Jesulín de Ubrique: del gravísimo accidente a su relación con Belén Esteban, la biografía definitiva

Comienza diciembre y el mes de la Navidad con un regalo para el torero Jesulín de Ubrique. Por primera vez, un libro (con el título de ‘Jesulín 3.0’) recoge su biografía y la de su familia, en la que cada miembro tiene un capítulo. El motivo es el 30 aniversario de la alternativa del torero que se ha convertido en el más mediático del siglo XXI. Si Manuel Benítez, el Cordobés, lo fue en el siglo XX, siendo el primer torero que inventó el marketing taurino, Jesús Janeiro Bazán hizo lo propio años después.

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De hecho, entre ambos hay una excelente relación. Benítez utilizó la prensa y el lanzamiento de billetes desde los balcones el día antes de una corrida para llamar la atención, y Jesús usó la televisión, con una ‘bajada de pantalones’ incluida, en un programa presentado por Mercedes Milá en el que alguien puso en duda la autenticidad de su toreo y las cornadas que tenía en el cuerpo.

De Ubrique a Benidorm

Jesús ha tenido el reconocimiento de los críticos taurinos, pero no siempre su aprobación ante su forma tan peculiar de llevar su carrera en la que llegó incluso a grabar un disco. Precisamente, el capítulo de su faceta como cantante desvela el alto precio que tuvo que pagar por ello. Su canción ‘Toda’ se hizo muy popular, pero en las plazas empezaron a corearla con sorna y el torero cortó por lo sano, hasta el punto de suspender unilateralmente el contrato que tenía con la firma discográfica y los compromisos ya apalabrados. Aquello le costó una indemnización económica de 80 millones de pesetas de las de finales de los noventa. No es la primera vez que un torero siente inclinación por la música: si Jesús grabó un disco en el año 96 y además debutó en el Festival de Benidorm en el que lo presentó, décadas más tarde, el que fue su rival en los ruedos, Enrique Ponce, ha hecho lo mismo aunque su álbum aún no ha salido al mercado y no se ha desvelado si hará actuaciones en directo.

El libro, escrito por el periodista Alfredo Sánchez, está dedicado a Carmen Bazán ,“matriarca de la familia más mediática del mundo de los toros”, y a Humberto Janeiro. La pareja tuvo cuatro hijos: Humberto, Jesús, Carmen y Víctor. El mayor, piloto, ha sido el más discreto de la familia; Carmen, la única chica, hizo sus pinitos en el mundo de la moda y luego en la televisión, primero con María Teresa Campos y luego presentando distintos programas aunque lleva ya varios años apartada de la vida pública; Víctor, el menor de los hermanos, siguió los pasos taurinos de su hermano mayor, se casó con la periodista Beatriz Trapote y están a punto de ser padres de su tercer hijo.

La finca Ambiciones, la primera que compró el torero, también se ha convertido en un símbolo, al igual que lo es Cantora para Isabel Pantoja. Fue adquirida en 1990 por noventa millones de pesetas y lleva el nombre del toro con el que debutó como novillero en la plaza de Ronda en 1989. En aquella ocasión quien gestionaba como empresario la plaza era Antonio Ordóñez, el abuelo de Francisco y Cayetano Rivera. Jesús tenía 13 años cuando se apuntó a la Escuela Taurina de Cádiz y, para poder torear en Ronda, reconoce que le engañó diciéndole que tenía 16. Se lo confesó años más tarde. Ordóñez quiso incluso apoderarle impresionado por su capacidad y su temple.

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Lo más llamativo es que fue una deuda económica de su padre el detonante para que decidiera cambiar el fútbol por los toros. Humberto era empresario y se dedicaba a contratar espectáculos en la zona de Cádiz. Contrató a Rocío Jurado para la Feria de Ubrique y por circunstancias no fue bien, así que se endeudó. Iba a vender un terreno para poder pagar, pero su hijo le dijo: “No vendas el campo, que yo me hago torero”. El libro recoge también su gravísimo accidente de coche que casi le cuesta la vida en 2001 y en el que los médicos pusieron en duda que volviera a caminar.

Dos mujeres y tres hijos

Su relación con Belén Esteban, con la que tuvo a su hija Andrea, aparece en el capítulo 19 (tiene 22). Cuenta que la relación se hizo oficial el día de la boda de Fran y Eugenia en la catedral de Sevilla. Ella apareció de su brazo, luciendo mantilla y con sonrisa tímida. La primera hija del torero nació en el 99; la madre y la niña se trasladaron a vivir a Ambiciones aunque la relación solo duró cinco años y estuvo llena de altibajos. El capítulo 20 está dedicado a María José Campanario, a la que el autor define como “la mujer de su vida”. Se casaron en 2002 y son padres de dos hijos: Julia y Jesús Alejandro.

Jesulín desmiente que la conociera cuando tuvo el accidente: al parecer se habían conocido un año antes, en 2000. Fue en un restaurante de El Bosque, pueblo muy cercano a Ubrique. María José estaba pasando unos días con una amiga y fueron a comer; Jesús también era amigo de esa chica y al verlas las invitó a tomar café.

Su pueblo natal, Ubrique, le ha reconocido haber llevado su nombre por toda España, y por eso tiene un museo en la plaza de toros del mismo y un monumento a la entrada que él mismo inauguró. En septiembre se cumplieron 30 años de su alternativa en Nimes. Este año iba a volver a los ruedos para conmemorarla, pero la pandemia actual lo ha impedido. Jesús, obstinado siempre en sus decisiones, buscará el momento adecuado para celebrarlo. El libro está disponible en todas las librerías de España desde el 1 de diciembre.