El 'pelotazo' de Ioannes Osorio en medio de su negociación de divorcio

No está siendo una época fácil para Ioannes Osorio, duque de Alburquerque, al menos en cuanto a su faceta personal se refiere. Tal y como contaba hace unos días en exclusiva Vanitatis, el duque se encuentra inmerso en una negociación con Blanca Suelves debido a un desacuerdo económico en su divorcio. Fue en septiembre de 2021 cuando saltó la noticia de la separación de la pareja y todavía no han podido llegar a un acuerdo que satisfaga a ambas partes. La expareja vive de momento bajo el mismo techo en la finca Soto de Mozanaque, propiedad de Ioannes, un lugar que Blanca Suelves convirtió en negocio reconvirtiéndola en epicentro de bodas y eventos de la jet, actividad por la que quizás querría una compensación económica actualmente; y donde Ioannes cría y entrena reputados caballos de carreras.

Ha sido precisamente uno de esos caballos de carreras quien el pasado fin de semana le ha dado una enorme alegría al duque de Alburquerque. En el Hipódromo de la Zarzuela se celebraba el Gran Premio Duque de Alburquerque, que se realiza año tras año en honor al padre de Ioannes, el gran Beltrán Osorio y Díez de Rivera. Este año el ganador ha sido Lisicles, un purasangre inglés tordo de cuatro años criado por el propio Ioannes Osorio en Soto de Mozanaque. Pero además de haber sido el criador del purasangre, también ha sido el encargado de entrenarlo desde su nacimiento para convertirlo en todo un caballo campeón de carreras; e igualmente ha obtenido el premio como propietario. Es decir que Ioannes Osorio ha ganado triplemente: como criador, como preparador y como propietario; y además lo ha hecho en un gran premio en honor a su padre, un hecho insólito. Aunque lo de menos es el premio económico, el aristócrata se embolsó 27.000 euros por la hazaña.

Vestido con un traje de chaqueta azul marino y una corbata en tonos azules y rojos haciendo honor a los colores de su cuadra, vivió con emoción su triunfo. “Es una alegría especial”, manifestaba con la timidez y la discreción que le caracterizan ante las cámaras del hipódromo madrileño. “Ganar un gran premio siempre es especial, pero hacerlo con un caballo criado por ti es aún más especial, y ya si encima es el premio de mi padre pues mucho mejor”, añadía sonriendo. Además contó con la compañía de su hijo Luis Osorio Suelves, quien a sus 25 años acompañó a su padre en una jornada tan especial y fue el encargado de entregar un trofeo y un premio de 15.000 euros a la victoria del caballo Aarash de la cuadra Reza Pazooki.

Beltrán Osorio y Díez de Rivera, padre de Ioannes, a quien estaba dedicado el gran premio de este fin de semana del Hipódromo de la Zarzuela, fue uno de los mejores jinetes españoles de todos los tiempos. No solo destacó como jockey de carreras, también como jinete olímpico en concurso completo. Fue criador de los mejores caballos purasangre inglés de España de carreras en su finca Soto de Mozanaque, actividad con la que ha continuado Ioannes, quien también heredó el ducado de Alburquerque y otros tantos títulos nobiliarios que hacen que el exmarido de Blanca Suelves sea tres veces grande de España.

Fue jefe de la casa real de don Juan de Borbón, por lo que políticamente también fue un hombre de peso. En el propio hipódromo, una escultura del entonces duque a caballo realizada por su hija Cristina Osorio homenajea a su padre. En 1968 le fue otorgada la medalla al mérito deportivo, y en 1993 el rey don Juan Carlos le concedió el toisón de oro. No dejó de participar como jockey en carreras de caballos hasta los 68 años.

Este premio habrá supuesto un bálsamo para Ioannes Osorio y Beltrán de Lis, quien, a sus sesenta y cuatro años y tras un segundo matrimonio roto (ya estuvo casado con la chilena Beatriz Letelier), seguro que encuentra consuelo en su buen hacer como criador, entrenador y propietario siguiendo la estela que un día le dejó su padre.