Esta es la firma española de moda que enamora entre las influencers internacionales

Apenas tiene diez meses de vida, pues esta firma nació en marzo del pasado año de la mano de Angela Jordá. "Todo surgió en un viaje con amigos, en Croacia. Un concepto que parte de un lema que escuchamos sin parar entre los locales: laganini". Es un lema de los lugareños que significa 'tómatelo con calma': una invitación a reducir la velocidad, tomarse un tiempo, relajarse y disfrutar del camino. La fundadora lo remató en un viaje a la India. Entre Oriente y Occidente, se ha forjado esta enseña que apuesta por la vuelta a los orígenes, la puesta en valor de la artesanía y las técnicas tradicionales, la reivindicación de otra forma de entender la moda y el valor de hacer las cosas bien y despacio.

Con su primera colección SS23 'Calima' y cerrando su segunda colección AW23-24 'Northern Lights', su fama ya les precede por sus tejidos llenos de color y vida, sus estampados extraídos de la ornamentación de su arquitectura, sus increíbles algodones y telares manuales que se mantienen intactos desde hace siglos.

¿Cómo creaste la marca?

Tras años trabajando en la industria textil en el sector 'fast fashion', sentía la inquietud de crear mi propia firma, quería hacer algo diferente y divertido. Con la calidad que garantiza el 'made in Spain' y con la libertad creativa que permite el no ceñirse a euros de coste a la baja… Eso me mataba por aquel entonces y era algo con lo que no me sentía identificada en absoluto. Estaba deseando realizar piezas únicas y especiales pensadas para una mujer insider y apasionada de la moda, que busca divertirse y expresar su propia identidad a través de ella.

En este momento trabajamos tres personas. La única que lo hace a tiempo completo soy yo (diseñadora, fundadora y, en resumen, mujer orquesta), pero este 2024 el objetivo principal es ampliar el equipo con incorporaciones a tiempo completo, así como la adquisición de una nueva oficina, ya que la propia empresa lo demanda.

Laganini es una marca 'made in Spain' con valores 'slow fashion' creada en la intersección entre los clásicos atemporales y la frescura de lo nuevo. Vamos dirigidos a una mujer apasionada de la moda, con personalidad y que busca piezas únicas y exclusivas. Queremos que nuestro mantra 'Feelgood Design' englobe todo esto.

¿Quiénes son (nombres propios) vuestras clientas?

Hemos llegado a clientas como Kelly Rutherford, Mónica Anoz, Sarah Corbett-Winder, Inés de Cominges, Tatiana de Nicolay, Patricia Sañes, Domenica Marland, Ludovica Ragazzo… También encajamos muy bien con la 'crew portuguesa' por nuestra parte colorida y estampados: Mafalda Patricio, Vic Montanari, Rita Montezuma… Y algunas socialités parisinas y neoyorquinas.

Nos han comprado prendas de lo más variado. Te diría que a nivel nacional nos piden más camisas y a nivel internacional la demanda es clara: nuestro traje chaqueta Shanghai. Las primeras son diferentes y coloridas, pero muy ponibles a diario. Las segundas son sofisticadas y elegantes. Pegan mucho en una fiesta, cena o evento.

¿Cómo estáis viviendo este éxito entre algunos de los iconos de estilo más importantes del mundo?

Con mucha emoción, la verdad. Muchas de nuestras clientas son pura inspiración para nosotras, y ver que nos apoyan y llevan nuestras prendas con orgullo nos da alas.

¿Cómo habéis llegado a sus armarios? Es algo que querrían muchas firmas.

Lo cierto es que ni nosotras mismas lo sabemos… En muchas ocasiones nos escriben haciéndonos saber que nos conocieron en una fiesta en la que su amiga o alguna de las invitadas llevaba una de nuestras piezas o simplemente por recomendación de las mismas. Es algo que nos encanta y nos anima muchísimo a seguir creando y apostando por calidad.

¿Qué tiene que la hace especial?

A diferencia de otras marcas, no buscamos gustar a todo el mundo, queremos ser alegres y originales, y captar a las mujeres que se sientan identificadas con nuestra esencia, estética y valores.

¿Cómo construís las colecciones?

Lo primero es buscar la paleta de colores en torno a la cual girará la colección, después viene la búsqueda de formas, muchas de ellas vienen del vintage. Y, por último, la búsqueda de tejidos perfectos para las ideas planteadas. En muchas ocasiones, los acabo diseñando yo misma, si no doy con el estampado, raya o cuadro que tenía en mente. Es un proceso muy bonito. La idea va tomando forma y muchas veces termina siendo una sorpresa incluso para mí.

Solo tenemos dos colecciones como referencia. Nos encantaría que más adelante fueran muchas más… Pero hasta la fecha, y aunque en muchas ocasiones se nos nombre más como una marca de camisas, la chaqueta Shanghai o su reversión veraniega en chaleco han sido las estrellas de estas temporadas. Este último trimestre, el 75% de la venta ha sido extranjera, y creemos que la penetración en tantos mercados se la debemos a su popularidad.

¿Cuáles son vuestras influencias/referencias artísticas?

En cuanto a silueta siempre me ha llamado la atención la figura evasé de los años cincuenta. También las mangas y volúmenes de los ochenta. En cuanto a coloridos y estampados, me siento más identificada con el estilo más desenfadado de los sesenta. Siento una gran atracción por la cultura india, sus estampados paisley, el block print o el estilo decorativo inglés que representan marcas como Domenica Marland. En general, soy muy ecléctica y me gusta divertirme, experimentar y no cerrarme a nada.

¿A qué diseñadores admiráis?

Miuccia Prada (me encanta Miu Miu), marcas como Brock Collection, Khaite NY, Altuzarra o Marni.

¿Qué os gustaría que se dijera de vuestra marca?

Que es cool y que la calidad-precio es indiscutible.

¿A qué aspiráis?

En estos momentos, lo más importante es que el equipo crezca. Esto nos ayudará mucho en la expansión de la empresa. También empezar a trabajar con 'wholesales', tanto a nivel nacional como internacional. El 100% de la venta por el momento es online. Hemos recibido muchas ofertas en esta área esta temporada, y nos apasionan. Pero para poder introducirnos en la venta física necesitamos tener una estructura interna más grande y adaptarnos a los calendarios que estos exigen.

¿Qué crees que nos va a deparar el futuro para la moda?

Creo que hay mayor conciencia en cuanto al consumo de moda. Sé que nuestras clientas valoran la sostenibilidad en la producción, la calidad y el producto fabricado en talleres de cercanía. Recibimos muchos mensajes haciéndonoslo saber. El fast fashion y el ultra fast fashion no tienen ni pies ni cabeza. Pienso que debemos cambiar nuestra mentalidad, pensar en si eso que estamos adquiriendo permanecerá años en nuestro armario, si esa prenda me parece lo suficiente especial como para llevarla con la misma ilusión pasadas cinco temporadas y si está fabricada con unos valores que se adecuen a los míos.