Anna Castillo: "No tengo miedo a nada"

En primera fila, con un jersey de punto y unos vaqueros. Así empieza Anna Castillo su semana en Barcelona como nueva embajadora de Authentic Beauty Concept, una firma capilar de origen alemán que la ha elegido como imagen. Se enfrenta a su estreno en el mundo de la belleza, un hito que les sucede a unas pocas actrices privilegiadas. Con ese look desenfadado y sin ápice de sofisticación nos recibe contándonos que lo que le sedujo de este proyecto fue eso, que esta enseña representa a la belleza auténtica, natural y sin artificios, con la que se ve completamente identificada.

¿Eres consciente de que compartes firma con Suki Waterhouse y Camille Razat, dos de las actrices más cool del momento?

No las tengo muy controladas porque no las sigo en redes ni estoy muy pendiente de la actualidad, pero me parecen increíbles.

Ellas, como tú, no temen a los cambios capilares, se atreven con el maquillaje...

En todo lo que tiene que ver con tendencias de pelo y maquillaje no me considero una gran entendida, yo apuesto mucho siempre por la naturalidad, la verdad. Entonces, a nivel de cuando tengo que arriesgar, confío en los expertos que me rodean.

No tengo miedo a nada, la verdad, cuando es en lo profesional entiendo que forma parte de mi personaje. Para la película 'El olivo', que yo tenía el pelo muy largo, me raparon la cabeza. El susto fue tremendo porque yo siempre tenía 20 años y había llevado el pelo muy largo y de repente ese cambio fue muy bestia. Pero es verdad que por esa película, por el Goya, no estuvo mal. Pero después de esa peli, cuando ya volví a conseguir tener mi melena, cogen y me la cortan y me ponen platino, quemándomelo entero. Me lo tiñeron de platino, pura decoloración. O sea, terrible. Me obligó a tener que cortármelo. Y tal vez sí que he pasado por varios cambios.

Muchas actrices utilizan pelucas para evitar estos 'sustos'.

El problema de las pelucas es que tienen que ser muy buenas para que sean naturales. Y yo no sé si habéis llevado una durante 12 horas, pero es terrible. Imagínate el calor, la presión, llevas el pelo lleno de horquillas que enganchan tu cabeza a la peluca. Entonces es una tirantez constante durante 12 horas, es muy cansado, me provoca dolor de cabeza. No me imagino tres meses así.

Si te la quitas y te la pones cada día debe ser bueno. También te puede ayudar a entrar y salir del personaje, que también es interesante. Las pelucas no, pero sí que jugamos con tema de extensiones como para poder cambiar el color del pelo, como para poder agregar mechas o cambiar el largo. Eso me parece mejor y menos sacrificado.

¿Utilizas algún truquito para cuidar tu cabello y en situaciones de estrés?

Yo creo que todo lo que se ve de salud en el cabello viene de dentro y los trucos tienen que ver con descansar y comer bien. Si estoy estresada, lo que más me noto es el pelo. Si duermo poco, mi cabello se debilita. Todos lo notamos.

¿Tienes peluquero de confianza?

Tengo muchos estilistas de confianza, pero no uno o una en concreto. Creo que trabajo con gente muy guay con la que voy variando según el proyecto, según la disponibilidad general. Al final llevo muchos años, ya vas teniendo la gente con la que más te entiendes. Por ejemplo, para la campaña de Concept estoy trabajando con Rebeca Figueroa, que es estupenda.

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¿Cuál es tu principal problema con el pelo cuando te arreglas?

La sequedad y el volumen, que ahora no lo notarás porque me han peinado. Pero suelo ser bastante leona. O sea, puedo tener más o menos pelo, pero en la playa me convierto en un león.

¿Cómo te cuidas tu melena y tu piel?

Serum. Hidratación. Añadir peso. Trabajarlo con productos buenos. Secador de pelo. Hacerme trenzas es un truco que tengo desde pequeña. Y en el rostro ahora, en épocas en las que estoy trabajando, me centro muchísimo en limpiar muy bien la piel porque son maquillajes de 12 horas, hidrato profundamente y dormir, que es lo que mejor sienta y es lo que menos puedo hacer en momentos de curro. Me encanta la firma Biologique Recherche, especialmente su tónico y su limpiadora. Intento ser rigurosa, voy cambiando también para que la piel no se acostumbre y poco más. Y luego me hidrato con The Magic cream de Charlotte Tilbury. En cuanto a maquillaje, no suelo utilizar, solo máscara de pestañas, The Clash de YSL y en ocasiones, para la piel, la base de agua con color Les Beiges, de Chanel

¿Cómo te has convertido en embajadora de una marca de belleza?

Me contactaron, investigué sobre la marca porque no la conocía, me encantó y estoy feliz. La verdad es que creo que los valores de la marca no pueden ir más acorde conmigo. Además, hay algo que se evidencia, algo que en lo que siempre he creído, que es la naturalidad, la sencillez, lo transparente y lo coherente.

¿Eres de las que te cuidas mucho?

No es que le haya dedicado demasiado tiempo. De manera un poco inconsciente, siempre ha abogado mucho por la naturalidad. Entonces no he sido la típica que de repente se hace locuras en el pelo y tampoco soy nada sofisticada. No pongo el foco mucho en mi imagen. Abogo por sentirme guapa y segura, pero siempre natural.

