De Lapique a Segrelles: amigos y familiares acuden al funeral de Íñigo de Arteaga

El pasado 9 de junio fallecía el noble Íñigo de Arteaga a los 76 años. Dicen los que le conocieron que también influyó la pena por la pérdida de su hijo, que murió en 2012 en un accidente de avioneta. El jefe de la casa del Infantado era un hombre muy querido y justamente por eso fueron muchas las personas que acudieron a su funeral, celebrado este martes en la parroquia San Francisco de Borja de Madrid.

La heredera, Almudena de Arteaga, que recibirá todos los títulos nobiliarios de su padre (el marqués de Santillana o el conde de Saldaña), fue una de las personas que asistieron al funeral en su memoria, entre los que también se encontraban Paloma Segrelles, Pilar Medina Sidonia, Cari Lapique o Alfonso Martínez de Irujo.

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Una de las más llamativas fue Sofía Palazuelo, que acudió junto a una amiga y sorprendió por su cuidada imagen con un sencillo conjunto gris, el pelo recogido en una coleta y unas gafas de sol de color oscuro.

Íñigo de Arteaga y Martín fallecía a los 76 años el pasado día 9 tras luchar contra algunos contratiempos de salud, pero sobre todo con el dolor por la pérdida prematura de su hijo, que se llamaba como él y que falleció cuando pilotaba su propia avioneta en 2012.

El joven tenía solo 43 años y era bastante experimentado como piloto, ya que viajaba con un monomotor de cuatro plazas por toda España y por el extranjero. Se le habían conocido dos noviazgos consolidados, con la modelo Eugenia Silva y con María León. En su día, a su entierro asistieron, entre otros, el rey Felipe, entonces Príncipe de Asturias.

Aquella tragedia minó la salud del marqués, que se iba para siempre hace apenas dos semanas y cuya memoria fue honrada por un sinfín de familiares y amigos en la misa de este martes.