Miguel Báez, el Litri, y su triste último adiós a su padre en Huelva

Esta pasado miércoles, 18 de mayo, conocíamos la triste noticia de la muerte de Miguel Báez, el Litri, a los 91 años, tras una larga enfermedad.

Durante toda la jornada del jueves, el cuerpo permaneció en el tanatorio de San Isidro para recibir el último adiós de familia y amigos.

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C. V.

Como no podía ser de otra forma, numerosas figuras del mundo del torero lamentaron su fallecimiento y muchas de ellas se acercaron al tanatorio para presentar sus respetos y mostrar sus condolencias a la familia. Uno de ellos, Julio Aparicio, con quien Miguel Báez compartió muchas tardes de albero y triunfos. Su trayectoria ha estado tan unida que incluso tomaron juntos la alternativa un 12 de octubre de 1950 en Valencia. En declaraciones a los medios que cubrían el velatorio del Litri, el torero lamentó profundamente la muerte de su gran amigo, con quien formó la pareja de moda del mundo taurino durante la mitad de siglo. Óscar Higares y Vicky Martín Berrocal también quisieron despedirse del maestro.

A las 8 de la tarde tuvo lugar un pequeño responso en su memoria para después ser trasladado a Huelva, donde fue recibido el viernes y donde ha tenido lugar una despedida más multitudinaria, puesto que se instaló la capilla ardiente en el ayuntamiento de la capital onubense para que vecinos y seguidores del mundo taurino pudieran darle su último adiós. El diestro ha sido enterrado en la misma ciudad, concretamente en el cementerio de la Soledad, donde sus restos descansarán en el panteón familiar.

Su hijo, Miguel Báez, ha sido uno de los encargados de recibir el féretro en el ayuntamiento de la ciudad y se ha mostrado muy afectado en esta despedida a su padre, quien, por su edad y por los problemas de salud que atravesaba desde hace años, no pudo asistir a la boda de su hijo el pasado sábado. De hecho, el propio Miguel hijo tuvo que interrumpir su luna de miel con Casilda Ybarra al enterarse de la muerte de su progenitor.

Miguel Báez hijo ha protagonizado emotivas imágenes, portando él mismo el féretro de su padre, visiblemente triste.

Aunque se le consideraba de Huelva y pasaba allí prácticamente todo el tiempo, el fallecimiento de Miguel Báez, el Litri, le sobrevino en Madrid, en el piso que la familia posee en el barrio de Retiro, muy cerca de la emblemática Puerta de Alcalá y no demasiado lejos de la plaza de toros de Las Ventas, donde tantas tardes de gloria pudo disfrutar.

La familia ha estado arropada por numerosos amigos, entre ellos Juan Antonio Ruiz, 'Espartaco', uno de los primeros asistentes a la capilla ardiente instalada en el ayuntamiento de Huelva.

Miguel Báez, el Litri, murió arropado por su mujer, Conchita Spínola, y sus dos hijas. El único ausente fue su hijo Miguel, dado que ya había puesto rumbo a su luna de miel en Italia, tal y como apuntó la edición digital de '¡Hola!, unas vacaciones que tuvo que intrrumpir al enterarse del fallecimiento de su progenitor, volviendo inmediatamente a España junto a su ya esposa, Casilda Ybarra, para poder estar junto a su madre y sus hermanas en las diferentes citas que han tenido lugar hasta este sábado para despedirlo.