Sarah Jessica Parker, diosa de la Met Gala y reina de Nueva York en sus 12 mejores looks

Sarah Jessica Parker, en uno de los momentos álgidos de su carrera, cuando la interpretación de Carrie Bradshaw ocupaba todo su tiempo, declaró, "Nunca he sido una persona que siga las tendencias. Prefiero crear mi propio estilo". Amén. Nacida en Nelsonville, Ohio, el 25 de marzo de hace 60 años, si por algo la estadounidense es un icono vivo de la moda, es por ser fiel a sí misma, por atreverse y por crear escuela. Sarah Jessica Parker solo hay una. Saltó a la fama a finales de la década de los 90 por su ya mencionado papel en la serie 'Sexo en Nueva York', una periodista de moda amante de la moda y con una visión tan particular como única a la hora de vestir. Más allá de la pequeña pantalla, la actriz (y diseñadora, productora, empresaria...) ha sabido extender esa versión de referente a su día a día.

Como es imposible escoger unos cuantos looks entre los numerosos que ha llevado a lo largo de sus décadas de esplendor, nos centramos en los dos escenarios que Parker domina como nadie: las escalinatas del Museo Metropolitano de Nueva York cada vez que acude a la Met Gala y las calles de la Gran Manzana gracias a su papel en 'Sex and the city'.

Diosa de la Met Gala

La Met Gala podría ir ligado a un nombre. Y no, no se trata de Anna Wintour, una de sus organizadoras, sino de Sarah Jessica Parker, quien a lo largo de los años ha sido una de las mujeres más esperadas y mejor vestidas sobre la alfombra roja.

Para cumplir con el 'dress code' de 2018, 'Heavenly Bodies: Fashion and the Catholic Imagination' (Cuerpos celestiales: la moda y el imaginario católico), se enfundó en un barroco look de Dolce & Gabbana protagonizo por un altar que hacía las veces de tocado.

Aunque parte de los flashes que acaparó en la Met Gala 2024 apuntaron a su voluminosa melena, para Parker seguir la temática impuesta aquella noche, 'El Jardín del Tiempo', llamó a las puertas del diseñador Richard Quinn. De la mente del creativo salió un vestido joya bordado con cristales y de patrón estructurado a modo de jaula de pájaros.

En 2022, 'La Edad Dorada' de la moda americana, envolvió a la gran fiesta de la moda. De la mano de Christopher John Rogers, la actriz rindió un homenaje a Elizabeth Hobbs Keckley, la primera diseñadora afroamericana en la Casa Blanca a finales del siglo XIX, con un diseño tricolor en blanco, gris y negro en bloque, una corpulenta falda con cola y detalles de lazos en los hombros, inspirado en uno de los suyos.

Con la temática 'Punk: Chaos to Couture', Sarah Jessica Parker reinterpretó su propia versión de la tendencia punk con un vestido de Giles Deacon que no pudo robarle protagonismo al peinado. Aliándose de Philip Treacy, la estadounidense portó una descomunal cresta que le obligó a sentarse en el suelo del coche durante el trayecto al museo.

'China, a través del espejo' propició la colaboración de Sarah Jessica Parker con la marca sueca low cost por excelencia, H&M. Supervisado por la intérprete, el vestido de escote asimétrico decorado con motivos asiáticos pasó la prueba con nota. Una vez más, el sombrero de las estrellas, Philip Treacy, se escondía detrás del tocado inspirado en un dragón.

La gala del MET de 2014 homenajeó al primer 'couturier' americano Charles James. La marca de su traje, en esta ocasión, no dejó lugar a dudas: Oscar de la Renta era su creador. Con sus guantes largos, su falda de satén y su corpiño negro, Parker abrazó la moda del 'Old Hollywood' con este look.

Reina en Nueva York

Es tanto lo que la industria de la moda le debe al personaje de Carrie Bradshaw, o mejor dicho, al armario de esta neoyorquina orquestado por la estilista Patricia Field, que todos y cada uno de los looks son dignos de mención. Al igual que con el repaso a la Met Gala, nos quedamos con 6 outfits inolvidables.

Empezamos por aquel vestido con estampado de periódico creado por John Galliano para Christian Dior y que Bradshaw llevó por primera vez a principios del nuevo milenio para asistir a una cita con Mr. Big. Más adelante y casi diez años después de su primera aparición, el equipo de vestuario de la película 'Sex and the City' lo recuperó como uno de los estelares flashbacks de estilo en la gran pantalla.

Creado por Vivienne Westwood y aunque no fue el traje con el que finalmente la periodista le dio el 'sí, quiero' a Mr. Big en la primera película de 'Sexo en Nueva York' tras el final de la serie, sí que es el más espectacular visto en la trama. De satén en un tono champán, destacaban su escote palabra de honor con copas picudas, su cuerpo revestido con ballenas y su descomunal falda con varias capas fruncidas que otorgaban al vestido una dimensión extrema, muy al estilo de la neoyorquina.

Solo Carrie tiene autoridad para salir a la calle en plena Nochevieja en pijama. Con el deseo de encontrarse con su amiga Miranda, la neoyorquina se plantó un abrigo de pelo encima de su pijama, sumó un collar de perlas, una boina de redecilla y unos botines de tacón. Una combinación que en otra mujer resultaría desastrosa y que en ella terminó por ser uno de sus outfits más memorables.

Arranca la primera película tras la serie y Carrie entra en escena con un vestido blanco adornado con una flor 3D en el pecho. Diseñado originalmente para la cantante Whitney Houston, quien lo lució en una sesión de fotos promocional de 1987 que posteriormente apareció en la portada de la revista 'Life', la directora de vestuario lo desempolvó de los archivos de Eugene Alexander para mantener al personaje como una estrella de la moda.

Una camiseta de Dior con el mensaje 'J'adior' de la época de John Galliano como director creativo, una falda voluminosa morada con el bajo asimétrico a contraste, unas sandalias de tacón y un encuentro inesperado en Abu Dabi.

Cerramos con el primer look de Sarah Jessica Parker como Carrie, el que llevó para rodar la cabecera de la serie y que nos persiguió temporada tras temporada. Un top sencillo y una minifalda de tul al más puro estilo bailarina que Patricia Field, la estilista, compró en una tienda de ofertas de Nueva York por menos de 5 euros. Darren Star, uno de los productores, quería que el personaje de Bradshaw llevara un vestido rojo y turquesa, y no veía nada claro que el estilismo de cabecera fuese esa falda de tul. Al final, esa falda se convirtió en un icono que recuperó para la primera película.