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Brigitte vs. Melania: por qué a la francesa no se le echa en cara su amor por la moda
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Brigitte vs. Melania: por qué a la francesa no se le echa en cara su amor por la moda

Mientras que a una siempre se le echó en cara el precio de sus looks, a la otra sus caprichos fashionistas se le perdonan. ¿Por qué?

Foto: Melania Trump y Brigitte Macron. (Getty)
Melania Trump y Brigitte Macron. (Getty)

Todavía nos cuesta desvincular el concepto de primera dama de Melania Trump, cuyos looks eran analizados con minuciosidad diariamente y cuyo estilo era tan incoherente y sorprendente que el intentar descifrar los mensajes que quería comunicar con sus outfits, e incluso si en realidad quería hacerlo, terminó por convertirse casi en asunto de Estado. Melania recibía críticas si apostaba por diseños de Costura o si no apoyaba a la moda americana tanto como de ella se esperaba, dos aspectos que jamás se le echan en cara a Brigitte Macron. Para comenzar, porque la primera dama de Francia es la mejor embajadora de la moda francesa, pues su armario se compone en su mayoría de firmas de su país.

placeholder Brigitte Macron. (Getty)
Brigitte Macron. (Getty)

Para continuar, porque los franceses entienden que Brigitte representa unos valores y ha de apoyar a la moda francesa, algo que a su vez tiene un precio. Tanto en España como en los Estados Unidos indagamos acerca de cuánto cuesta el armario de los personajes vinculados a la política, pero en Francia la moda forma parte del puesto. Las claves de estilo de Macron son los diseños entallados que marcan silueta, las líneas minimalistas y una firme apuesta por los looks monocolor en los que rara vez tienen cabida los estampados. En pocas ocasiones no luce tacones, pero al contrario de lo que ocurría con Melania Trump, esto no es motivo de crítica. Al fin y al cabo, según el imaginario popular, ¿acaso hay algo más acorde al estilo francés que pasarse 24 horas subida a unos zapatos altos?

placeholder Melania Trump y Brigitte Macron. (Getty)
Melania Trump y Brigitte Macron. (Getty)

Cuando Melania Trump visitó Francia, apostó por un dos piezas de Dior con el que rendía homenaje al setenta aniversario de la firma. Su look era perfecto para la ocasión y fue alabada por su estilismo, pero si hubiera apostado por el vanguardista vestido blanco corto y con cremallera de Louis Vuitton con el que Macron recibió a la entonces primera dama de América, la prensa la habría crucificado. Si la moda francesa puede tomarse la licencia de ser atrevida y vanguardista, la primera dama también puede hacerlo. Sin embargo, a Melania se le ha exigido siempre que al seleccionar diseños franceses apostara por los looks más clásicos, como las chaquetas Bar, y mientras que a Brigitte el pueblo francés le aplaude sus elecciones de moda de siluetas bombshell, a Melania siempre se le ha echado en cara la sensualidad. Parece que la elegancia no está reñida con los diseños sexis cuando se trata de Brigitte, pero a Melania Trump jamás se le perdonó tener una figura espectacular y el que presumiera de ella.

placeholder Brigitte Macron. (Getty)
Brigitte Macron. (Getty)

La moda dejó de verse entonces como una herramienta de comunicación y como una aliada para embellecerse y los medios pretendieron que funcionara como coraza. Al final, a Brigitte, Francia y el mundo le permiten hacer, en resumidas cuentas, lo que quiera hacer con su armario, mientras que a Melania no se le permitió jamás salirse de unas encorsetadas normas no escritas.

Aunque Macron ama firmas como Dior, Balmain, Alexandre Vauthier y Alaïa, no cabe duda de que la reina de su armario es Louis Vuitton. En su grupo de amigos no falta su director creativo, Nicolas Ghesquière, y Karl Lagerfeld formaba también parte de su círculo cercano. Aunque su estilo no es alabado por todos, jamás es empleado como un arma arrojiza con el que atacarla. “El que haya elegido a Vuitton como su marca oficial no es su mejor decisión. Nicolas Ghesquière, director creativo de la firma, puede tener 40 años, pero vive anclado en el pasado. Ella tiene una silueta pequeña y esas chaquetas con hombreras no le favorecen”, asegura la comentarista de política francesa Anne-Élisabeth Moutet.

placeholder Emmanuel y Brigitte Macron. (Getty)
Emmanuel y Brigitte Macron. (Getty)

El efecto Brigitte se basa en dividir a Francia entre los que creen que su estilo es demasiado relajado, por lo que preferirían que se comportara en cuestiones de estilo como Melania Trump, y los que aplauden que su armario sirva de reflejo de su personalidad. De lo que no cabe duda es de que ha logrado renovar la imagen de las primeras damas. La moda es para ella esencial, y no le importa reconocerlo. “Siempre me esfuerzo en crear una imagen adecuada. Jamás saldría de casa sin haber elegido un look y sin haberme arreglado el pelo”, explicaba a la revista ‘Elle’.

placeholder  Rihanna y Brigitte Macron. (Reuters)
Rihanna y Brigitte Macron. (Reuters)

Según Arthur Berdah, autor de ‘Emmanuel Macron, verdades y leyendas, “Brigitte tiene un papel en el gabinete de Emmanuel Macron", y tanto ella como los franceses entienden que ese papel va ligado a un armario determinado en el que el precio es lo de menos. Incluso cuando aparece en vaqueros, lo hace subiendo el nivel de moda, como demostró cuando conoció a Rihanna enfundada en unos vaqueros pitillo y chaqueta crop de Louis Vuitton. Sus chaquetas con hombreras de Balmain podrían ser el equivalente a las chaquetas de colores de Bettina Schoenbach que Angela Merkel luce, aunque mientras que las coloridas opciones de la alemana crean un uniforme que parece ajeno a las pasarelas, las de Macron parecen recién salidas de un desfile. Al fin y al cabo, las de la germana han sido creadas para ella, mientras que las de Brigitte son seleccionadas por ella directamente de los desfiles de Olivier Rousteing, que ha alabado el estilo de la primera dama en innumerables ocasiones.

Al final, Brigitte representa una nueva forma de entender la moda vinculada al papel de la primera dama, y al apostar por la libertad como máxima a la hora de vestir demuestra que no hay nada más francés, precisamente, que hacer lo que le venga en gana en cuestiones de moda.

Todavía nos cuesta desvincular el concepto de primera dama de Melania Trump, cuyos looks eran analizados con minuciosidad diariamente y cuyo estilo era tan incoherente y sorprendente que el intentar descifrar los mensajes que quería comunicar con sus outfits, e incluso si en realidad quería hacerlo, terminó por convertirse casi en asunto de Estado. Melania recibía críticas si apostaba por diseños de Costura o si no apoyaba a la moda americana tanto como de ella se esperaba, dos aspectos que jamás se le echan en cara a Brigitte Macron. Para comenzar, porque la primera dama de Francia es la mejor embajadora de la moda francesa, pues su armario se compone en su mayoría de firmas de su país.

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