Florentino, Pallete y Bogas, los 'tres tenores' en la noche grande del Real

Este lunes se celebraba la primera edición de los Premios Teatro Real y estos, que tuvieron lugar en el famoso recinto de la capital, se han caracterizado por el recordatorio de lo que supuso ser el único foro operístico que estuvo abierto en el mundo tras el confinamiento. Así lo recordaban, en la noche de este lunes, tanto los premiados como los invitados. Muchos de ellos estuvieron en esa primera apertura con el estreno de ‘La traviata’, de Giuseppe Verdi. Una ópera que marcó lo importante que fue la cultura en esos meses terribles de pandemia. La gala fue también un homenaje a la desaparecida mezzosoprano Teresa Berganza, fallecida el pasado 13 de mayo y para la que el Teatro Real siempre fue su casa.

La cita para estos galardones, que a partir de esta noche se convertirán en anuales, ha tenido a Anne Igartiburu como maestra de ceremonias. La presentadora fue la que dio paso al presidente del Teatro Real, Gregorio Marañón. Él fue el primero que quiso agradecer a todos los trabajadores el esfuerzo que en su día se hizo para esa apertura que fue ejemplo para el mundo.

El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, rememoraba al recoger su galardón en la categoría Institucional la importancia de la ópera en su vida. “Yo era un estudiante que, junto con otros amigos, quería escuchar a Monserrat Caballé. Nos habíamos puesto de acuerdo entre nosotros para hacer cola y a mí me tocó el turno de tres a cuatro de la mañana. Poder estar en la sala fue un momento único que aún perdura en mi memoria. Cuarenta años después, estar en escenario me produce una gran emoción”, aseguró.

Florentino Pérez levantó su premio, también en la misma categoría, igual que hizo con la copa de Europa en París hace tan solo unos días. En su caso, el galardón lo recibió como presidente de ACS. A continuación, apareció en el escenario José Bogas, consejero delegado de Endesa, que, como los anteriores, agradeció el esfuerzo de lo que se hizo durante la pandemia.

Emoción y agradecimiento

Uno de los momentos más emotivos fue el mensaje de agradecimiento del doctor Santiago Moreno a todos los sanitarios. En su caso, era el responsable de que el Teatro Real marcase las medidas sanitarias en sus espectáculos. Fue uno de los protagonistas de la noche junto con el barítono Carlos Álvarez, el director de orquesta Nicola Luisotti, el director de escena Christof Loy, la soprano Marina Rebeka y el tenor Michael Fabiano. Todos ellos recibieron estos primeros galardones del Teatro Real en la categoría artística.

Fabiano recordaba que cuando estaba en el aeropuerto no le dejaban viajar a España y tuvo que mostrar sus vídeos profesionales para que le permitieran volar a Madrid. Marina Rebeka también tuvo su momento emotivo al explicar lo que significó que la ópera madrileña mantuviera su compromiso y tuviera abiertas las puertas del teatro.

La gala se cerró con una cena en la que no faltaron los premiados y el resto de los invitados, como la presidenta de El Corte Inglés, Marta Álvarez, y su hermana Cristina, la exministra Elena Salgado, la embajadora de Canadá, Wendy Drukier, el empresario Rosauro Varo, Paloma Segrelles, Marta Rivera de la Cruz, las abogadas Esther Pérez Cabezo y Cruz Sánchez de Lara, con Pedro J. Ramírez, entre otros muchos.

Segrelles lució un impresionante vestido rojo con volantes llenos de movimiento que combinó con una chaqueta corta de minivolantes en tul blanco. Pedro J. Ramírez y su esposa acudieron enfundados en auténticos estilismos de gala. El periodista lucía un elegante traje negro con corbata y camisa blanca que contrastaba con el rojo del vestido de la abogada y filántropa. El de ella era un bonito diseño largo con corte de abrigo que combinó con unos salones metalizados en dorado.

Salgado, la que fuese ministra de Economía y vicepresidenta económica del 2009 al 2011, deslumbró con un vestido blanco, sin mangas, con escote pico. El modelo llevaba detalles bordados con encaje, pétalos y lentejuelas. Estaba combinado con un elegante pañuelo de seda de Loewe, unas sandalias blancas y hacía de la política socialista, sin duda, una de las mejores vestidas de esta gala de recuerdo, agradecimiento y visión de futuro.