La buena relación de Ponce y Cuevas: juntos en la comunión de su hija
No habrá exclusiva de ningún tipo, aunque sí se sabe que la empresaria está muy feliz preparando ese día importante para Bianca
En julio pasado, Paloma Cuevas y Enrique Ponce se separaban. El torero dejaba la finca La Cetrina, donde había pasado el confinamiento con su mujer, sus hijas y los suegros. A partir de esa fecha se hizo pública su ruptura que, a día de hoy, sigue sin finiquitar legalmente. La empresaria sí firmó el documento donde se plasmaban los términos del divorcio (de mutuo acuerdo inicialmente), pero Ponce no ha rubricado.
A pesar de este contratiempo para que ambos cierren definitivamente el capítulo afectivo más importante de sus vidas, la relación entre ellos es magnífica. Y este cariño se manifiesta en cómo han sabido gestionar su labor como padres. En Navidades acudieron a la función del colegio y, hace unos días, la revista ‘Semana’ publicaba un reportaje del torero con la hija menor paseando por la zona del domicilio familiar. Dentro de unos días volverán a estar todos juntos en la primera comunión de Bianca.
Por cuestiones de logística, y debido a las restricciones por la pandemia, Paloma y Enrique han decidido que lo mejor era que la niña recibiera el sacramento en solitario en vez de con sus compañeras. El colegio tiene una capilla muy reducida. Días antes, los capellanes don Pablo y don José serán los encargados de la primera confesión de las alumnas en el oratorio.
La presencia de los abuelos
La iniciativa de recibir la eucaristía en otras iglesias también la han seguido otros padres para que los familiares directos puedan estar presentes en el acto religioso. El centro escolar ha preparado al grupo para que reciba la comunión el 22 de mayo. En el caso de la niña Ponce Cuevas, adelantará la fecha un par de semanas. Uno de los motivos que ha primado para que la hija lo hiciera en solitario tiene que ver, precisamente, con la presencia en la iglesia de varios familiares directos. Sobre todo de sus abuelos, Victoriano Valencia y Paloma Díaz, que están muy unidos a sus nietas. Además de pasar juntos el confinamiento, Paloma Cuevas decidió que lo mejor para su padre, tras los últimos ingresos hospitalarios, era que se instalaran una temporada en su casa. Y es lo que hizo el matrimonio, trasladándose de su piso del Paseo de la Habana al domicilio de sus nietas.
También estarían presentes los duques de Anjou. Margarita Vargas es la madrina de bautismo de Bianca y, a su vez, Paloma lo es de Enrique, el cuarto hijo del matrimonio Borbón. Para mantener la total privacidad e intimidad, es muy posible que la celebración festiva posterior a la misa (que no será en ninguna iglesia de Madrid) sea en su residencia de La Finca. La duquesa de Anjou es una de las mejores amigas de la empresaria y ha sido un apoyo fundamental durante el proceso de separación. Este verano, en plena vorágine mediática, Paloma y sus hijas se instalaron en la villa del matrimonio en Sotogrande. No hubo imágenes, demostrando el aforismo 'quien no quiere, no sale en la foto'.
Y así quiere Paloma Cuevas y Enrique Ponce que sea la primera comunión de su hija, donde no habrá exclusiva de ningún tipo. Sí se sabe que la empresaria está muy feliz preparando ese día importante para Bianca.
En julio pasado, Paloma Cuevas y Enrique Ponce se separaban. El torero dejaba la finca La Cetrina, donde había pasado el confinamiento con su mujer, sus hijas y los suegros. A partir de esa fecha se hizo pública su ruptura que, a día de hoy, sigue sin finiquitar legalmente. La empresaria sí firmó el documento donde se plasmaban los términos del divorcio (de mutuo acuerdo inicialmente), pero Ponce no ha rubricado.