La importancia de una microbiota equilibrada a la hora de adelgazar
A la hora de perder peso hay muchos factores decisivos y uno de ellos es la microbiota intestinal. ¿Cómo influye y qué podemos hacer?
Hay muchos factores que pueden influir en nuestra facilidad o dificultad a la hora de perder peso o, mejor dicho, perder grasa corporal. Aunque todas conocemos la teoría de que la única forma de adelgazar es quemar más calorías de las que consumimos para generar un balance energético negativo, lo cierto es que hay muchos más elementos que debemos tener en cuenta a la hora de perder peso de manera saludable.
Evidentemente una de las cosas que necesitamos cuando queremos perder peso es no ser impacientes. Tomar la decisión de mejorar nuestra composición corporal resulta, en ocasiones, más difícil hacerlo que decirlo, y en el camino solemos desanimarnos, olvidándonos de la motivación inicial y dejando que nos invadan las prisas por llegar al objetivo final. Y hay que recordar siempre que esto no es una carrera, sino un cambio que (de la manera adecuada) lograremos que sea permanente en nuestra vida.
La importancia de una alimentación adecuada y una vida más activa es evidente, pero en las mismas condiciones hay personas a las que les cuesta un gran esfuerzo y otras que ni siquiera tienen que intentarlo para conseguirlo. Hay aspectos genéticos y la edad también influye, pero en ocasiones nos olvidamos de una parte realmente importante de nuestro organismo, la microbiota intestinal.
¿Qué es la microbiota?
Puede que te suene este término y no tengas muy claro a qué se refiere, aunque tal vez flora intestinal te sea más familiar. Este es el nombre con el que conocíamos antes a este grupo de microorganismos beneficiosos que habitan en nuestro organismo. Llevan a cabo funciones a nivel metabólico, fisiológico y también del sistema inmunológico.
Estos microorganismos se adaptan al entorno en el que viven y los nutrientes de los que disponen, por lo que evolucionan a lo largo de la vida de las personas en función de su estilo de vida, los fármacos que toma y su alimentación, por lo que esto se traduce en que cada persona tenga una microbiota diferente. Numerosos estudios han asociado una microbiota pobre con problemas de obesidad.
Equilibrio en la microbiota
La microbiota de cada persona está formada por miles de especies de bacterias y en función de los factores que hemos comentado antes se desarrollan más unas u otras. Por ejemplo, si nuestra dieta es rica en azúcares, crecerá la población de bacterias que los procesan, limitando el crecimiento del resto.
Por eso, no son pocos los estudios que se están centrando en analizar cómo un equilibrio de la microbiota intestinal puede ayudarnos a perder peso en busca de una vida más saludable. Podemos lograrlo de una forma más eficaz reequilibrando la microbiota, es decir incrementando las bacterias ‘positivas’ y reduciendo las demás.
Una forma de conseguirlo a través de la alimentación es potenciando el consumo de alimentos con efecto pre o probiótico.
Los prebióticos ayudan a estimular el crecimiento de bacterias buenas alimentándolas gracias a la fibra vegetal que las forma. Los más famosos son las alcachofas, las legumbres, el ajo o la cebolla. Los probióticos contienen bacterias buenas, y entre ellos destaca el chucrut, el kimchi o el kéfir, entre otros.
Como ves, hay muchos factores que pueden influir en nosotras a la hora de perder peso y encontrar el equilibrio puede ser de gran utilidad. Una buena forma de conseguirlo es ponernos en manos de expertos que puedan ayudarnos de una forma segura y saludable.
Hay muchos factores que pueden influir en nuestra facilidad o dificultad a la hora de perder peso o, mejor dicho, perder grasa corporal. Aunque todas conocemos la teoría de que la única forma de adelgazar es quemar más calorías de las que consumimos para generar un balance energético negativo, lo cierto es que hay muchos más elementos que debemos tener en cuenta a la hora de perder peso de manera saludable.