su propia serie cuando Lily se ha incluido en la historia, ya no solo de la ficción, sino de la moda.
Puede que Patricia Field haya sido la responsable de crear la imagen de ‘Emily in Paris’ al encargarse del vestuario de la serie de Netflix, pero Lily es quien ha sabido ponerse en el mapa del mundo beauty. Imagen de Lancôme, su rostro puede ser el perfecto lienzo para un anuncio de maquillaje, pero la actriz va un paso más allá y cada una de sus apariciones es una perfecta puesta en escena en la que el más mínimo detalle está cuidado.
Si Emily tiene un peinado y un maquillaje claramente identificables, Lilly cambia de look en un solo parpadeo… Cara lavada, labial rojo mate, delineado finísimo o un arriesgado sombreado glitter son estilismos habituales en la actriz estadounidense y lo mismo ocurre con el cabello.
La ya icónica melena chocolate fundido de Emily Cooper, moldeada con ondas muy marcadas y una destacable raya en medio se queda en el set de rodaje parisino y cada vez que la actriz se desprende del personaje, aprovecha para introducir un nuevo cambio de look en su cabello. Cada uno de ellos, por supuesto, es una clarísima tendencia capilar.
Por ejemplo, antes de que bautizáramos como ‘expensive brunette’ el castaño claro y ultraluminoso que Hailey Bieber popularizara en otoño de 2021, Lily Collins lo incorporó en su melena en agosto, tras cerrar los cuatro meses de rodaje de la segunda temporada de 'Emily in Paris'.
¿Es el curtain fringe uno de los flequillos de moda? Pues Lily lo adapta a su larguísima melena, eso sí, en una versión más actual y degradada en torno al rostro, más cercano al flequillo bottleneck (cuello de botella), para así destacar sus facciones y dar cuerpo al cabello. La actriz no se apunta a las tendencias capilares sin más, sino que les suma un twist con el que poder adaptarlas a su estética.
Es por ello que no veremos a Lily con un bob francés reglamentario, aunque sí tonteando con el pixie... Pero, cuidado, solo con pelucas con las que acercarse al nuevo garçon que arrasa entre las modelos francesas. La actriz ya llevó el cabello corto y ha confesado que no volvería a cortárselo.
Cómo dominar los peinados de moda
El gusto por los cambios de look de Lily Collins se ha convertido en algo habitual a lo largo de su carrera y lo mismo ocurre con sus estilismos capilares. No existe un único peinado al que la actriz recurra, aunque en su intimidad opte por una melena suelta y lisa, pero con una forma natural. Entre su repertorio, sí encontramos una cierta predilección por los peinados de estética retro, especialmente orientados a los años 50 y 60. La segunda temporada de 'Emily in Paris' es un ejemplo. Cardados o coletas con diadema son un ejemplo y a la vez pueden interpretarse como un vaticinio de Collins de las actuales tendencias capilares.
El beehive o moño colmena, que buscaba crecer de forma vertical en inmensos cardados y castañas de varios centímetros, es una de esas inesperadas modas avalada tanto por la pasarela como por TikTok. Brigitte Bardot es una vez más icono referencia para lograr ese volumen tan característico, pero el estilo baby doll en el que los moños se accesorizan y el volumen se hace más esponjoso. Lily Collins ha explorado con éxito ambos estilismos, adaptando la tendencia a looks actuales y logrando incluso que un peinado con mucha elaboración parezca sencillo.
En esta eterna nostalgia estética, los años 90, amparados en esta ocasión por Cindy Crawford, Pamela Anderson o Claudia Schiffer -recientemente su corte corte de pelo servía de inspiración directa en el look nupcial de Nicola Peltz-, dictan los cortes de pelo del momento como el butterfly haircut o el Julia Roberts noventero. La serie 'Tommy y Pam' también volvía a colocar en el candelero a Pamela Anderson y su voluminosa melena rubio platino, recogida con efecto desordenado y 'casual' en un moño.
Puede que Kim Kardashian y su estilista Chris Appleton fueran los primeros en mencionar directamente a Pam como inspiración de su moño para asistir al Show de Ellen. Sin embargo, el moño noventero, de castaña alborotada y mechones frontales sueltos también era reinventado por Lily Collins. En el caso de la actriz, para lograr un efecto más natural, en vez de ahuecar la raíz del cabello, los mechones tan solo se cambian de lado y la altura del recogido se realiza a media altura, no en la coronilla. De nuevo la reinvención es un éxito y, de nuevo, Lily lo hizo antes.
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