Javier Santos y su batalla contra Julio Iglesias, ahora en el Tribunal Supremo

Javier Santos, el supuesto hijo de Julio Iglesias que lo fue durante dos años cuando aún era menor de edad, tiene muy claro cuáles son sus derechos. Si hace un mes, en plena pandemia, su abogado Fernando Osuna envió documentación a la OMS y diversas instituciones médicas, ahora es el Tribunal Supremo a quien dirige sus peticiones. En este recurso se denuncia la indefensión judicial que está viviendo Javier Santos desde hace cuarenta y cuatros años.

“Es inexplicable la disfunción que hay entre tribunales y genética. La ciencia y la justicia tienen que ir de la mano. Genéticamente el ADN demuestra que Javier es hijo de Julio Iglesias. La Audiencia de Valencia dijo en su sentencia que era caso juzgado. ¿Como lo va a ser? La primera vez, la demanda la puso María Edite, la madre, porque Javier era menor. Y cuando cumplió los 18, fue él”, explica el abogado a Vanitatis.

Es un paso más en su reivindicativo camino para reclamar la supuesta paternidad de Julio Iglesias. Su penúltima acción tenía como fin pedir el apoyo de las instancias médicas cuya finalidad es velar por la salud de los ciudadanos. Javier Santos, por su parte, no va a tirar la toalla: “Mi derecho a conocer mi verdadera filiación es un derecho a la identidad de la persona humana. Se presentó una prueba de ADN que acredita en el 99,9 por ciento esa realidad. El Tribunal Supremo es el siguiente escalón y llegaremos donde haga falta”.

Tanto el abogado como Javier Santos se hacen la misma pregunta: “¿Por qué no viene a España Julio Iglesias para hacerse voluntariamente la prueba de ADN?”. La respuesta es bien sencilla: sabe que el análisis genético lo va a convertir en padre.

El protagonista y su defensa insisten en que la Justicia no puede contradecir a la ciencia, y esos informes y respuestas de los organismos médicos formarán parte de la documentación que se aporta al Tribunal Supremo.

Negro sobre blanco

Javier Santos quiere plasmar toda su experiencia a través de un libro donde contará su historia vital desde que su madre, María Edite Santos, interpuso la primera demanda en 1991 cuando Javier era menor de edad.

En esta autobiografía cuyo título, 'A corazón abierto', no es definitivo, hay varios colaboradores colaterales, como el detective que consiguió la muestra de ADN de Julio José Iglesias Preysler sin que él lo supiera. Una botella de agua abandonada sirvió para datar la prueba. María Edite también relatará lo duro que fue quedarse embarazada a los 18 años y convertirse en madre soltera en unos años donde esas maternidades estaban proscritas. El abogado Fernando Osuna será otro de los protagonistas del libro. El letrado, que ya defendió causa como las del torero Manuel Díaz, la hija del futbolista Samuel Eto’o y el hijo del cantante Carlos Baute, considera que no hay revancha sino “el derecho a que todo el mundo sepa la verdad de este caso tan insólito".

Javier Santos ha visto infringido su derecho a la igualdad sin discriminación al impedir, de hecho, la averiguación de la paternidad por parte de los tribunales, "aún cuando constitucionalmente existe la obligación de los ciudadanos a prestar la colaboración requerida, lo que no ha hecho su padre, Julio Iglesias”.

Santos vive actualmente en Italia y fue papá hace unos meses. Confiesa que este 'A corazón abierto' será su catarsis personal: “Ahora que soy padre no entiendo cómo se puede renegar de un hijo”.