Santi Millán: así es la faceta más íntima de este melenudo titiritero
Superada la crisis de los cincuenta, el actor y presentador catalán sigue combinando los éxitos profesionales con la conciliación de su vida familiar
Aunque ahora es imposible pensar en Santi Millán y no relacionarle con algún aspecto del mundo de la comedia, de pequeño él quería ser médico. Pero tras apuntarse a clases de teatro e incorporarse a la célebre compañía teatral La Cubana, el mundo perdió un doctor, pero a cambio ganamos a un gran actor y humorista.
El barcelonés, que ahora tiene 53 años, debió trabajar en un matadero para pagarse los estudios de interpretación y debutaría en televisión de la mano de Andreu Buenafuente en el programa 'La cosa nostra', donde dio vida al célebre reportero Paco Monteagudo, gracias al cual acabaría ganando un premio Ondas. Entre sus hazañas más destacadas estuvo por supuesto la legendaria ocasión en la que logró colarse sin acreditación en los Premios Oscar, enseñando un carnet del supermercado.
Algo que, en menor medida, repetiría para disgusto de su esposa, logrando viajar a Costa Rica con el pasaporte y el DNI caducados. "Esto pasó cuando éramos novios y no teníamos niños, soy un poco despistado y el vuelo salía a las seis de la mañana", contaba en 'Mi casa es la tuya' de Bertín Osborne. Cuando le pillaron in fraganti trató de escabullirse diciendo que "si no me dejan salir de Barcelona, voy a tener un problema muy gordo con mi mujer y puede ser muy desagradable". Tras varias peripecias y visitas al consulado, al final logró su objetivo.
Seguro que no es el único momento de apuro que el siempre divertido Santi Millán ha hecho pasar a la productora Rosa Olucha, con la que lleva ya más de dos décadas de sólida relación. La pareja contrajo matrimonio en el año 2009 y tienen dos hijos ya adolescentes, Marc y Ruth.
Convertido en rostro imprescindible como presentador de Mediaset en varias ediciones de 'Got Talent', le hemos visto en algunas icónicas ficciones de la pequeña pantalla como '7 vidas' o 'El chiringuito de Pepe', además de haber puesto su voz en varias películas de animación. Pero tras su labor profesional hay una vida familiar que guarda con mucha discreción, aunque en un viaje a Etiopía junto a Jesús Calleja confesó unos cuantos secretos personales.
El más impactante fue el que hizo referencia a la muerte de su padre en marzo de 2020, víctima de la primera ola de coronavirus. "El bicho existe, de hecho lo he vivido en primera persona. Mi padre murió de covid-19", contaba entonces el catalán, antes de ponerle una nota de humor incluso a aquel momento tan triste.
"Yo soy el único que pude entrar con él al hospital, porque era dependiente. Estuve día y noche una semana y murió allí. Fue duro porque mi madre no lo pudo ver, mis hermanos tampoco y yo tuve la suerte de poder estar con él hasta el último día", recordaba antes de decir que trató de ponerle a su padre la canción 'Mirando al mar' para que la recordara, pero este le hizo gesto de rechazo. "¡Joder, papá, me has destrozado la escena!", fue la divertida respuesta de su hijo.
Las redes sociales, en las que Santi Millán tiene una notable presencia de seguidores, son otro modo de acercarnos a su perfil más personal. Pero él mismo advierte que por ejemplo, Instagram, donde se define simplemente como "titiritero", no es la forma de conocer realmente a una persona.
"El 90% de la gente no me conoce realmente. Sigue a un personaje que se han montado y si me conociesen bien me tendrían más cariño o justo lo contrario. Esto de las redes sociales es algo que no podemos usar como vara para medir el conocimiento que la gente tenga de ti, si bien es un elemento más a la hora de contratarte y condiciona tu caché. Pero no debería condicionar más allá de eso", decía en conversación con 'La Vanguardia'.
Superado el medio siglo de vida y convertido en madurito padre de familia, sigue sin renunciar a su característico look con melena y barba, y reconoce que le hubiera gustado hacer de Jesucristo porque tiene la apariencia adecuada para el personaje, aunque por edad ya se le ha escapado. Muy deportista, a los 40 empezó a tomarse en serio la práctica del ciclismo y estuvo durante una década pedaleando duro.
"Empecé a hacer deporte con la crisis de los 40. Se me fue la pinza", confesaba el intérprete en el programa 'Cuerpos especiales' de Europa FM, antes de confesar que ya ha superado esa etapa, que le ha dejado secuelas en cierta parte del cuerpo. "Tú tienes un culo normal, con piel tersa, que está bien, y de repente tienes dos trozos de cuero viejo", decía de forma muy gráfica.
Sin dejar de trabajar, Santi sigue combinando su labor en el talent show de Telecinco con el estreno de la próxima temporada de la serie 'El pueblo' y su papel en la comedia 'Espejo, espejo' junto a Malena Alterio y Carlos Areces. En esta película, cuatro empleados de una oficina se preparan para la celebración de los 50 años de la empresa al tiempo que intentan resolver sus problemas, mientras se enfrentan a sus propios reflejos ante el espejo.
Aunque ahora es imposible pensar en Santi Millán y no relacionarle con algún aspecto del mundo de la comedia, de pequeño él quería ser médico. Pero tras apuntarse a clases de teatro e incorporarse a la célebre compañía teatral La Cubana, el mundo perdió un doctor, pero a cambio ganamos a un gran actor y humorista.