La original protesta de los vecinos de Ana Guerra contra sus ensayos nocturnos

Pongámonos en situación antes de nada, es de noche, todo el edificio está en silencio y todos duermen, pero a las tres de la mañana alguien empieza a tocar el piano y a cantar. Al parecer esta es la pesadilla que viven los vecinos de Ana Guerra, a los que trae por el camino de la amargura con sus ensayos a deshoras.

Hartos de no poder descansar, han llegado a dejarle mensajes en el ascensor y hasta a llamar a la policía. Sin embargo, estas técnicas no parecen haber surtido efecto de momento. Así lo comprobamos con las declaraciones del vecino de arriba de la triunfita, que ante los micrófonos del programa 'Madrid Directo' de Telemadrid tenía una curiosa petición.

"Pido a todos los españoles que se descarguen el nuevo disco de Ana Guerra, 'La luz del martes", decía ante a las cámaras, asegurando además que se trata de "un discazo con canciones buenísimas".

Pero esta elogiosa promoción guardaba un objetivo oculto. "Quiero que gane mucho dinero, que llegue al número uno para marcharse de aquí, para comprarse un chalet donde pueda cantar todos los días a todas horas", declaraba ante el sorprendido reportero.

La tinerfeña, por su parte, quiso ofrecer su versión de los hechos en el programa 'Ya son las ocho' de Telecinco. "La comunidad no se queja, se queja uno nada más. Es verdad que un día se me fue la olla y estuve hasta las 3 tocando. Me dejó una nota y la subí a las redes pidiendo perdón. Es que estudio mucho. ¿A quién no se le va la olla un día?", declaró.

Esta guerra de Ana ídem con sus vecinos ya salió a relucir en la reciente visita de la canaria a 'La resistencia' de David Broncano. Cuando el presentador quiso saber si había tenido algún encuentro con la policía o si había cometido algún delito, la cantante se quedó pensativa y recordó la ocasión en la que "como a las tres de la mañana subieron a mi casa tres policías de paisano. Llamaron a la puerta y, como iban de calle, no sabía quiénes eran, me asusté, cogí un cuchillo y lo oculté en la espalda".

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"Abrí la puerta y me dijeron que eran de la policía, pero lo primero que les exigí fue ver la placa. Me la enseñaron y les pedí un momento para cerrar la puerta y dejar el cuchillo, que con lo torpe que soy podía clavármelo", siguió relatando la ex de Miguel Ángel Muñoz.

Resultó que el motivo de la presencia allí de los agentes era "medir los decibelios porque estaba tocando el piano y mis vecinos les habían llamado. Eran unos policías muy tiernos". La cantante, que se encamina a este paso a una junta de vecinos épica, ya se hizo viral en septiembre del año pasado por este mismo motivo.

Entonces la propia artista compartía en una story de Instagram la nota que le habían dejado en el ascensor en la que se podía leer: "Por favor, te pedimos dejar de cantar, tocar el piano y hacer tanto ruido a partir de las 00:30. Hay gente que madruga y necesita dormir bien... Gracias".

Ana Guerra en esa ocasión sí que quiso disculparse con sus agraviados vecinos y respondió al mensaje por el mismo método: “Queridos vecinos: tenéis toda la razón del mundo y os pido disculpas por el ruido ocasionado. Estaba ensayando para el CCME y olvidé conectar los cascos. Os prometo que soy buena vecina aunque a veces me despiste. Venid cuando queráis a tomar café o una pella de gofio. Un abrazo”.