Emoción, mensajes y orgullo: los primeros Premios Vanitatis

Vanitatis tiene un secreto. La última noche (o la primera) del año siempre hay alguien trabajando para analizar el diseño elegido por Cristina Pedroche para dar las campanadas y ofrecerlo prácticamente en directo. Se podría decir que la periodista se ha convertido en nuestro talismán y su éxito de estos años ha bailado al mismo compás del nuestro. Es una de las razones (no la única) por las que la presentadora ha sido elegida como una de las mujeres del año por Vanitatis. Anoche en la Casa Velázquez entregamos los premios de la revista para celebrar sus primeros 15 años de vida y la presentadora no faltó, embarazada de ocho meses, espectacular, sonriente, emocionada. “Le dedico este premio a mi madre por darme la vida y a mi hija porque se la estoy dando yo”.

La cita comenzó pasadas las siete de la tarde, con el cielo más sosegado tras haber reventado horas antes bajo la ciudad de Madrid. El atardecer caía sobre la Casa Velázquez cuando empezaron a entrar los invitados por los embriagadores jardines del palacete neoclásico que encargó el Gobierno francés a los arquitectos Chifflot y Lefevre. Tras un cóctel inundado de celebrities, actores, influencers y representantes de las grandes empresas, comenzó la entrega de premios a los hombres y mujeres del año, conducida por la periodista Isabel Jiménez.

El primer premiado de la noche fue el actor Maxi Iglesias, uno de los profesionales más seductores del cine español. El actor quiso hacer un discurso de agradecimiento no exento de humor en el que recordó que fue precisamente hace 15 años cuando rodó su primera serie. También recordó los dos millones y medio de abonados a Netflix que se han dado de baja este año. “Si queréis que haya una segunda parte de ‘Valeria’, volved a abonaros”, recomendó.

Antes de dar paso a los premios, el director de Vanitatis, Nacho Gay, hizo un emotivo discurso recorriendo de nuevo el camino desde aquellos primeros años de la publicación hasta hoy. Las palabras de Gay se convirtieron en un acto de agradecimiento a quienes apoyaron el proyecto desde un principio y también al equipo que cada día lo hace posible. El director recordó cómo Jose Antonio Sánchez dibujó en un papel hace ya 15 años la idea de ese incipiente Vanitatis que hoy es el medio de referencia en el sector. Además, tiró de sentido del humor al “amenazar” con convertir en recurrente esta entrega de premios, “y espero que el año que viene vengáis los mismos porque así nos evitáis tener que hacer otra vez el sitting”. También el propio Sánchez quiso felicitar a Vanitatis en un breve discurso en el que valoró con cariño la labor de Nacho Gay al conducir al medio a su adolescencia.

Fue una noche de emociones y reencuentros. Aún resuenan las palabras de Juan Betancourt al agradecer su premio a hombre del año: “Todos los que estamos aquí somos unos privilegiados, muchas veces no nos damos cuenta de lo afortunados que somos”, remarcó, tras recrear su infancia en Cuba.

También otro de los premiados, Bnomio, se acordó de su familia en esos momentos. Bajo ese pseudónimo se encuentra José Luis Pérez Ramos, diseñador gráfico, ilustrador, director de arte y, por englobarlo todo, artista. La obra de Bnomio, en la que el monocromo es el rey, se inspira en la estética de los tatuajes clásicos, la cultura skate y lo oculto. Al premiarlo, Vanitatis reconocía a uno de los artistas contemporáneos más interesantes, y sin embargo él quiso dedicárselo a su hijo, Astro. “Va por él”, dijo, sosteniendo el premio en lo alto.

Tras Bnomio, llegó uno de los momentos de más electricidad de la noche, cuando subió a agradecer su premio la cantante Ruth Lorenzo. La artista murciana recordó cómo soñaba con una hipotética entrega de premios parecida a la de anoche durante los años que trabajó como inmigrante ilegal en Estados Unidos. Después protagonizó una de las sorpresas de la fiesta al interpretar varios temas, entre ellos y de forma magistral el ‘Simply The Best’ de Tina Turner, recientemente fallecida.

La noche fue transcurriendo entre la cena y las entregas de premios. Cuando le tocó el turno a Marta Lozano de subir al escenario a recoger su premio, se emocionó al querer dedicárselo a su mejor amiga, la también influencer Teresa Andrés, que se encontraba entre los presentes. Ambas amigas se fundieron en un abrazo al bajar del escenario. El reconocido chef Quique Dacosta llegó de trabajar justo a tiempo para recoger su premio a hombre del año.

Alexandra Pereira recogió el premio a la mujer del año vestida con un impresionante Roberto Cavalli. “Llevo 15 años trabajando en una de las industrias más cambiantes y dinámicas. La capacidad de adaptación y la perseverancia han sido fundamentales en mi carrera profesional, un camino no exento de dificultades, de alguna lágrima y de muchos noes”, ha dicho la influencer y empresaria, antes de dedicarle el premio a todos sus seguidores.

Vanitatis fue la primera revista nativa digital y, como tal, el premio que se entregaba era un archivo digital único, Ovo Wise, creado por Juan Díaz-Faes, que ha expuesto en Madrid, París, Seúl y pronto lo hará en Marbella, Caracas, Dubái y, de nuevo, Seúl.

Una de las estrellas involuntarias de la noche fue Álvaro Morata. Decimos involuntarias porque el delantero del Atleti estaba en la fiesta de Vanitatis como acompañante de su esposa, la empresaria Alice Campello, premiada como mujer del año por el éxito de su firma de ropa, Akala Estudio. La bellísima italiana reconoció el orgullo que sentía por recibir el premio y se lo dedicó a su equipo de “25 mujeres” que han logrado en tiempo récord entrar en el mercado europeo o israelí.

La actriz Cristina Castaño llevaba un discurso preparado para explicar los motivos por los que se le entregaba el premio a hombre del año al actor Luis Zahera. Sus palabras estuvieron cargadas de sentimiento, pero en realidad no hacía falta. Cualquiera que haya visto alguna de las interpretaciones del actor gallego sabrá el porqué de este reconocimiento. El actor, algo tímido, dio las gracias y se encogió de hombros con sentido del humor: "Soy un analfabeto digital".

Ya era noche cerrada cuando Pablo López recogió su premio a hombre del año agarrado a un piano y de la mejor manera que sabe: cantando su conocido tema ‘El patio’. El cantante malagueño ha dicho alguna vez que siempre que canta ese tema termina pasando algo. Nos quedamos con las ganas de saber si en esta ocasión también sucedió.