Rayden, fuera del escenario: 'FIFA' con Garzón, polémicas y novia mediática

Cantante, poeta, rimador compulsivo, embajador solidario, presentador de televisión... La carrera del polifacético artista madrileño ha dado muchas vueltas en las dos últimas décadas, pero en todas sus idas y venidas ha tenido éxito. Rayden, su "nombre de Pokémon" como él lo llama, es el alias tras el que se esconde David Martínez, nacido en Alcalá de Henares hace 36 años y enganchado al carro de la fama desde que en 2006 se proclamara campeón mundial de la Red Bull Batalla de los Gallos.

Desde entonces el que es a la sazón uno de los artistas favoritos de Sara Carbonero ha publicado hasta siete discos en solitario y un buen puñado más en diversas colaboraciones además de ser autor de tres libros con títulos tan sugerentes como 'El mundo es un gato jugando en Australia'. Precisamente para presentar este último se presentaba en 'La resistencia' de David Broncano, donde demostró su naturalidad y buen humor.

Aunque evitó responder directamente a la primera y clásica pregunta del programa sobre cuánto dinero tenía en la cuenta asegurando que "viendo todos los programas posiblemente esté en el top 3 de cantantes masculinos nacionales", se extendió más en la referente a sus relaciones sexuales del último mes. "Estaba con servicios mínimos. Estoy ahí conociendo una chica y estoy más caliente que una patada en la oreja y estoy funcionando", fue su divertida respuesta.

Sus relaciones sentimentales han sido objetivo de la prensa rosa desde que conociera a Irene Junquera en la boda de Risto Mejide y Laura Escanes en 2017. La periodista había salido anteriormente con el piragüista olímpico Cristian Toro, con el que estaba a punto de casarse cuando conoció al rapero. Su discreta relación duró tan solo unos meses y se rompió tan sigilosamente como surgió.

Padre de un niño fruto de una relación anterior, a quien dedica muchas canciones, Rayden sale actualmente con la actriz y cantante Beatriz Fernández. Poco antes de la pasada Navidad, él le dedicaba unas preciosas palabras desde su cuenta de Instagram.

"A mí la lotería me tocó hace más de medio año. Ahora el regalo no sé ni cómo envolverlo. Tiene 31 años, una niña que se le sale por los ojos, una competición insana conmigo por ver quién lleva más anillos, le queda mejor mi ropa que a mí y acaba de descubrir hace poco que no necesita a nadie para ser alguien en la vida. Qué bonito y qué afortunado me siento de que decida compartirla conmigo", aseguraba el músico.

Afortunado en el amor, una de las últimas canciones que ha lanzado al mercado ha sido su tema para el Benidorm Fest, el billete al próximo certamen de Eurovisión 2022. Ocho meses tardó en pulir la producción de 'La calle de la Llorería', un corte de letra rauda que reivindica la vulnerabilidad sobre un fondo de palmas tribales.

Un festival donde ha coincidido con el trío gallego Tanxugueiras, las favoritas de la ministra Yolanda Díaz, la catalana Rigoberta Bandini con su 'Ay, mama' y las ya eurovisivas Toñi y Encarna, las Azúcar Moreno.

Precisamente con las dos hermanas trataron de involucrarle desde Telecinco en una pequeña polémica que él se tomó con buen humor. Unas declaraciones suyas sobre que ellas no estaban en el grupo de Whatsapp que habían creado entre todos los aspirantes fue la excusa para denunciar la supuesta actitud altiva del dúo. Rayden reaccionaba en su cuenta de Twitter a medio camino entre la incredulidad y las risas.

Una cuenta de Twitter donde es muy activo y donde lo mismo comparte su último resultado en el adictivo juego 'Wordle', memes o sus inquietudes políticas. Sobre esto último hablaba en una entrevista para 'Marie Claire', donde además de reconocer que su antónimo musical es Kiko Rivera y traería de vuelta para cantar con él a Nino Bravo, aseguraba que le parece bien que los políticos inserten la música en su discurso.

"Como Pablo Iglesias con Los Chikos del Maíz, solo hay que respetar la afinidad ideológica. El otro día, por ejemplo, estuve jugando al 'FIFA' con Alberto Garzón, que es seguidor de mi música. Ahí se nota la cercanía", fueron sus palabras entonces.

Su carácter solidario y sus numerosas labores sociales, habiendo colaborado con organizaciones como las Naciones Unidas o siendo embajador de Google para intentar erradicar el discurso de odio, también son facetas que destacar del artista.