Tres looks para vestirte de oficina durante los últimos días de agosto
Calor y vestir con corrección. Difícil ecuación. Pero existen tres historias que demuestran por qué no son conceptos antagónicos. Así funciona este matrimonio estético bien avenido
Con el calor todo resulta diferente: los días son más largos, las tardes-noches invitan a echarse a las calles y la rutina veraniega varía en pos de la espontaneidad. Jornadas laborales más cortas que requieren menos ceremonia a la hora de vestir. Los límites estéticos del ‘casual summer’ entrañan ciertos riesgos pero que, bajo ningún concepto, reclaman el uso del pantalón corto. El verano es un canto al estudiado relax estético para el que se necesitan prendas que velen por la frescura y la corrección estilística.
El modisto Giorgio Armani asegura que "vestir con esmero es una señal de respecto hacia nosotros mismos y hacia aquellos que se encuentran a nuestro alrededor". Por ello, la comodidad no debería ser sinónimo de aspecto descuidado; y en los tejidos está la clave: desde agradables linos a livianos tejidos de algodón. Aunque ambos tengan connotaciones propias de una fantasía caribeña, lo cierto es que son dos texturas perfectas para no perecer caminando por la calle o rumbo a la oficina. Textiles ideales para llevar a camisas y pantalones, cualquiera que sea su categoría: desde chinos ligeros [lee aquí cómo vestir sin calcetines] hasta singulares pantalones 'cropped' que se han convertido en el adalid del verano y en la nueva silueta que manda en el armario del hombre ahora que los patrones slim fit parecen languidecer.
Este tipo de prendas y los tejidos que las componen son la mejor garantía para andar fresco. Este tipo de texturas transpiran y disminuyen las incómoda sudoración. Ni qué decir tiene que el color es parte fundamental para triunfar en la empresa de vestirse en verano: blancos, crudos, colores pastel o beis se convierten en garantes del frescor y la ligereza. Pero ¿y qué hay del calzado? Las alpargatas con suela de esparto, las zapatillas blancas o las zapatillas de rejilla se han convertido en el calzado estrella del verano.
Y para rematar, elegir el perfume correcto. Los cítricos resultan tan refrescantes como agradables. Porque el verano se convierte en el momento imprescindible para salir de lo oscuro y lúgubre que resulta el invierno. Es el tiempo para quitarse el traje y lanzarse a por algunos de estas combinaciones (perfectas e impecables) para acudir a la oficina en los días de calor... antes de poner rumbo a la playa.
1. Camisa con cuello mao de Duarte (47 euros); 2. Gafas de sol Melrose de Mr.Boho (55 euros); 3. Pantalón modelo Turn Up Chino de Loewe (490 euros); 4. Zapatillas de lona de Spalwart (130 euros); 5. Eau de toilette L’Homme Cologne Cédrat de L’Occitane en Provence (54 euros/75ml); 6. Reloj modelo Superocean Heritage II B20 Automatic 42 de Breitling (c.p.v.).
1. Camisa de rayas modelo Daruma de Avellaneda (55 euros); 2. Gafas de sol modelo Hero de Cottet Barcelona (c.p.v.); 3. Pantalón de COS (c.p.v.). 4. Alpargata vaquera modelo Pablo de Castañer (80 euros); 5. Cinturón modelo Full Grain de Edmmond Studios (38 euros); 6. Reloj de Eterna 1948 (c.p.v.).
1. Blusa pijamera de rayas azul marino y blanca de Anclademar (60 euros); 2. Gafas de sol de Persol (c.p.v.); 3. Pantalón blanco de El Ganso (c.p.v.); 4. Mocasín de nobuck azul de Massimo Dutti (29,95 euros); 5. Perfume Solo Loewe Origami de Loewe (c.p.v.); 6. Reloj modelo Cambridge de Rotary (c.p.v.).
Con el calor todo resulta diferente: los días son más largos, las tardes-noches invitan a echarse a las calles y la rutina veraniega varía en pos de la espontaneidad. Jornadas laborales más cortas que requieren menos ceremonia a la hora de vestir. Los límites estéticos del ‘casual summer’ entrañan ciertos riesgos pero que, bajo ningún concepto, reclaman el uso del pantalón corto. El verano es un canto al estudiado relax estético para el que se necesitan prendas que velen por la frescura y la corrección estilística.