Sergio Ramos y Pilar Rubio: mudanza en ciernes y una multa 'fantasma'

Si hay algo que han demostrado Sergio Ramos (que este miércoles fue fundamental en la victoria del Real Madrid sobre el Mallorca) y Pilar Rubio durante esta pandemia es que no les falta buen humor y herramientas para pasar el tiempo. La pareja ha compartido a través de sus redes sociales desde los cumpleaños que han pasado en confinamiento a recetas de cocina, trucos de estilo y momentos de intimidad familiar con sus tres hijos. También han aportado su granito de arena en la lucha contra el covid, pagando de su bolsillo a través de Unicef 15.000 kits de detección del coronavirus, 1.000 EPI y 265.000 mascarillas.

A través de sus perfiles hemos podido husmear en su universo privado, con una decoración personalísima, en la que se mezclan los juguetes de sus tres hijos con las obras de arte de la colección que están reuniendo poco a poco. A la familia la pandemia le ha pillado en los preparativos para la llegada de un nuevo miembro y en medio de la construcción de su nueva casa en La Moraleja, a la que pensaban mudarse cuando haya nacido el bebé (los rumores apuntan a una niña). Las obras estaban muy avanzadas, a juzgar por las imágenes que se emitieron en el programa 'Ya es mediodía', de Telecinco, en febrero, tres semanas antes de que se decretara el confinamiento.

Se trata de una casa modular blanca, de estilo moderno y líneas puras que cuenta con la última tecnología doméstica. Según el programa, el jugador del Real Madrid solía acudir con frecuencia a la obra para supervisar los detalles. El edificio ya estaba bastante adelantado en febrero, aunque aún quedaba por acabar la parte exterior, el jardín, quizá también el que más dolores de cabeza les ha dado.

A mediados de julio del año pasado, el Ayuntamiento de Alcobendas aprobó en un pleno extraordinario y por unanimidad sancionar con 250.000 euros a la sociedad Aguileña de Inversiones, vinculada al futbolista y verdadera propietaria de esta casa en La Moraleja. El motivo de la sanción era la tala de entre 50 y 90 ejemplares de encinas, pinos y chopos, muchos de ellos de gran tamaño, en las obras que estaba realizando en la casa. Además del dinero, la empresa también debía plantar el triple de ejemplares cortados, poniendo a disposición del Consistorio los árboles para su plantación en las zonas verdes que estimaran oportunas los servicios municipales.

Las fotos aéreas de la finca, de 14.716 metros cuadrados, mostraban cómo había cambiado su aspecto: el arbolado que antes ocupaba 11.966 metros cuadrados (el 81%) se había reducido a unos 5.900 (el 41%). Al parecer, fueron los vecinos quienes alertaron al Ayuntamiento de la masacre ecológica, siendo regidor aún Ignacio García de Vinuesa (PP). Ellos tomaron fotos y aportaron pruebas al Consistorio, que ya en enero de 2019 comenzó los trámites para sancionar a la empresa de Ramos.

Sin embargo, a día de hoy, ni la sanción económica ni la ecológica se han hecho efectivas. "Aquí no se han plantado árboles ni se ha hecho nada de nada", se queja un vecino de la zona. Según publicó 'La Información', los abogados del futbolista intentaron recurrir la sanción primero en un pleno extraordinario del Ayuntamiento celebrado en otoño, que fue rechazado por todas las fuerzas políticas de Alcobendas. Y después por la vía contencioso-administrativa, un proceso que empezó en enero y que... ahí sigue.

"El asunto ya no está en manos de Medio Ambiente, sino en servicios jurídicos. Hay que matizar que el contencioso se tiene con la mercantil Aguileña de Inversiones, no con Sergio Ramos. Esta mercantil puso una reclamación en enero, pero como todos los plazos judiciales están parados, no se ha avanzado. El asunto está pendiente de que el Ayuntamiento formalice la oposición a la demanda formulada por la sociedad", explican a Vanitatis desde el Consistorio de Alcobendas. Mientras tanto, la sanción está suspendida cautelarmente.

"En la zona (Alcobendas, San Sebastián) no hay grupo local de Ecologistas en Acción, y nos es difícil acceder a la información", reconoce la ONG. Tampoco la Comunidad de Madrid está al tanto de lo que pueda suceder con este asunto: "De momento, es un asunto local".

Desconocemos los argumentos que Aguileña de Inversiones esgrimió en su recurso (el agente de Ramos no se ha pronunciado), pero los vecinos de la zona no piensan "dejarlo pasar". La pelota está ahora en el tejado del Ayuntamiento, que debe armar su respuesta legal al recurso de los abogados del futbolista. Mientras, Ramos y su familia ya sueñan con mudarse a ese nuevo hogar en el que, por cierto, estarán blindados ante la curiosidad ajena gracias a un equipo de seguridad de última generación y unos muros cada vez más altos.