El hijo de Camilo Sesto toma las riendas de sus finanzas y decide darse un respiro

Ya lo avanzábamos en Vanitatis hace unos meses: Camilo Blanes ha decidido guardar silencio y no desvelar ninguno de sus pasos a los medios de comunicación. Una medida preventiva que ha servido también para que las preocupantes declaraciones de su madre, Lourdes Ornelas, dejaran de surtir efecto, pero ha dado un paso más...

El hijo de Camilo Sesto parece haber optado por darse un largo respiro mientras va resolviendo todas las cuestiones relativas al legado económico y artístico de su progenitor. Una de ellas, quizás la que más titulares ha generado en los últimos meses, es el museo de Alcoy. Un proyecto que sigue adelante una vez se han solventado las diferencias que mantenía con el antiguo administrador de su padre y albacea testamentario, Cristóbal Hueto, y con Eduardo Gervós, quien fuera mánager del intérprete de 'Algo de mí'.

Superada la que parecía que podía convertirse en una guerra sin cuartel e incluso acabar en los tribunales, otro de los asuntos que queda en el aire es el lanzamiento del disco que tenía ya grabado antes de que falleciera Camilo Sesto y que está en manos de la división mexicana de Universal Music. Un trabajo que parece haberse quedado, de momento, en un cajón, y que difícilmente parece que vaya a ser lanzado en España por la división de la discográfica, de la que es presidente Narcís Rebollo.

Este disco, producido por el mexicano Adrián Reyes, requeriría para su lanzamiento la disposición de Camilo Blanes para defenderlo en su promoción, pero, según nos hacen saber en su entorno, no tiene prisa por retomar su faceta como cantante y ha verbalizado su expreso deseo de no abordar ningún proyecto profesional por ahora. "Hace quince días estuve reunido con él y, de momento, no quiere hacer nada", nos dicen.

Camilo, según nos cuentan, tiene liquidez económica (se calcula que, en total, entre propiedades inmobiliarias y activos financieros podría haber heredado unos 8 millones de euros), que además se ve incrementada periódicamente con el cobro de los derechos de autor devengados por el enorme legado musical de Camilo que, no nos olvidemos, además de intérprete, era autor de sus canciones y también productor.

Sin embargo, Camilín, que es así como se le ha conocido popularmente, un apelativo, por cierto, más propio de otras etapas de su vida, no tiene desatendidos sus asuntos. Ni mucho menos.

De hecho, desde el 8 de marzo, se ha reabierto la hoja registral de Torrepeñote, la sociedad limitada que creó su padre el 19 de junio de 1990 para albegar "actividades de grabación de sonido y edición musical".

En la mencionada sociedad se ha dado de baja a su padre fallecido y ahora Camilo Miguel Blanes Ornelas es el administrador único y accionista mayoritario de esta sociedad limitada unipersonal. Por cierto, absolutamente en regla, lo que evidencia lo que tanto se ha dicho en estos meses, Camilo Sesto dejó todo atado y muy atado.

En el entorno de Camilo no nos precisan la actividad concreta a la que va a dar cabida esta sociedad, pero en principio parece que se está centrando en la gestión de algunos derechos editoriales.

Mientras tanto, Camilo Blanes sigue manteniendo su vida personal al margen de los medios de comunicación y, en principio, en el chalet que ha heredado de su padre en Torrelodones como base de operación.