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La redención de Iñigo Onieva: su nueva vida, de iglesia en iglesia
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APARTADO DEL PECADO

La redención de Iñigo Onieva: su nueva vida, de iglesia en iglesia

El novio de Tamara Falcó está más que dispuesto a demostrar a la diseñadora que se arrepiente, que es su absoluta prioridad, que va a hacer lo que haga falta para estar con ella y llevarla al altar

Foto: Iñigo Onieva, en una imagen reciente. (Gtres)
Iñigo Onieva, en una imagen reciente. (Gtres)

Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. O, en su caso, lo que la misa del gallo ha reconciliado, que no lo separe la vida nocturna. Parece que el novio de Tamara Falcó está más que dispuesto a demostrar a la diseñadora que se arrepiente, que es su absoluta prioridad, que va a hacer lo que haga falta para estar con ella y llevarla al altar. Y si eso supone vida de misa y contricción, que así sea. Porque estamos ante la absoluta redención de Iñigo Onieva, el Iñigo 2.0, que ha pasado de festivales, salidas y cenas a estar de iglesia en iglesia.

Ya la reconciliación de la pareja se fraguó ante los ojos de Dios, entre rezo y rezo, con esa asistencia conjunta a la misa del gallo del pasado 24 de diciembre que sirvió para que hicieran las paces y que inició un camino, primero al entendimiento y luego a una segunda oportunidad que acabará en boda el próximo julio. Ya cuando Tamara intervino en 'El hormiguero' al conocerse que la pareja se había reconciliado, aseguró que Iñigo le había prometido que no iba a anteponer nada a su felicidad y su relación y así, de momento, está siendo.

placeholder Tamara Falcó e Iñigo Onieva, este domingo en Madrid. (Gtres)
Tamara Falcó e Iñigo Onieva, este domingo en Madrid. (Gtres)

Desde que regresaran de ese viaje al Polo Norte, el vínculo de Iñigo Onieva con el ocio nocturno se ha ido alejando cada vez más, hasta el punto de que ha abandonado el trabajo como director de imagen y relaciones públicas de Lula Club, limitándose a ejercer de socio minoritario. Era la propia Tamara Falcó la que confirmaba esta decisión ante las cámaras y de la mano de su chico durante la presentación de su colección para Pedro del Hierro en la MBFWM: "Iñigo dejó su trabajo, porque él mismo vio que no le llevaba a ninguna parte".

Lo que no esperábamos era que Iñigo Onieva dejara sus aficiones y quehaceres nocturnos para implicarse al máximo en los de su pareja. Desde luego, no puede quejarse Tamara de que el chico no esté haciendo todo lo que está en su mano para demostrarle que, al menos en el aspecto festivalero que tantos dolores de cabeza le ha traído, ha cambiado y mucho, sustituyendo discotecas y pistas de baile por templos, oraciones y confesionarios, por supuesto al lado de la propia Tamara, que nunca ha escondido su devoción.

placeholder Tamara Falcó e Iñigo Onieva, este domingo entrando en la iglesia. (Gtres)
Tamara Falcó e Iñigo Onieva, este domingo entrando en la iglesia. (Gtres)

Ya cuando estuvieron separados durante unos meses y parecía que la ruptura era firme, Iñigo se marchó a hacer el Camino de Santiago, un viaje que, entre otras muchas cosas, sirve para encontrarse con uno mismo, pensar y reflexionar. Y desde que se reconciliaran, no son pocas las iglesias que han pisado juntos. La última, la de la calle Bárbara de Braganza, más conocida como Santa Bárbara o el convento de las Salesas Reales, el mismo lugar donde habían previsto darse el 'sí, quiero' cuando anunciaron ese primer 'engagement' -en palabras del propio Onieva- en septiembre.

Era este domingo por la tarde cuando la pareja asistía a misa en esta conocida iglesia, acompañados de otra pareja de amigos, de los que se despidieron al salir. Una visita y un ratito de oración que no tendría nada que ver con los preparativos de su boda, ya que, al celebrarse en la finca El Rincón, el papeleo se gestionaría en la parroquia de Aldea del Fresno. Es al menos lo que se deduce del reportaje que pudimos ver hace unas semanas en una conocida revista, en el que aparecía la pareja haciendo todo tipo de gestiones de cara a su próximo enlace.

placeholder Tamara Falcó e Iñigo Onieva, saliendo de un restaurante hace unas semanas. (Gtres)
Tamara Falcó e Iñigo Onieva, saliendo de un restaurante hace unas semanas. (Gtres)

Y son solo tres de los gestos eclesiásticos y religiosos de Iñigo Onieva que han trascendido a los medios. Un ejemplo de cómo el joven quiere una nueva vida, alejada de la noche y sus confusiones y más cerca de Tamara Falcó y de su fe. Pero además parece que, de nuevo, son otra vez inseparables. Desde que nos enteráramos de su reconciliación, prácticamente han pasado estos meses sin despegarse.

Comenzaron con ese viaje a un hotel de lujo Polo Norte con el que sellaban su compromiso para esta segunda oportunidad y no se han separado desde entonces. Citas románticas en diferentes restaurantes, la presentación en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid a la que no faltó Iñigo como gran apoyo, gestiones, escapadas al País Vasco para celebrar el cumple de la suegra o esta última misa.

Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. O, en su caso, lo que la misa del gallo ha reconciliado, que no lo separe la vida nocturna. Parece que el novio de Tamara Falcó está más que dispuesto a demostrar a la diseñadora que se arrepiente, que es su absoluta prioridad, que va a hacer lo que haga falta para estar con ella y llevarla al altar. Y si eso supone vida de misa y contricción, que así sea. Porque estamos ante la absoluta redención de Iñigo Onieva, el Iñigo 2.0, que ha pasado de festivales, salidas y cenas a estar de iglesia en iglesia.

Tamara Falcó
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