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Estas son las cinco mejores pizzerías para comerse Italia en España
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Estas son las cinco mejores pizzerías para comerse Italia en España

Esta semana —concretamente el jueves 9— se celebra el Día Mundial de la Pizza. Toma nota de estas exquisitas propuestas para hincarle el diente a placer a las mejores

Foto: ¿Nuestra pizza favorita de Madrid? (Cortesía)
¿Nuestra pizza favorita de Madrid? (Cortesía)

Desde que el pan es pan y el hombre es hombre podemos decir que existe la pizza. No como la comemos hoy día, en sus miles de variantes, por supuesto. Si echamos la vista atrás, tan atrás como a la Antigua Grecia, ya hay registros de que se servía el ‘plakuntos’, un plan plano aderezado con hierbas, especias y cebolla. Esto fue alrededor de seis siglos antes de Cristo. Por aquel entonces, los soldados persas tomaban asimismo pan plano con queso fundido y dátiles por encima, y hasta Virgilio en su ‘Eneida’ menciona un plato similar, igual que, después, Marcus Gavius Apicius en su tratado ‘De re coquinaria’.

No es hasta el siglo XVII cuando nace en Italia la más parecida a la que tomamos hoy día, la que desde allí se universalizó, gracias a la llegada del tomate americano y al empleo de la salsa con este fruto tiempo después. Alejandro Dumas padre ya la describe en una de sus obras enumerando ingredientes varios en ella. Una receta tan contemporánea como la margarita, por ejemplo, se originó ya en el siglo XIX en Nápoles porque hechizó a la reina Margarita de Saboya en el restaurante Il Brandi en 1889.

placeholder ¿Por qué se celebra el Día Mundial de la Pizza el 9 de febrero? (Cortesía)
¿Por qué se celebra el Día Mundial de la Pizza el 9 de febrero? (Cortesía)

Es curioso que la celebración del Día Mundial de la Pizza tenga poco que ver con su propia historia. El 9 de febrero de 2017, el presidente islandés Guðni Thorlacius Jóhannesson saltó a la fama por asegurar en una charla que él prohibiría la piña como ingrediente en la pizza. Lo creas o no, es así: desde aquella jornada se celebra el día de la pizza. Seguro que también ayudó el empujón que supuso aquel mismo año que la Unesco declarase el arte napolitano a la hora de elaborar pizzas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Fuera como fuese, nos encanta la pizza y aprovechando este día, como otro cualquiera, hemos recopilado cinco lugares de premio para comerla. Estas cinco pizzerías y sus pizzas nos encantan —a los galardones nos remitimos— y tienen poco que envidiar a las mejores de Italia. Las hay más y menos puristas. Las hay auténticamente napolitanas o de estilo más ibérico o internacional. En cualquier caso, salivamos por ellas.

Fratelli Figuratto, Madrid

Los hermanos Riccardo y Vittorio Figurato hornean auténtica pizza napolitana en Madrid. Para hacerlo, dieron carpetazo a su vida anterior y abrieron un popular negocio en la calle Alonso Cano que traslada a Nápoles de inmediato.

placeholder La mejor pizza de España. (Cortesía)
La mejor pizza de España. (Cortesía)

Sus esponjosas y ligeras masas alternativas y su horno de piedra refractaria, que mantiene las virtudes del de leña, han hecho a este local encumbrarse como el mejor de España. Lo reafirma también 50 Top Pizza, el ranking más reconocido del mundo y su experto jurado internacional. ¿Cuáles destacan especialmente? La ‘salsiccia e friarielli’ o la Diego Armando, con tomates cherry asados y dedicada a Maradona.

