Corte de pelo 'carré effilé', la melena ultracorta solo apta para fashionistas

Desde hace unos meses ha dado comienzo la temporada de aligerar prendas, maquillaje y cabello. La subida de las temperaturas trae consigo dos opciones capilares: melenón a lo sirena, como Emili Sindlev, que pasea por la playa con ondas deshechas al viento, o los cortes de pelo muy cortos -como el wixie cut-.

Mientras la primera opción rezuma verano con su aire romántico y boho sin pretensiones, el plan b responde a una doble necesidad. Puedes atreverte con un carré effilé para aligerar tu melena y despejar la nuca ante los días de calor o puedes recurrir a él para sublimar de glamour tu look.

La prensa francesa ha acertado en llamarlo carré effilé, cuya traducción literal es cuadrado cónico, una terminología muy precisa, pero si no tienes el diccionario de francés a mano, siempre es útil recordar qué es un carré. Solo hay una respuesta. Invoca a Anne Wintour, la archiconocida directora de la edición estadounidense de 'Vogue'. Su melena angulosa, cortada con la cuadratura perfecta y un largo a la altura de la barbilla -si no menos- y accesorios siempre para un flequillo recto es la descripción exacta de un carré.

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Hace unos años, en un gesto de devoción hacia ella, Taylor Swift se hacía el mismo corte de pelo para la Met Gala. El suyo fue el carré más efímero. Sin embargo, la pasarela parece haberse empeñado en defender el regreso del carré gracias a esta versión más cónica, centrada en aligerar sin perder cuerpo.

El largo del carré effilé puede modificarse según las facciones o el tipo de cabello; sin embargo, como buen carré, pómulo u barbilla son sus límites. Aunque se trata de un corte de pelo que se realiza en recto, se cincela para conseguir forma y cuerpo, a pesar de ser una melena muy ligera. Las puntas son sus grandes aliadas. Influidos por los cortes de pelo de inspiración noventera y 2000, que se apoyan para construir volumen y movimiento en las capas, el carré effilé las incorpora en los laterales y en las puntas.

A través de diferentes técnicas como el desfilado, se despunta la melena, lo que rompe con esa sensación de melena compacta, geométricamente perfecta y muy estructurada del carré clásico. También se suele hablar de él como un corte de pelo deshecho, ya que mantiene la estructura cuadrada pero luego la rompe. Como su nombre indica, el corte crea una silueta de cono, en la que la parte superior se mantiene más ‘pegada’ al cuero cabelludo y, según crece, la melena va ensanchándose, como haciéndose esponjosa en las puntas.

Igual que ocurriera con aquel corte de pelo entre mushroom y garçon, el primer lugar en el que hemos visto el carré effilé ha sido la pasarela. De una forma muy discreta pero efectiva, decenas de modelos lucían el mismo corte de pelo, una melena recta y despuntada a la altura de la barbilla.

Pero, a pesar de que una melena recta y con volumen y movimiento en las puntas podría parecer, de hecho, demasiado voluminosa, el carré effilé busca aligerar la melena para no caer en otra figura geométrica, el trapecio. El corte no quedaba superestructurado, sino que alcanza un estilismo 'casual'. Es algo así como el carré relajado. Sofisticado pero no encorsetado.

El peinado es el obligado aliado de este tipo de carré pues mientras el original precisa un alisado extremo para conseguir una forma compacta y brillante -igual que el slob-, el effilé encuentra en las texturas y las ondas a sus potenciadores de belleza. El efecto mojado permite su versión más pulcra, puliendo el cabello con la raya marcada hacia atrás, pero también acerca el estilismo a los acabados greasy que arrasan esta temporada o a los efectos mojados.

La onda muy deshecha y con ese acabado wet, como si el cabello se secara al viento, es otro de los peinados más habituales para lucir un carré effilé en todo su esplendor. Al no contar con degradados frontales para enmarcar el rostro como sí hacen otros cortes de ese largo, el effilé permite que el peinado se realice de forma homogénea. En el caso de querer personalizar el corte de pelo, se pueden incorporar flequillos no muy gruesos que puedan desaparecer al ahuecar el cabello o incluso flequillos cortos que le aportarían más estructura y le darían un toque más retro.