Lo que el nuevo armario de Melania Trump nos dice de su estado mental

Al comparar el cambio que han sufrido los armarios de Ivanka y Melania Trump al transformarse su estilo de vida tras abandonar la presidencia de los Estados Unidos Donald, no podemos más que asegurar que ambas se sienten, al menos estilísticamente hablando, liberadas. Melania Trump se caracterizó siempre por hacer sencillamente lo que le venía en gana con la moda. ¿Que le apetecía llevar unos tacones imposibles en plena catástrofe por el huracán Harvey? Lo hacía. ¿Que tenía una chaqueta de Zara con el mensaje más inadecuado posible? Se la ponía. ¿Que el mundo estaba en crisis y quería llevar un abrigo de flores de miles de euros de Dolce & Gabbana? Sin problema. Pero por más que ella se pusiera lo que le apetecía, en alguna entrevista reconoció ser muy consciente de la hipervigilancia a la que era sometida, y suponemos que, incluso a ella, las constantes críticas terminaron por pasarle factura...

Por eso resultó revelador el look con el que se bajó del avión tras abandonar la Casa Blanca. ¿Cuándo antes la habríamos visto llevar un vestido de silueta caftán de Gucci y un moño deshecho? ¡Con zapatos planos, nada menos! Pues precisamente cuando por fin su armario no tiene ya que mandar ningún mensaje. Eso fue precisamente lo que siempre se le echó en cara, que sus looks eran incapaces de mostrar empatía, pero ahora, en esta nueva era en la que el papel de primera dama queda atrás, no solo no ha de demostrar ni dar ejemplo, sino que puede ir cómoda. Así nos lo hizo saber, de hecho, recientemente en una entrevista.

Lo sabemos: te llama la atención que a Melania le importe la comodidad, pero lo que hemos descubierto desde que se fue de la Casa Blanca es que la valora sobremanera. Por eso el otro día la vimos llevar una chaqueta sahariana de Saint Laurent, aunque la suya era, cómo no, diferente. La elegida por Melania es una parka de silueta militar con flores bordadas de la firma francesa que ya no está disponible y que combina con unos sencillos y funcionales pantalones blancos de la firma sueca Akris. Elige unos pantalones de algodón de seda de silueta cropped, que cuestan 740 euros, y los lleva con zapatos planos de Roger Vivier. Por último, lleva su Birkin de Hermès.

¿Una prueba más de que su nuevo armario demuestra que se ha liberado de la presión de la mirada pública y del estrés? Este vestido camisero de rayas de Michael Kors. No es ni mucho menos la primera vez que lleva este tipo de diseños, pues este se parece a un vestido de Celine a rayas bicolores burdeos y blancas, pero ahora elige diseños aún más relajados que entonces.

Mientras tanto, Ivanka Trump estaba siempre preocupada por ofrecer la imagen de niña buena perfecta que América esperaba de la hija del presidente de los Estados Unidos, pero este fin de semana hemos comprobado que ella ha seguido los pasos de Melania al haber decidido llevar lo que realmente quiere sin que le importe el qué dirán. Por eso ahora sorprende con un vestido muy sexy con seductoras y atrevidas aberturas de Proenza Schouler, una elección que durante el mandato de su padre habría sido muy comentado. No olvidemos que ahora nos hemos acostumbrado a que incluso las royals lleven diseños cut-out, pero entonces era algo realmente impensable. En definitiva, ambas parecen haberse liberado de la presión de estar siempre en el ojo del huracán y ahora llevan la moda que realmente les apetece lucir.