A Sansón le cortaron el pelo. ¿Cuál sería tu talón de Aquiles?

Me motiva verme distinta y hacer cosas distintas. No tengo miedo al cambio. Me parece que este suma a mi trabajo. Creo que tiene más que ver con lo personal. Para mí, si me cortas la naturalidad o me cortas la seguridad a mí misma, me destrozas. Pero en cuanto a físico, me arriesgo.

¿Te atreverías con un cambio brusco de peso? En plan Charlize Theron...

En la última película que ha salido en Netflix, 'Nowhere', engordé cuatro kilos que fui perdiendo a lo largo de la historia, pero eso casi no se parecía. Donde vemos los cambios más radicales es en las producciones que se prestan a que haya tiempo para ello. Es decir, por ejemplo en 'La sociedad de la nieve', que es una película en la que el rodaje ha durado diez meses. Por lo que tengo entendido, aquí en España estas cosas no pasan. Es lo que se puede hacer con el tiempo que tienes. Si yo trabajara en otro tipo de industria y estuviera bien aconsejada y bien rodeada, me prestaría a este tipo de cosas con el tiempo necesario para lograrlo de manera sana.

Hablabas antes de riesgos y uno de tus próximos proyectos es un thriller lésbico de vampiras. ¿Qué más puede haber después de eso?

Hay millones de cosas más que todavía no se han hecho en España. A mí todo lo que sea arriesgar y proyectos que me den vértigo y me supongan un reto personal, adelante.

Has conseguido un Goya, dos Feroz, y un Gaudí. ¿Qué te queda por cumplir?

Quiero seguir trabajando como estoy haciéndolo hasta ahora. He encontrado un equilibrio que de momento me hace feliz entre proyectos más independientes y otros más comerciales, dándole mucho espacio a mi vida personal. Por soñar me apetecería vivir proyectos y experiencias a nivel europeo, me haría muy feliz trabajar fuera, como experiencia vital y profesional.

Hay un proyecto que nos tiene intrigadas: estudiaste Psicología.

Sí, pero claro, yo empecé a currar muy pronto, entonces no la terminé. Y a mí me ha servido mucho más la psicología como consumidora que como estudiante. Haciendo terapia es donde yo he aprendido a tener herramientas. Y como estudiante de Psicología, creo que al final, cuando tienes 18 años, estudias pero no lo vives.

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¿Tu trabajo te permite conciliar con tu vida personal?

Yo concretamente, y creo que hablo como con muchas compañeras y compañeros, a mi vida personal le doy muchísimo valor y mucho peso, tanto a mis relaciones personales como a mis aficiones o a mi día a día. El tema es que cuando estás trabajando, o por lo menos cuando estás en un proyecto, supone mucho sacrificio de tiempo y energía. Cuando estás con un personaje protagonista durante unos meses, tu vida se ralentiza un poco porque tienes el foco puesto en un lugar, necesitas tu cuerpo, tu cara, tu voz y tu capacidad mental como herramienta principal de trabajo. Hay que protegerse para sacar el proyecto adelante. Lo que eso no significa que le reste valor a mi vida personal, pero sí que es verdad que durante unos meses igual tienes que poner el foco. Luego lo cojo con más ganas. Estás deseando poder volver a tu vida real para relajar.

Me gusta viajar, me gusta comer, me gusta leer. Me gusta estar con mi gato, cenar con mis amigas. Me acabo de leer 'Soy Fan', Sheena Patel. O 'El adversario', hace poco, de Emmanuel Carrère.

¿Y de redes sociales? ¿Cómo llevas ese tema? El otro día Scarlett Johansson confesaba que solo tuvo Instagram tres días.

Tengo redes sociales desde que era muy joven. Para mí siempre han sido algo muy natural y muy espontáneo porque cuando empecé no me conocía nadie. Además, mi exposición ha ido siendo bastante paulatina, ha ido creciendo de manera bastante natural, no he sentido una sobreexposición repentina, como le debió pasar a ella. Siempre he utilizado las redes para mi ocio personal. Subo cosas que me gustan, hago fotos analógicas, subo cosas de mi vida personal y comparto inquietudes profesionales. También me mojo cuando tengo que hacerlo a nivel personal, entonces siempre lo he llevado con bastante naturalidad. Es muy orgánico.

¿De quién te gustaría recibir una llamada?

Mira, yo siempre lo digo pero que me encantaría, como sueño más que por ambición, trabajar con Céline Sciamma, que es una directora francesa espectacular. Pero últimamente pienso mucho en Fernando León de Aranoa, que es un grande. Tuve la suerte de conocerle en un festival de cine el año pasado y desde que sucedió me encantaría trabajar con él porque me cayó genial.

¿Sigues viviendo los castings como al principio?

Bueno, es verdad que desde hace unos años hago menos pruebas y las que hago suelen ser más de tanteo que de que grandes pruebas en sí. Y ya no me duelen los noes porque entiendo que cada uno tiene su carrera. Estoy en una situación muy privilegiada en la que tengo la oportunidad de ir construyendo poco a poco. Entonces, si me han dicho que no a algún proyecto, entiendo perfectamente que ese proyecto no era para mí.