Bubble bob, la otra melena corta si tienes paciencia y quieres volumen

Con el bubble bob ocurre algo muy parecido al boom del malt shop bob, y es que la forma de peinarlo determina que se clasifique en una categoría o en otra. Cuando entramos en el terreno de las melenas bob, el largo, las capas, el flequillo o la textura del cabello diferencian un estilismo de otro.

Por definición, los cortes de pelo bob se definen por su versatilidad y su comodidad, siendo cortes que se arreglan en poco tiempo. Sin embargo, la tendencia actual opta por estilismos algo más producidos.

La búsqueda constante de volumen ha contribuido a que los cepillos redondos -tanto eléctricos como tradicionales-​ sean la herramienta más utilizada para moldear cualquier longitud de cabello. Su aceptación para las escuetas melenas bob oscila entre tres opciones: trabajar en la raíz para levantarla, en los medios para crear ondas abiertas y en las puntas para crear un peinado esponjoso. El bubble bob, igual que el malt shop bob, se centra en las puntas.

Se trata de un corte de pelo que se ha extendido especialmente rápido sobre la pasarela, ya que, en realidad, solo requiere un largo a la altura de la barbilla, acercándose mucho al italian bob. Pero mientras el corte italiano dejaba el cabello más al natural, tan solo alisándolo o con ondas surferas muy sueltas, el bubble bob, en su búsqueda de ese volumen similar a la curvatura de una burbuja, sí precisa cierto moldeado.

Para darles la curvatura adecuada a las puntas, se respeta el liso en el resto de la melena y se redondea el cabello siempre hacia el interior. En muchas ocasiones, como era el caso de la melena burbuja de Lucy Boynton, el largo de la melena sobrepasaba la altura de la barbilla. De este modo, las volutas abrazan el rostro, creando un efecto más redondeado, especialmente efectivo si la curvatura de las puntas no se marca en exceso.

Para conseguir una melena más estructurada, se pueden incorporar capas muy largas, prácticamente en las puntas e imperceptibles. De este modo, cuando se curva el cabello hacia el interior, las diferentes longitudes aumentan la esponjosidad, como si el cabello creciera.

Como no se trata de una melena indicada para los cabellos rizados, otra forma de potenciar al volumen es aplicar productos que texturicen el pelo con un efecto brillante, ni wet ni ondulado. De este modo, no hace falta recurrir a secador, cepillo redondo o a los rulos, sino que basta con formar la curva al pasar los dedos por entre la melena. Al incidir en las puntas con el producto, la onda que se forma es mucho más sutil y este es el bubble bob que vemos sobre la pasarela.

Al largo o la textura capilar idóneos para un bubble bob de libro se le suma otro requisito, que la forma del rostro no solo encaje con el corte, sino que también se vea beneficiado del abrazo redondeado de sus puntas. A los rostros alargados u ovalados no les favorece el efecto curvo de esta melena bob que suele peinarse con la raya en medio, ya que la sensación de rostro alargado destaca aún más.

Por sorprendente que parezca, los más beneficiados son los rostros redondeados, con forma de diamante, corazón o incluso cuadrados, puesto que sus facciones bien se suavizan, bien se realzan. Aunque vemos este tipo de melenas burbujeantes con desfilados frontales o flequillos, recortar un ligero flequillo curtain les aporta un supertrendy aire noventero.