Índice glucémico: qué es y como influye a la hora de ayudarte a adelgazar
Hay muchos factores que conviene tener en cuenta cuando queremos perder peso
La mayoría de las veces que queremos perder peso nos centramos en mirar las calorías. Así, si eres de esas personas que alguna vez ha intentado perder peso, probablemente conocer las calorías de cada alimento te ha parecido esencial para ayudarte a conseguir tu objetivo.
Sin embargo, este no es el único factor que puede influir a la hora de ayudarnos a cuidar lo que comemos, en busca de llevar una alimentación lo más sana y equilibrada posible. Uno de los grandes desconocidos, pero que poco a poco ha ido ganando posiciones, es el índice glucémico.
¿Qué es el IG?
El índice glucémico es una medida de la rapidez con la que un alimento puede elevar el nivel de azúcar o glucosa en la sangre, algo que también se conoce como glucemia. Solo los alimentos que contienen carbohidratos tienen un IG. Los aceites, grasas y carnes no lo tienen.
No todos los carbohidratos tienen el mismo efecto sobre nuestro cuerpo, hay algunos que provocan una subida rápida de azúcar, mientras que otros lo hacen más lentamente, consiguiendo así un nivel de azúcar en la sangre más uniforme.
En general, los alimentos con un IG bajo aumentan la glucosa en sangre lentamente, en contraste con los que tienen un IG alto, que la incrementan rápidamente. La escala del índice glucémico va de 0 a 100, siendo el máximo el azúcar o glucosa pura y por eso se le asigna el valor más alto. El resto de alimentos se comparan con ella.
Hay algunos alimentos, como en el caso de las zanahorias, el IG varía en función de cómo esté preparada. Por ejemplo, cuando la tomamos cocida su índice glucémico es más alto que cuando la comemos cruda.
Así es como puede ayudarte a perder peso
Una vez que sabemos qué es el índice glucémico y como podemos averiguarlo, existen tablas que pueden darnos estos datos, queda saber cómo puede esto ayudarnos en nuestra alimentación.
Los alimentos con un IG más bajo suelen considerarse más convenientes porque no provocan picos de insulina ni de azúcares en sangre. Cuanto más cercano a 100 sea, más probabilidades hay de que el cuerpo lo convierta en grasa. Si es cercano a 0, el cuerpo lo quemará más fácilmente, favoreciendo la pérdida de peso.
Las dietas adelgazantes que se basan en este índice, priorizan el consumo de alimentos con un IG bajo, inferior a 55, que se encuentra en frutas como la manzana, la pera, los melocotones, en las lentejas, las alubias o la quinoa.
También en los alimentos que tienen un IG medio, entre 55 y 70. A este grupo pertenecen el arroz basmati, los plátanos, la avena o los guisantes. Quedaría limitado el consumo de alimentos con un índice superior a 70, como el pan blanco, las galletas, las patatas o los pasteles.
A pesar de todo esto, no conviene convertir este dato en el factor decisivo de nuestra dieta. Si queremos perder peso lo mejor será ponernos en manos de expertos que puedan guiarnos y darnos las pautas para conseguir lo que queremos con una dieta equilibrada y saludable.
La mayoría de las veces que queremos perder peso nos centramos en mirar las calorías. Así, si eres de esas personas que alguna vez ha intentado perder peso, probablemente conocer las calorías de cada alimento te ha parecido esencial para ayudarte a conseguir tu objetivo.