Sofisticado y con guiños 'made in Spain': el estilo de Alana Bunte (sustituta de Corinna)
Su estilo atemporal pero salpicado de tendencias la ha situado a la cabeza de las mejor vestidas de la aristocracia europea
El 1 de junio de 2019, mientras Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam se casaban en una ceremonia de la que no perdimos detalle, otra pareja entonaba bien alto el ‘sí, quiero’ en Sayn Abbey, un monasterio ubicado a la orilla del Rin, en Alemania.
Se trataba de Casimir zu Sayn-Wittgenstein (42), exmarido de Corinna, y su novia, la norteamericana Alana Bunte (28), con quien se casaba tras tres años de relación, que ahora terminarán de consolidar con el nacimiento de su primer hijo este mes de abril. Desde entonces, mucho se hablado de la nueva princesa y de su estilo: sencillo, elegante y, sobre todo, sofisticado.
Vestidos de novia ‘made in Spain’
Prueba de ello fueron sus dos vestidos de novia, ambos con sello español (lo que nos gusta más si cabe), con los que se convirtió en una nuestras favoritas de la realeza europea.
Para su gran día se decantó por dos diseños salidos del atelier del diseñador patrio Jorge Acuña. El primero de ellos, con un corte más clásico y minimalista, falda en A, cuello a caja, manga larga y cuerpo entallado. Un vestido muy princesa que combinó, como es tradición, con un velo de chantilly sujeto a una imponente tiara de diamantes y un bouquet de flores silvestres muy de moda.
Ahora, donde pudimos apreciar su verdadero estilo fue en el segundo vestido, el que lució durante la recepción posterior. Un diseño mucho más festivo, tipo túnica, con escote asimétrico y una teatral manga rematada con plumas de avestruz inspirado en el diseño que Paula Echevarría lució durante los Premios Feroz del año anterior, en 2018. Sin duda, un look nupcial que nos costará olvidar.
Y esto es solo una pincelada. Tanto en su época de prometida como después de casada, la hemos visto lucir a un estilo atemporal pero salpicado de tendencias que la han situado a la cabeza de las mejor vestidas de la aristocracia europea.
Invitada perfecta
La sencillez siempre es garantía de elegancia y éxito de estilo, y esto Alana lo sabe bien y lo pone en práctica tantos en sus looks de día a día como en los de invitada, donde se somete a la lupa de los expertos más si cabe, sobre todo si se trata de un enlace aristocrático.
Para su última cita en esta línea, la boda entre la duquesa Olympia von und zu Arco-Zinneberg de Austria y Jean-Christophe Napoleón se decantó por un vestido de manga larga, escote cuadrado y largo midi en color malva que combinó con salones y tocado en azul noche. Fabulosa.
Traje blanco y escote elegante
Con este look nos metió en el bolsillo. El traje de chaqueta blanco, con la americana cruzada sobre los hombros y ese corte de pantalón recto que le hace las piernas larguísimas, no puede ser más favorecedor.
Lo combinó con un top con un escote muy pronunciado pero que aún así era muy elegante. El estampado de rayas ligeramente inclinadas hacia arriba hace de contrapeso para que el escote parezca menos llamativo. El look es perfecto y podría habérselo puesto esta temporada sin despeinarse. Clásico, atemporal y con su toque personal.
Vaqueros y rayas
Una princesa en jeans es todo lo que necesitamos para reivindicar aún más si cabe que se puede ir perfecta con el fondo de armario que mejor sienta. Combinado con una americana blanca y, de nuevo, una camiseta de rayas marineras es sinónimo de éxito.
Gala de rojo
Y para una gala de noche, ¿qué mejor que apostarlo todo al rojo? El escote en pico le favorece muchísimo, los tirantes ponen de relieve sus brazos tonificados y ha encontrado el equilibrio perfecto con la parte beauty. Un maquillaje natural, con labios color nude y ojos ahumados en tonos tierra, y el recogido despeinado forman un tándem que funciona a la perfección.
Un estilo inspirador, sin duda.
El 1 de junio de 2019, mientras Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam se casaban en una ceremonia de la que no perdimos detalle, otra pareja entonaba bien alto el ‘sí, quiero’ en Sayn Abbey, un monasterio ubicado a la orilla del Rin, en Alemania.