Así debes empezar a cuidar tus piernas ya para que no parezcan las de un lagarto en la época del destape

Ahora que parece que el calor ha llegado de golpe, todas hemos corrido a sacar la ropa más fresca del armario y, cómo no, hemos guardado las medias y leotardos en el fondo del cajón, esperando no tener que volver a sacarlos hasta el otoño que viene (aunque el refrán dice que 'hasta el cuarenta de mayo, no te quites el sayo'). El problema del aquí y el ahora es que nos toca lucir piernas de sopetón y ellas no estaban preparadas para el momento del destape…

Probablemente, su tono no sea el más atractivo y, además, puede que también estén secas y descamadas, especialmente en el área que va de la rodilla al pie. “Esto es debido a dos motivos: el primero, que son las extremidades más grandes y lejanas al corazón, por lo que acusan fácilmente problemas de circulación y retorno linfático, lo que provoca que la piel de la zona reciba menos oxígeno y nutrientes, quedando desvitalizada y seca. Segundo, esta área tiene poca sudoración y poros, así que tampoco se beneficia de una hidratación o lubricación como las que sí hay en el rostro”, explica Silvia Oliete, directora y fundadora de los centros de belleza Blauceldona y de la línea de cosmética SO.

Además, al no mostrarlas durante invierno tendemos a cuidarlas menos, a pesar de que en esta estación es cuando más sufren. “La piel de las extremidades es generalmente más fina que la del resto del cuerpo y la confluencia de frío, humedad, cambios bruscos de temperatura y el roce de la ropa la deshidratan y secan más”, añade Patricia Cuenca, directora técnica del centro de belleza Oxigen. Es por eso que ahora toca seguir una rutina de belleza adaptada a las necesidades específicas de tus piernas que, en poco tiempo, estarán listas para todo tipo de minifaldas y shorts.

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Exfoliación adecuada

Lo recomendable es que te exfolies la piel de todo el cuerpo (cuero cabelludo incluido) periódicamente, para así eliminar las células muertas y, además, facilitar la absorción de los cosméticos que vayas a aplicar a continuación. En el caso que nos atañe, “puedes optar por guante de crin, cepillo, exfoliante mecánico con grano más o menos suave, de sal, de azúcar, de cáscara de fruto... dependiendo de tus preferencias y de la sensibilidad de tu piel”, opina Cuenca.

Pero lo más importante es que después de este gesto te hidrates bien la zona. “Si tu piel es extraseca, aplica una buena capa de crema hidratante o nutritiva y déjala actuar”, sugiere la misma experta, quien también propone “mezclar dicha crema con aceite corporal, ponerse un pantalón de algodón que no importe ensuciar y dejar que el producto se absorba durante unas horas”.

Un extra de hidratación

La piel del cuerpo tiene menos porcentaje de poros por centímetro cuadrado que la del rostro; de ahí que no solo sintamos que se deshidrata y reseca con mayor facilidad, sino que, si la hidratamos en exceso, o con productos que dejen una película grasa protectora sobre ella, corremos el riesgo de saltarnos el paso de la hidratación diaria.

Deja la pereza a un lado y coge como rutina el aplicarte la loción o crema corporal justo al salir de la ducha. “Si realizas este gesto con la piel ligeramente húmeda, atraparás cierta cantidad de agua en el tejido, usarás menos producto y minimizarás el tiempo del proceso”, asegura Oliete. A lo que la directora técnica de Oxigen añade: “Hay que procurar aplicarse la hidratante realizando suaves masajes ascendentes, para así contribuir a mejorar el retorno venoso de las piernas y, por tanto, la circulación”.

En cuanto a la textura del cosmético hidratante, puedes elegir crema, bálsamo, loción o aceite, dependiendo de cuál sea tu gusto personal. Pero si optas por el último, recuerda “aplicarlo encima de la crema o loción, ya que estas dos contienen agua en su formulación, lo que hace que se absorban mejor, dejando que el aceite nutra la capa córnea, la suavice y ayude a guardar esa hidratación esencial por más tiempo; además de aportar un brillo muy favorecedor”, indica ella misma.

Y si tienes dudas sobre qué crema elegir, “prioriza siempre aquellas con acción reafirmante, ya que incluso siendo muy jóvenes, la pérdida de firmeza es el problema corporal que más rápidamente acusa”, añade la empresaria.

Activos cosméticos aliados

Es cierto que el cuidado de las piernas, en particular, y de la piel, en general, comienza con la limpieza. En la ducha o bañera, “procura no sobrepasar la temperatura corporal con el agua, ya que si este líquido está muy caliente, seca e irrita la piel; evita también jabones con ingredientes detergentes secantes, y opta por fórmulas cremosas o incluso que contengan aceite en su formulación”, declara Cuenca.

Al salir, procura que en tu hidratante corporal estén presentes “el pantenol y la glicerina que, junto con las mantecas y aceites botánicos naturales, son los ingredientes más comunes y beneficiosos, pues son grandes captadores de agua, suavizan y crean una película protectora que limitará la perdida de agua transepidérmica”, apoya Oliete, quien también añade que “activos como el colágeno, la elastina, la vitamina C, el té verde, el silicio orgánico o el ácido hialurónico son eficaces no solo en la piel del rostro, sino en la del resto del cuerpo”. Eso sí, en este caso la cosmeticidad del producto es crucial, pues si no se absorbe completamente y/o deja mucho residuo en superficie, resultará incómodo y terminarás dejándolo de usar.

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Y si quieres rizar el rizo, contribuye a mejorar tu hidratación corporal interna “bebiendo abundante agua a lo largo del día e incorporando en tu dieta alimentos ricos en omegas (salmón, caballa, atún, frutos secos, semillas de chía, pipas de girasol, soja, aguacate, cereales integrales…) para nutrir la piel desde el interior”, concluyen desde Oxigen.

Tus aliados

Mousse to Oil de la línea M’Gouna, de Rituals. Esta espuma se transforma en un fino aceite al masajearla en la piel del cuerpo. Formulado con un 90% de ingredientes de origen natural, hidrata y nutre en profundidad sin aportar peso con la ayuda del extracto de rosa damascena y el aceite de higo chumbo (13,90 €).

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Krabi, de Wild Rain. Aceite corporal enriquecido con aceite de ylang ylang que hidrata el cuerpo y relaja la mente, gracias a sus propiedades antiinflamatorias que alivian el estrés y el nerviosismo. Se extiende fácilmente, se absorbe rápidamente en la piel y deja un aroma floral-oriental y notas de fruta fresca (12,95 €).

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Cool Down Body Wash, de Elemis. Gel de ducha de textura rica, sin colorantes, parabenos ni aceites minerales. Es perfecto para aplicar tras una sesión de ejercicio intenso, pues su fragancia estimulante combina romero, lavanda y tomillo (38 €).

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Crema de Cuerpo y Manos, de Natural by Me Cosmetics. De textura ligera y fáciles aplicación y absorción, no deja sensación grasa. Con ácido hialurónico, vitaminas A, C, D, E, F, B1 y B6 e ingredientes naturales y ecológicos, hidrata la piel, la suaviza y le devuelve la elasticidad, incluso si esta está muy seca y agrietada (24,95 €).

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All Glow'd Up, de Estrid. Exfoliante corporal a base de partículas finas de azúcar, aceite de semilla de girasol, extracto de sandía y mezcla de madreselva y mandarina, que exfolia la piel sin resecarla ni irritarla. Es apto para todo tipo de pieles, incluso las más sensibles (9,95 €).

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