Josep Pedrerol fuera de su 'Chiringuito': de sus problemas de ansiedad a su récord Guinness

Las noches de la pequeña pantalla tiene un protagonista absoluto, sobre todo en cuestiones deportivas, desde hace 10 años. Josep Pedrerol informa sobre la actualidad del fútbol desde 'El Chiringuito de Jugones' (o las versiones de su nombre que ha ido teniendo) desde hace una década.

Sin embargo, ahora ha sorprendido al ser uno de los famosos en participar en Mask Singer, tras otros desenmascaramientos como el de Paloma San Basilio, Eva Hache o Isabel Presyler. Concretamente le pudimos ver bajo la máscara del personaje de Rana, pero no es la única vez que ha dejado sin palabras a la audiencia.

Nacido en Barcelona en 1965, se licenció en Ciencias de la Información en la ciudad condal y desde sus inicios estuvo vinculado al periodismo deportivo, tanto en radio como televisión. Una trayectoria que ha mantenido sin parar durante estos años en diferentes cadenas.

Aunque no es su única vinculación con el deporte, ya que en su juventud fue jugador de rugby de un equipo de Montjuïc. Sin embargo, aunque no consiguió medallas olímpicas o grandes premios con esta faceta de su vida (al menos que sepamos), si tiene un premio del que pocos pueden presumir.

Nos remontamos a noviembre de 2009, cuando Josep Pedrerol y su equipo del programa 'Punto Pelota', en Intereconomía, lograron hacer el programa deportivo más largo de la historia.

Alcanzando por ello un Premio Guinness por 23 horas de emisión ininterrumpida (el presentador solo podía ausentarse de su silla 5 minutos) por un duelo entre el F.C. Barcelona y el Real Madrid.

Sin embargo, a pesar de ser un personaje público tan reconocido, poco se sabe sobre su vida personal. De hecho, él mismo explicó en una reciente entrevista con el streamer Ibai Llanos en la plataforma Twitch que le gusta entrevistar, no ser el protagonista.

"Me piden bastantes entrevistas y me da bastante pereza, siempre buscando el titular. Los periodistas estamos para contar lo que hacen los demás, no para ser protagonistas. No me gusta nada la fama ni la popularidad. Todavía me da vergüenza que me pidan fotos, creo que la televisión nos confunde", confesaba.

Un espacio en el que también habló sobre su personalidad, dentro y fuera del plató: "Tengo mucho carácter y con un punto histérico. Soy insaciable, me gusta hacer cosas nuevas e ir siempre por delante. Cuando la audiencia empieza a caer no consigues parar la caída, así que hay que evitar que eso pase. Cuando crees que lo tienes todo hecho, es cuando empieza la caída".

Añadiendo también a Ibai Llanos lo importante que es para él la audiencia: "En periodismo no hay ningún compañerismo, la gente se alegra de tus caídas. Me da igual quedar bien con los demás compañeros, lo importante es solo tu público. Creo que la competencia antes era mucho peor. Detesto el periodismo de la presión y de la amenaza. Paso de eso".

Un ritmo frenético de trabajo que también se refleja en su rutina de vida, como confesó al streamer al desvelar que se acuesta a las 4 de la mañana y se despierta a las 9 de la mañana para ver las audiencias. "Mi vida personal empieza el viernes a las seis de la tarde hasta domingo por la tarde. Son 48 horas", añadía.

Aunque sin duda una de las declaraciones más importantes que hizo en esa entrevista fue cómo había vivido el confinamiento, cuando tuvo que acudir al psicólogo. "Sentía que estaba al borde de la depresión y hablé con un profesional (...) Pero me sentía con mucho miedo. Tuve ansiedad y fui al hospital varias veces pensando que me pasaba algo".

Una entrevista que fue muy bien recibida por el público al permitir conocer un poco más a fondo a uno de los periodistas deportivos más importantes de nuestro país, un Josep Pedrerol lejos de su famoso chiringuito y de los balones de fútbol.