Sartoria Panatieri, Barcelona

Los chefs Rafa Panatieri y Jorge Sastre decidieron dedicarse al plato estrella italiano y vaya si lo consiguieron con creces. Por sus recetas se han colocado segundos en nuestro país en 2022 según 50 Top Pizza. "De la granja a la pizza" es su lema, y con razón, por los ingredientes locales y orgánicos que emplean.

placeholder La pizza número uno en Barcelona ¡y el mundo! (Cortesía)
La pizza número uno en Barcelona ¡y el mundo! (Cortesía)

Dicen de ella que es la primera pizza con verdadero carácter propio en España. Se inspira en la napolitana, pero innova en combinaciones. De hecho, la que ofrecen a base de anchoas del Cantábrico, tomate, escarola y puré de aceitunas kalamata ha sido, a nivel global, la mejor pizza del año. Como para no probarla.

La Balmesina, Barcelona

Ingredientes de temporada, fresquísimos, sobre tres tipos de cuidadas masas a partir de masa madre: la clásica, fina y crujiente, una de harina de espelta y la pala, rectangular. El buen hacer del trío italiano detrás de este negocio lo ha coronado como tercero más destacado de nuestra geografía.

placeholder Otra pizza de premio. (Cortesía)
Otra pizza de premio. (Cortesía)

Ayuda el horno de leña en el que se cuecen sus pizzas, dándoles el característico aroma. Las 72 horas de fermentación aportan ligereza y digestibilidad a todas sus alternativas, incluso a la ‘trufaldina’, la contundente reina de la casa, a base de mozzarella, setas shiitake, burrata y salsa de trufa.

Da Michele, Barcelona y más allá

Entrando en materia de cadenas, esta es, oficialmente según el último World Pizza Summit, la mejor del mundo por segundo año consecutivo. Y podemos afirmarlo. Da Michele es una histórica marca napolitana fundada por la familia Condurro. Este apellido lleva 150 años horneando pizzas en el corazón de Nápoles, en Forcella, y hoy cuentan con sucursales en Japón, Inglaterra, Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos y Alemania. Por suerte, también se pueden saborear en España.

placeholder La mejor cadena de pizza del mundo. (Cortesía)
La mejor cadena de pizza del mundo. (Cortesía)

Para que tengas más datos, es la pizza que Julia Roberts se come en la película ‘Come, reza, ama’ y sí, está tan buena como ella asegura. Su famosísima ‘rueda de carro’, así la llaman, se sirve en versiones margarita o marinada: una pizza como la que la Unesco ensalza.

San Paolo Pizza Bar, Madrid

Más allá de rankings, aunque probados, vamos a introducir una aportación personal que se aparta de Nápoles y de Italia en general, porque por algo la pizza es universal. ¿Son nuestras pizzas favoritas de Madrid? Probablemente. Las de San Paolo son, como su nombre indica, vertientes ‘paulistas’ de la italiana. Triunfan en Brasil con su estilo entre napolitano y romano por su masa entre crujiente y esponjosa, su enorme tamaño pensado para compartir entre amigos y sus locos y coloridos ingredientes.

placeholder Entre napolitanas y romanas y con colorido brasileño. (Cortesía)
Entre napolitanas y romanas y con colorido brasileño. (Cortesía)

Contundentes y sabrosísimas, surgen de un espectacular horno traído desde el país de la bota, pueden customizarse y son tan originales como la de mortadela con burrata y crujiente de pistacho; o la gilda con anchoas, piparras y aceitunas como guiño a su desembarco en España. La que más nos gusta es su amatriciana, con su salsa de tomates San Marzano, mozzarella, tomate semiseco, cebolla morada, guanciale y pecorino. No vas a dejar ni los bordes.

Desde que el pan es pan y el hombre es hombre podemos decir que existe la pizza. No como la comemos hoy día, en sus miles de variantes, por supuesto. Si echamos la vista atrás, tan atrás como a la Antigua Grecia, ya hay registros de que se servía el ‘plakuntos’, un plan plano aderezado con hierbas, especias y cebolla. Esto fue alrededor de seis siglos antes de Cristo. Por aquel entonces, los soldados persas tomaban asimismo pan plano con queso fundido y dátiles por encima, y hasta Virgilio en su ‘Eneida’ menciona un plato similar, igual que, después, Marcus Gavius Apicius en su tratado ‘De re coquinaria’.

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