Olivia Valere será enterrada en Marbella: "Tuvo la suerte de poder despedirse de sus amigos"

Olivia Valere, la reina de la noche marbellí del siglo XXI, se autodenominaba a sí misma una “pequeñita hormiga que inundó de glamour Marbella”. Ella convirtió 'la ciudad del canto sin dueño' en un lugar de encuentro de famosos, príncipes árabes, ricos rusos, españoles de postín y gente de a pie que quería conocer la magia de 'la dama de Babilonia'. Olivia era una de las grandes de la noche marbellí tras la marcha de Regine y ella lo sabía. La empresaria de origen francés, que regento la 'nuit' de la ciudad costasoleña durante los últimos lustros, se ha ido en su casa de París, rodeada de sus hijos y su marido, tras no poder superar un cáncer de estómago que ha acabado con su vida.

En agosto de 2021, la periodista que suscribe esta información tenía con ella su última entrevista en una cena improvisada en el 'privé' de su discoteca. Mantuvimos una larga conversación y yo le contaba las secuelas gastrointestinales tan dolorosas que me habían quedado tras mi ingreso en el hospital por covid. Fue ahí donde la ‘reina de la noche’ se abrió en canal y contó que ella, de un tiempo a esta parte, sufría mucho del estómago y que apenas podía comer ni beber nada. Y fue en este mismo verano, tras la pandemia, donde empezó la cuenta atrás. Olivia empezó a enfermar, pero como nos dice una de las personas más allegadas a su entorno a Vanitatis: “Ella nos tenía prohibido nombrar la palabra cáncer. No quería que nadie supiese que ella tenía una enfermedad”. Tanto es así que este mes de febrero (con la cánula de la quimio en el bolso) grabó un documental para una plataforma televisiva. Ella no se daba por vencida: “Yo soy como Sansón, que salgo de todo”, decía. Y siempre utilizaba, cuando le preguntábamos por algo, su palabra mágica: “Sorpresa”. Y ya cualquier cosa podía pasar.

Su última fiesta

Durante este último periplo estuvo a caballo entre su casa de París y la de Guadalmina. Su última gran fiesta nunca la olvidarán sus familiares. Fue en abril de este año, celebrando el cumpleaños de su hija Karen, su mano derecha en los negocios de la noche y que ahora seguirá sustentando el imperio de los Valere. Y allí “malita como estaba ya, muy malita, seguía bailando y dando ánimos a todo el mundo con su amplia sonrisa”. Tanto es así que a alguna amiga que estuvo allí le cogió la mano y le dijo: "¿A que me voy a curar?".

La familia hizo lo indecible en París sometiéndola a todo tipo de tratamientos, pero ya estos últimos meses todos tenían claro que 'la divina de la noche marbellí' se iba. Su esposo, el abogado Philippe Valere, cuenta a este medio: “Tuvo la gran suerte de estar los últimos quince días despidiéndose de todos sus amigos, de todo el mundo. Por su casa de París pasaron jeques de los países árabes, amigos de Argentina, de EEUU..., y todo aquel que la amaba pudo decirle que la quería, antes de irse. La despedida de Olivia ha sido de lo más emocionante”.

Su familia era lo más grande para la empresaria. Iba a celebrar sus bodas de oro con el amor de su vida, Philippe Valere, que ha sido su segundo esposo y que jamás se ha movido de su lado en los últimos meses. Olivia, en la cena que tuvimos este último verano, le daba gracias a la vida porque decía que se lo había dado todo, que la vida había sido muy generosa con ella y que el día que se fuera diría adiós con alegría porque lo había vivido todo.

Y ahora siguen las despedidas en lo que ella consideraba su hogar y donde ella dejó escrito que la entierren: su Andalucía. Este viernes llegan sus familiares a las diez de la mañana y se está preparando todo para el entierro por el rito judío, ya que era la religión que ella profesaba. El único cementerio judío que hay en la zona es el de Casarabonela, por lo que es predecible que las exequias tengan lugar en este camposanto. Hasta la casa de Olivia Valere se irán acercando numerosos amigos. Entre ellos ya ha confirmado Juan Peña. Olivia decía siempre que no quería irse sola, que la prensa éramos su familia y ha querido que algunos periodistas que hemos escrito de ella en vida estemos también en su último adiós. El personal de la discoteca se reunía a la hora de terminar esta información en la sede de la sala de fiestas para prepararle también su particular homenaje.

Karen, su hija y mano derecha

En este tiempo de covid, la empresaria había inventado nuevas fórmulas en sus negocios. Ella siempre era muy imaginativa. Para ello contó con Karen, su hija y heredera del imperio. "Trabajar con ella es fantástico. Es muy importante que mi hija haya venido para seguirme, porque ella tiene la forma de mirar de la juventud y está en este mundo. Yo soy de antigua escuela", apostillaba en la última entrevista que le hicimos este verano como si pudiera entrever el fatídico desenlace.

También algunos de sus nietos, como Jeremy, hacen sus propias fiestas en la discoteca. A Olivia le hacía mucha gracia la última ocurrencia de su “petit enfant”: “Todos han sacado algo de mí. Este se acaba de inventar este último evento que se llama Pueblo Loco, una fiesta muy a la época de la Marbella de los setenta con motivos mexicanos en la que los jóvenes lo pasan genial. Si quiero seguir siendo la número uno de la ciudad, hay que buscar esta esencia de la juventud".

Olivia no solo fue la número uno de la noche marbellí, también logró erigirse como uno de los iconos de Marbella.